Por qué las nuevas zonas francas no son para todas las empresas
En Ecuador operan tres zonas francas y cuatro Zonas Especiales de Desarrollo Económico (Zede). El Gobierno busca promover la creación de más.
Presidente de la República, Guillermo Lasso, firma el decreto ley para promover las zonas francas, el 23 de mayo de 2023.
Twitter Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca.
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Las zonas francas que prevé incentivar el Gobierno serán solo para nuevas empresas y multinacionales, según el ministro de Producción, Julio José Prado.
Lo explicó durante la firma del decreto ley para atracción y fomento de inversiones para el desarrollo productivo.
Pero Prado precisó que solo empresas nuevas podrán ubicarse en las zonas francas, la medida busca evitar la evasión fiscal. En el caso de las multinacionales, el objetivo es impulsar a empresas que quieran invertir en Ecuador.
La reforma también permitirá la creación de zonas francas para una sola empresa, incluso en un edificio y dentro de las ciudades, y no en terrenos alejados como antes, añadió Prado.
El decreto ley fue enviado a la Corte Constitucional para su revisión. Una vez que sea aprobado entraría en vigor de inmediato.
Beneficios
El objetivo de estas zonas, según Prado, es ofrecer incentivos para empresas dedicadas a la exportación.
Otros objetivos son atraer más multinacionales a Ecuador, crear más plazas de empleo y fomentar encadenamientos productivos con otras empresas que estarán fuera de las zonas, pero serán proveedores.
Algunos beneficios del decreto ley para zonas francas son:
- Exoneración del Impuesto a la Renta durante los primeros 10 años de operaciones, a partir del año en el que se generen ingresos. En el caso de zonas francas en sectores fronterizos, el beneficio será por 15 años.
- Reducción del 10% del Impuesto a la Renta durante el tiempo de establecimiento de la zona franca, luego de la exoneración de los 10 primeros años.
- Exoneración de tributos para el comercio exterior, como pago de aranceles, Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) y Fondo de Desarrollo para la Infancia (Fodinfa).
- Tarifa 0% de Impuesto al Valor Agregado (IVA) para adquisición de insumos, materias primas, bienes de capital.
- Exoneración del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) en los pagos realizados al exterior por parte de administradores y operadores de las ZEDE o Zonas Francas por concepto de importaciones de bienes y servicios relacionados con su actividad autorizada.
A futuro, el Gobierno espera que las zonas francas desarrollen cerca del 30% de los productos de exportación de Ecuador, lo que podría representar entre USD 5.000 millones a USD 7.000 millones.
Zonas vigentes
En Ecuador, existen tres zonas francas y cuatro Zonas Especiales de Desarrollo Económico (Zede) en operación. Prado aseguró que todas las zonas francas o Zedes ya creadas tendrán seguridad jurídica, incluyendo las ya existentes.
Las zonas francas comenzaron a formarse desde los años 90 y llegaron a ser más de 20.
Luego, en 2010, durante el Gobierno de Rafael Correa, se establecieron las Zedes, de las cuales unas cinco quedaron en proyecto o fracasaron.
Para Juan Sebastián Salcedo, ex gerente de la Zede de Quito, ninguno de los dos modelos ha funcionado para lo que realmente fueron creados.
En el caso de las zonas francas, Salcedo dice que faltó una adecuada supervisión de parte del Estado, tanto de los objetivos planteados como de la parte regulatoria.
De allí, que solo sobrevivieran tres, que además no tienen la naturaleza de una zona franca, como es el caso de los aeropuertos de Quito y Guayaquil.
En el caso de las Zedes, ocurrió todo lo contrario, son lugares centralizados que dependían del Estado, que solo pueden ser creadas por iniciativa estatal, aunque sí permiten la inversión privada.
Para Salcedo, un obstáculo de las primeras Zedes que se impulsaron es que tenían una visión de ciudades enteras, como el caso de Yachay, lo que requería una inversión muy grande.
Para este modelo, el Gobierno del expresidente Correa se inspiró en las zonas francas de Corea del Sur.
Otro obstáculo que ha impedido que las Zedes despeguen, dice Salcedo, son las trabas burocráticas para declararlas, establecer a los administradores y hacer que entren en operación.
"En una zona franca todo debería ser más sencillo de operar frente a lo que ocurre en el resto del territorio nacional, pero ha sido lo contrario. Debe haber agilidad para que funcionen, hay que romper con la visión hipercentralista", concluye.
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