16 marcas compiten con vehículos eléctricos en Ecuador
Entre enero y mayo de 2022 en Ecuador se han vendido 128 vehículos eléctricos. Solo en mayo de 2022, se registró la venta de 42 unidades, la cifra más alta del año.
Flota de taxis eléctricos de la empresa BYD en Guayaquil.
Cortesía BYD
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La venta de vehículos eléctricos en el país mantiene un crecimiento sostenido, aunque su participación en el mercado aún es marginal.
En los cinco primeros meses de 2022, en Ecuador se vendieron 128 unidades eléctricas; esto es 18% más frente a igual período de 2021.
Según la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (CINAE), las ventas registradas entre enero y mayo de 2022 triplican las alcanzadas en igual período de 2018, cuando se comercializaron 46 vehículos eléctricos.
Participación es pequeña
Del total de vehículos vendidos en los primeros cinco meses de 2022, los eléctricos representaron el 0,25%. En igual período de 2018, la participación de autos eléctricos en el mercado fue apenas de 0,08%.
Aunque la participación de los vehículos eléctricos todavía es pequeña en el mercado, hay interés de las empresas. Entre enero y mayo de 2022, 16 marcas comercializaron este tipo de automotores en el país.
Según datos de CINAE, el 46% de las ventas de enero a mayo de 2022 son de tres marcas chinas: Dongfeng, Skywell y BYD.
En el listado también aparecen marcas como Audi y Tesla.
Los vehículos eléctricos varían según características como diseño y autonomía, es decir, cuántos kilómetros pueden recorrer hasta necesitar una carga de energía.
En marcas como Skywell, el modelo SUV de 520 km de autonomía cuesta USD 37.990.
El modelo BYD E2, que es un vehículo hatchback con 400 km de autonomía cuesta USD 26.000.
Jorge Burbano, gerente nacional de BYD Corporativo en Ecuador, explica que la empresa traerá este año cuatro nuevos modelos eléctricos para impulsar la demanda de estos autos.
La empresa ya comercializa 8 modelos en el país.
Incentivos para vehículos eléctricos
En 2022, el mercado tiene desafío de superar las ventas de 2021, cuando se comercializaron 280 unidades.
David Molina, director ejecutivo de CINAE, explica que la participación de estos vehículos no ha crecido de manera más acelerada, pese a que los clientes se interesan cada vez más por usar productos que no perjudiquen al medio ambiente y al alza del precio de la gasolina
Hay dos factores que explican este fenómeno. Uno es la escasa infraestructura para cargar con energía a los vehículos o electrolineras, explica Molina.
Un segundo factor es la competencia de precios con los vehículos híbridos.
Los vehículos eléctricos que llegan a Ecuador no pagan aranceles, ICE, ni IVA, para reducir costos y así incentivar su compra.
Pero las unidades híbridas tienen incentivos similares, es decir, no pagan aranceles ni ICE, por lo que los clientes suelen preferir este tipo de autos, dice Molina.
Transporte público
Para Jorge Burbano, gerente nacional de BYD, la transportación pública eléctrica también está impulsando el mercado.
Él considera que, si la transportación pública se vuelca a lo eléctrico, esto contribuiría a popularizar estos vehículos y demostrar a la ciudadanía lo positivo de su funcionamiento.
Burbano explica que entre 2017 y 2022, BYD ha invertido USD 7 millones en traer a Ecuador demos de buses y taxis para transportación pública, para desarrollar tecnología y para la implementación de infraestructura de electrolineras de carga rápida.
La empresa implementó 20 buses eléctricos en Guayaquil en 2019 y 30 taxis en 2020.
En 2022 BYD planea traer otros 70 taxis eléctricos a Guayaquil.
Los intentos por implementar buses eléctricos en Quito se han quedado en planes piloto, añade.
"Hemos intentado que se implemente un sistema de buses eléctricos en Quito, pero todo pasa por el Municipio. Y, con el cambio de autoridades, no ha sido posible".
En 2017, BYD entregó en comodato al Municipio de Quito un bus eléctrico que operó hasta 2020. Debido a la pandemia de Covid-19, el bus salió de circulación.
Es de esperar que el escenario cambie a futuro, pues la Ley de Eficiencia Energética, aprobada en 2019, establece que a partir de 2025 los vehículos que se incorporen al sistema de transporte público e interprovincial sean únicamente eléctricos.
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