Ventas de bebidas alcohólicas caen y la informalidad gana espacio
En Ecuador un 20% de las ventas de bebidas alcohólicas se da en el mercado informal, que incluye productos de contrabando, falsificados y adulterados.
Un funcionario de Arcsa revisa bebidas alcohólicas, en un supermercado en Orellana, en 2019.
Arcsa/Twitter
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El sector de bebidas alcohólicas arrastra una contracción de sus ventas desde hace casi dos décadas, sostiene la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador (Adile).
Según esta organización, en 2004 se vendieron 17,6 millones de litros de bebidas alcohólicas, mientras que en 2020 las ventas fueron 7,8 millones de litros. Eso equivale a una caída de 56% en 16 años.
En 2017 hubo una ligera recuperación de las ventas gracias a la firma del acuerdo con la Unión Europea, que permitió reducir los precios de las bebidas que se importan desde ese bloque económico, explica Nixon Vergara, presidente de Adile.
Al igual que los licores, las ventas de cerveza se han contraído 39%. En el caso de la cerveza la baja se registra desde 2015.
Espacio para la informalidad
Según los representantes de la industria de bebidas alcohólicas, la baja de las ventas del mercado formal se debe a una serie de factores, entre ellos:
- Aumento de impuestos.
- Ley seca durante la pandemia.
- Disminución de ventas por cierre de bares, discotecas, restaurantes y hoteles.
La contracción de las ventas no significan una caída del consumo, que se mantiene y que se ha redirigido al mercado informal, es decir, contrabando, falsificación y adulteración, explica Vergara.
"El comercio informal de licores va ganando terreno", dice Antonio Cobo, representante del sector de bebidas alcohólicas.
"Según Euromonitor, en Ecuador más del 20% de las ventas de licores es informal".
Antonio Cobo
La migración del consumo hacia el mercado informal se debe, en parte, a la "falta de control de entidades como el Servicio de Rentas Internas (SRI) y la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa)", sostiene Vergara.
Según los representantes de la industria, si se controla el mercado informal el Estado podría recaudar USD 144 millones.
Aumento del ICE
En ese contexto, el sector se muestra preocupado por el proyecto de Ley Orgánica de Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal, que propone un incremento del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) en bebidas alcohólicas.
La propuesta del Ejecutivo plantea que el precio del litro de alcohol puro, para bebidas y productos farmacéuticos, pase de USD 7,18 a USD 10, es decir un incremento del impuesto de 39%.
Según la Adile, la medida derivaría en una contracción de las ventas de 21% frente a niveles prepandemia, es decir, 2019.
Si se analiza por tipo de bebida, el aumento del ICE al alcohol puro significaría los siguientes aumentos de precios:
- Vino con 12% de volumen de alcohol: 11%
- Whisky con 49% de volumen de alcohol:12%
- Aguardiente con 35% de volumen de alcohol: 21%
Según los profesionales de la salud, las bebidas alcohólicas sí deben estar gravadas con ICE, aunque la medida debería aplicarse en función del grado alcohólico de cada una.
El médico Esteban Ortiz, experto en salud pública, considera que los recursos que se recauden por tributos a las bebidas alcohólicas se deberían destinar a afrontar los efectos de su consumo excesivo, como accidentes de tránsito y violencia, además de controlar el mercado informal.
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