Ventas de La Fabril crecieron 3,3%, pese a la crisis generada por la pandemia
La construcción de una planta industrial, más tecnológica y rápida, y la creación de productos nuevos fueron algunos de los factores para que la empresa aumente sus ingresos en 2020.
Un trabajador en una planta de La Fabril, en Ecuador, en 2020.
Cortesía La Fabril
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La Fabril, una de las empresas más grandes del país, incrementó sus ventas en volumen en 2,3% y en monto en 3,3% en 2020, un año golpeado por la pandemia de Covid-19.
Ese año la producción de la compañía, que tiene a cargo marcas como aceites La Favorita, jabones Duet y detergente Lava Todo, llegó a 380 toneladas. Eso representa USD 525 millones
Para lograr ese incremento en medio de la emergencia sanitaria, la empresa desarrolló una serie de acciones. Entre ellas destaca la construcción de una nueva planta de producción y el desarrollo de productos con base a las necesidades derivadas de la pandemia.
"A pesar del duro golpe de la pandemia pusimos en marcha un plan operativo para mantener la producción y sostener la distribución del total de líneas de productos que llegan a todo el país", sostiene La Fabril.
Futuras exportaciones de detergente
En septiembre de 2020 la empresa inauguró una nueva planta de producción, en Manabí, valorada en USD 9 millones. En ese lugar se fabrica exclusivamente detergentes.
"Se trata de la planta más automatizada que tiene la compañía, que duplica la producción mensual de detergente a 60.000 toneladas métricas anuales", sostiene La Fabril.
Eso se ha logrado a través de la implementación de nueva tecnología y diseños, que aumentan la velocidad de producción en un 30%.
Con la puesta en marcha de la nueva planta, La Fabril apunta al mercado internacional. "Dentro de los planes futuros está la exportación de detergente a países de América Latina", explica la empresa.
La planta, cuya construcción tardó un año y medio, lleva el nombre de Carlos González-Artigas Díaz, fundador de La Fabril, quien falleció en 2020.
Nuevos productos
En el portafolio de La Fabril ahora figuran desinfectantes, desengrasantes y gel antibacterial, dice Holger Aguirre, gerente comercial de las divisiones de panificación, horeca y belleza profesional de La Fabril.
A eso se suma la oferta de aceites con dosificador, en respuesta a la popularidad de las freidoras de aire. Esos artefactos usan un 70% menos de aceite que las freidoras convencionales.
"En Ecuador el 40% de la carta de los restaurantes corresponde a frituras", explica Guillermo Farfán, jefe de mercadeo Servei, unidad de negocio de La Fabril, que comercializar soluciones integrales al sector horeca.
En la oferta de la empresa también se encuentran premezclas y congelados, que son demandados por los sectores panificadores y horeca.
Capacitación a los negocios
Parte de la estrategia de La Fabril para afrontar los efectos económicos de la pandemia ha sido la atención a las empresas y los emprendimientos que usan sus productos. Es decir a la línea de negocio B2B.
Eso teniendo en cuenta que por la emergencia sanitaria el 40% de los negocios del sector horeca ha cerrado. Lo mismo ha ocurrido con el 30% de las peluquerías del país y con el 20% de panaderías, afirma Aguirre.
"Como parte de la reinvención de la empresa trabajamos junto a los aliados estratégicos para saber cómo seguir generando impacto en los clientes", sostiene Farfán.
Por ello La Fabril realizó varias acciones como:
- Capacitaciones virtuales sobre manejo de redes sociales, ventas en línea o métodos de pago.
- Asistencia de Brigadas de Limpieza, que analizan las necesidades de los negocios con base en la reconfiguración de los procesos.
Además en 2020 la empresa identificó nuevos clientes, como las cocinas fantasmas o virtuales, que no estaban siendo atendidas por no tener locales comerciales.
"Al mes tenemos 70 clientes nuevos, de los cuales la mayor parte es cocinas ocultas", dice Farfán.
Las cocinas virtuales son negocios sin fachada física para los clientes, pero sí comida para entregar a domicilio. Ese modelo de negocio se aceleró por las restricciones de movilidad para evitar contagios de Covid-19.
Aceite reciclado que se envía a Holanda
Durante la pandemia, La Fabril emprendió el reciclaje de aceite usado de cocina. "A los clientes un bidón de aceite les cuesta USD 31, de los cuales USD 10 se recuperan con la venta de un bidón de aceite utilizado", asegura Aguirre.
La recolección de aceite usado se realiza junto a la empresa Arc & Pieper, que lo exporta a Holanda, donde es transformado en biodiésel.
El biodiesel es un biocombustible que se obtiene a partir de lípidos naturales, como aceites vegetales o grasas animales.
Desde el lanzamiento de la iniciativa, en 2019, se ha reciclado más de 40.000 litros de aceite de cocina provenientes de negocios del sector horeca.
En el país no existe un registro actualizado de la cantidad de aceite comestible que se usa y desecha. Lo que se sabe es que en el sector horeca un 40% de aceite es desechado, es su mayoría en el desagüe con un alto impacto ambiental. Solo un litro de aceite usado puede llegar a contaminar hasta 100.000 litros de agua.
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