Tasas de interés máximas se ajustarán según las condiciones económicas del país
El cambio en las tasas de interés máximas entrará en vigencia el 1 de enero de 2022. Se aplicará para nuevos créditos y reajustes de préstamos.
El neerlandés Max Verstappen festeja el título de campeón mundial de F1, después de ganar el Gran Premio de Abu Dabi, el domingo 12 de diciembre de 2021.
EFE
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Las tasas de interés activas máximas de ocho de los 13 segmentos de crédito disminuirán desde el 1 de enero de 2022.
Así lo dieron a conocer los representantes del Banco Central y la Junta de Política Financiera, en una rueda de prensa para explicar la nueva metodología de cálculo de las tasas de interés para el sistema financiero nacional.
"La fijación de las tasas de interés se ha hecho de manera técnica y transparente", afirma Paulina Vela, presidente de la Junta de Política Financiera.
Los ocho segmentos de crédito en los que las tasas de interés activas máximas o techos se reducirán son:
La reducción inicial de las tasas máximas de ocho segmentos es mínima si se compara con las vigentes. Por ejemplo, el segmento que más disminuirá es el microcrédito acumulación ampliada, con una baja de 1,45 puntos porcentuales.
En cambio, el segmento que menos se reduce es el productivo empresarial, con una baja de 0,32 puntos porcentuales.
El gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, sostiene que las tasas máximas podrán variar si hay cambios en las condiciones macroeconómicas y financieras del país.
Por ejemplo, si aumentan las exportaciones, el precio del petróleo y disminuye la inflación las tasas de interés máximas podrían disminuir.
Aunque, Avellán reconoce que si las condiciones son negativas "la metodología va a recoger ese escenario". Es decir, que las tasas máximas podrían elevarse.
Las tasas máximas se revisarán de forma semestral. "De forma excepcional, si las condiciones lo ameritan, los cambios podrían darse antes de los seis meses", dice Vela.
Se mantienen tasas máximas
En el caso de los otros cinco segmentos de crédito (educativo, educativo social, vivienda de interés público, vivienda de interés social e inversión pública) las tasas máximas vigentes se mantendrán.
¿Por qué? Porque son segmentos de crédito vinculados a política pública. Eso significa que su variación depende de la decisión del Gobierno, en coordinación con la Junta de Política Financiera.
En este grupo también entrarán los créditos de interés social con una tasa anual de 1% y hasta 30 años plazo, que estableció el presidente Guillermo Lasso, el 10 de diciembre de 2021.
Por lo tanto, se trataría de seis segmentos crediticios considerados de política pública.
Asumir los costos
Según Avellán, la nueva metodología para calcular las tasas de interés contempla cuatro indicadores:
- Costo del fondeo: Está asociado con los intereses y comisiones que pagan las entidades por captar depósitos y cubrir sus préstamos. Y los costos para acceder a financiamiento internacional y entregar créditos.
- Gastos operativos: Incluyen gastos, fijos y variables, que incurren las entidades por ofrecer financiamiento a sus clientes.
- Riesgo de crédito: Pérdidas en las que puede incurrir una entidad ante la posibilidad de que un cliente incumpla total o parcialmente con sus obligaciones.
- Costo de capital: Está asociado a la rentabilidad esperada de la entidad financiera e inversionistas, en donde se consideran las condiciones macroeconómicas del país.
La suma de esos cuatro factores da como resultado una tasa de interés de equilibrio referencial, que en el caso de las entidades financieras medianas o pequeñas es mayor. Por eso se establece como tasa máxima a una tasa de interés mayor a la de equilibrio.
Y los cuatro componentes son más altos para los segmentos de microcrédito, porque son operaciones que implican más costos y mayor riesgo.
Los costos son mayores en esos segmentos porque se hacen más operaciones a montos menores, lo que demanda más análisis, más oficiales de crédito y traslados a zonas alejadas del país.
Y las operaciones tienen mayor nivel de riesgo, porque "se trata de personas más vulnerables a contingencias como una enfermedad o accidente", sostiene Análisis Semanal.
En el caso de las tasas de los segmentos productivo e inmobiliario el cálculo para fijar la tasa máxima se hará con dos desviaciones estándar o bandas sobre la tasa activa referencial, que es la tasa promedio que aplican las entidades del sistema financiero.
"Eso se decidió porque son segmentos con mayor competencia y existe mayor información en la demanda al momento de solicitar un crédito", dice Avellán.
Se necesitan reformas
El Banco Central sostiene que el cambio en la metodología en el cálculo de las tasas máximas busca tres objetivos:
- Fortalecer la transparencia del cálculo de las tasas de interés máximas.
- Promover la eficiencia y competencia de entidades financieras para que la ciudadanía y negocios accedan a créditos en mejores condiciones.
- Identificar los indicadores económicos y financieros que presentan desafíos para plantear soluciones y promover tasas maás cmpetitivas a futuro.
Al ser consultado sobre la meta de aumentar la inclusión financiera y la posibilidad de liberar las tasas de interés, el gerente del Banco Central dijo que para eso se necesitan reformas.
"Para liberar las tasas de interés primero se debe reformar el Código Monetario y Financiero, que establece la obligación de fijar un sistema de tasas máximas", aseguró Avellán.
La inclusión financiera es una meta relevante en el sistema financiero, teniendo en cuenta que entre 2007 y 2019 el número de operaciones de crédito de la banca privada ha disminuido, mientras los montos se han elevado.
La caída en el número de operaciones responde a que las instituciones financieras disminuyeron la colocación de créditos pequeños, por los costos elevados que no se cubren con las tasas de interés máximas o techos que se han fijado.
"Cuando un Gobierno o una ley disponen la reducción de la tasa de interés artificialmente provoca una restricción a la oferta de crédito. Eso se debe a que hay prestamistas a quienes ya no les resulta rentable esa actividad, porque la tasa no cubre el precio real de otorgar un crédito. Y migran su oferta a clientes más grandes y de menor riesgo", sostiene Análisis Semanal.
Y eso ha derivado en personas que, al no ser sujetos de crédito, acuden a financiamiento informal.
Las personas que acceden a préstamos informales aceptan tasas de interés que llegan hasta 1.238% y plazos extremadamente cortos para devolver el dinero, según un reporte del buró de crédito Equifax.
Quienes incumplen esas condiciones se enfrentan al recargo diario adicional por cada día de atraso en los pagos del crédito y a constantes amenazas.
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