Elon Musk está de moda y no teme comer en la calle o cantar desafinado

Elon Musk es el 'Rey Midas' de nuestros tiempos: todo lo que toca lo convierte en oro y todo lo que ambiciona lo consigue.

En su paso por las redes sociales arrastra a millones de seguidores y es mimado por la polémica y la atención global.

El hecho de que sea uno de los hombres más ricos del mundo parece no importarle, pues se comporta con una pasmosa sencillez, como un universitario con un dólar en el bolsillo.

TikTok registra cuatro momentos en que el magnate se la pasa muy bien y demuestra que -al menos en su caso- el dinero sí compra la felicidad, pero solo si va acompañado de una personalidad descomplicada e innovadora.

Bailando con dos pies izquierdos

Elon Musk es un físico, programador y empresario sudafricano de 50 años de edad, nacionalizado canadiense y estadounidense, que demuestra que sus innovaciones le ponen adrenalina a su vida.

En este video lo vemos feliz de haber dado un paso más allá en la ciencia y la tecnología automotriz. El baile corresponde a la apertura de unas de las operadoras de Tesla Motors, el fabricante de vehículos eléctricos.

Internet, energía renovable y dominar el espacio exterior, son sus obsesiones.

Cantando como Rod Stewart

Cofundador de lucrativas empresas como PayPal, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, The Boring Company, Neuralink, OpenAI, ente otras, Elon Musk canta, aunque desafinado.

Este 'nerd' millonario es fanático de la música disco y del rock de los ochenta, sus épocas de juventud.

Al hombre más rico del mundo, quien de niño no tenía amigos y era víctima del 'bullying', le gusta que todos apreciemos 'sus gallos' cuando hace karaoke.

Pinchos en México

A menudo Musk ha declarado su fascinación por la cultura latina. Ha dado pruebas de ser un hombre sin fronteras mentales, que no tiene límites a la hora de viajar.

Ir a México, le resultó tan fascinante como conocer Saturno. Los pinchos y las enchiladas le hicieron ver estrellas de sabor.

Millonario con pelo o sin pelo

"Ser un emprendedor es como comer vidrio y pararse en el abismo de la muerte", es una de las frases de este magnate.

Hablar de Elon Musk no solo es hablar de un hombre rico. Desde niño dio pruebas de ser un genio, pues a los nueve años tenía nociones de programación informática.

A los 12 años, mientras otros niños comían cereal, diseñó su primer programa: un juego del espacio llamado Blastar y se lo vendió por el equivalente a USD 500 a la revista sudafricana PC and Office Technology.

Con pelo o sin él, Elon Musk, el hombre más innovador de la última década, ahora quiere devorar Twitter. Su afán por conquistar el mundo no tiene límites.