El 38% de los ecuatorianos teme al fracaso al comenzar un negocio
El miedo al fracaso sube hasta el 38% entre emprendedores, según el último estudio del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Ecuador.
Feria de negocios organizada por el Centro de Emprendimiento del Municipio de Guayaquil. Foto del 21 de abril de 2024.
Municipio de Guayaquil
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En entrevista con PRIMICIAS, el catedrático Paul Sarango Lalangui comenta los principales hallazgos del GEM Ecuador del Global Entrepreneurship Monitor, el principal estudio sobre emprendimiento en el país, el cual será presentado oficialmente a finales de junio de 2024.
La investigación se basó en una muestra de 2.000 personas de 19 provincias de Ecuador. Fue desarrollada por la Escuela de Negocios EDES, de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL); y la Escuela de Negocios ESPAE, de la Escuela Superior Politécnica del Litoral. Este informe se presenta luego de cuatro años, ya que el último GEM Ecuador se había realizado en 2019.
Lalangui, quien es coordinador del Grupo de Investigación en Innovación y Emprendimiento UTPL y miembro del equipo GEM Ecuador del Global Entrepreneurship Monitor, explica que uno de los cambios más notables del país es la disminución de la tasa de emprendimiento (TEA).
Así, la TEA pasó de 36,2% en 2019 a 32,7% en 2023/2024, lo que indica una menor actividad emprendedora temprana.
Otro hallazgo es que la tasa de empresarios establecidos aumentó significativamente de 14,78% a 23,98% entre 2019 y 2023/2024 sugiriendo una mayor estabilidad y sostenibilidad de los negocios a largo plazo.
El miedo al fracaso también aumentó ligeramente, lo que podría influir negativamente en la iniciativa emprendedora.
¿Cuáles son los principales hallazgos del estudio?
Más del 50% de los ecuatorianos considera que el emprendimiento es una opción válida como carrera profesional y tiene una percepción positiva de los emprendedores.
El 66% de la población encuestada conoce a alguien que ha iniciado un negocio. Además, el 44% de la población cree que es fácil comenzar un negocio en Ecuador y el 54% anticipa buenas oportunidades para hacerlo en el próximo año.
Cerca del 70% de los ecuatorianos se sienten capacitados para emprender, un porcentaje alto en comparación con 2019.
Sin embargo, el 38% de los ecuatorianos teme al fracaso al comenzar un negocio. La tasa de actividad emprendedora es del 32.7%, lo que equivale a tres millones de ecuatorianos involucrados en la creación o gestión de un negocio.
"El 38% de los ecuatorianos teme al fracaso al comenzar un negocio".
Los emprendimientos nacientes representan el 21%, un porcentaje menor con relación a 2019, mientras que los emprendimientos establecidos, que aún enfrentan necesidades, constituyen el 24%.
Por otro lado, los nuevos emprendimientos, que representan el 13%, deben superar el crítico "valle de la muerte" de tres años para establecerse en el mercado.
¿Cómo se caracteriza el emprendedor ecuatoriano?
La mayoría de los emprendimientos (70%) se enfoca en el sector de consumo y emplean entre una y cinco personas.
Solo el 8% de los emprendedores ha adoptado la tecnología e innovación, un porcentaje muy bajo que se incluyó en el estudio actual.
Sin embargo, el 26% de los emprendimientos ha incorporado el uso de redes y plataformas digitales, un factor clave para potenciar los negocios en Ecuador.
Un 26% de los emprendimientos ha incorporado el uso de redes y plataformas digitales.
En términos de género, el 34% de los emprendedores son mujeres y el 29% son hombres, aunque el miedo al fracaso es más alto entre la población femenina.
¿Qué avances y qué retrocesos hay con relación al informe de 2019?
Uno de los cambios más notables es la disminución de la TEA de 36.2% en 2019 a 32.7% en 2023/2024, lo que indica una menor actividad emprendedora temprana.
En contraste, la tasa de empresarios establecidos aumentó significativamente de 14,78% a 23,98%, sugiriendo una mayor estabilidad y sostenibilidad de los negocios a largo plazo.
El miedo al fracaso también aumentó ligeramente, lo que podría influir negativamente en la iniciativa emprendedora.
La tasa de empresarios establecidos aumentó, sugiriendo una mayor estabilidad y sostenibilidad de los negocios a largo plazo.
Otros indicadores, como las motivaciones para emprender por necesidad y por oportunidad, se mantuvieron constantes, al igual que las puntuaciones en financiación empresarial, políticas gubernamentales, y educación emprendedora en todos los niveles.
La infraestructura comercial y profesional, así como la infraestructura física y las transferencias de investigación y desarrollo, no mostraron cambios entre los dos periodos.
Estos resultados reflejan una estabilidad en ciertos aspectos del entorno emprendedor en Ecuador, aunque persisten desafíos como el incremento en el miedo al fracaso y una ligera disminución en las condiciones generales del entorno para el emprendimiento, medido por el puntaje NECI.
Uno de los hallazgos del estudio es que mejoró el indicador de emprendimientos por oportunidad que, a diferencia de los creados por sobrevivencia, tienen proyección de ser sostenibles en el largo plazo. ¿En cuánto mejoró este indicador?
La tasa de emprendimiento por oportunidad está en cerca del 40%. En el 2019 estaba en 38%.
Es un crecimiento importante, sobre todo en el rango desde los 35 años hasta los 50 años. Es posible que esas personas tengan una mayor formación y mejores oportunidades con base en su experiencia.
¿Qué otros hallazgo destaca del estudio?
Otros indicadores interesantes son:
- Percepción de oportunidades debido a la pandemia: 36,52% de los emprendedores ven oportunidades de negocio surgidas a raíz de la pandemia.
- Dificultad para iniciar un negocio: 67,85% de los emprendedores perciben una alta dificultad para iniciar un negocio en comparación con el año anterior.
- Expectativas de crecimiento bajas: 42,13% de los emprendedores tienen bajas expectativas de crecimiento.
¿Por qué cierran los emprendimientos en Ecuador?
El 40% de los emprendedores, es decir, cuatro de cada 10, cierra por falta de rentabilidad
El 22% o dos de cada 10 ecuatorianos cierra sus negocios por falta de financiamiento. Además, hay un porcentaje del 20% que cierra por problemas personales, con socios, de estructura.
Y finalmente, un porcentaje bajo, del 8%, cierra por el impacto de la pandemia, que aún se siente en el país. Estas son las cuatro principales causas por las que cierran los negocios.
¿Qué aprendió el emprendedor ecuatoriano luego de la pandemia de Covid-19?
Aprendió a tener flexibilidad en su modelo de negocio. La pandemia fue un duro golpe para las empresas, en especial, para las pequeñas y medianas que no tuvieron el capital para sortear la crisis.
No hay que olvidar que la mayoría de emprendimientos en Ecuador son de característica familiar. Muchas veces estos emprendimientos son producto de generación y generación, y la mayoría estaba en una situación cómoda, con un mercado establecido.
Con la pandemia cambiaron, ahora son negocios más flexibles, es decir, si un producto no responde lo cambian. Incluso, tienen un producto o línea de negocio complementario.
Por eso ahora vemos emprendimientos que están pasando el período de tres años del valle de la muerte y tienen potencial de tener escalabilidad en el mercado. De hecho, en América Latina están surgiendo los llamados unicornios.
¿En qué hay que trabajar para promover el emprendimiento?
Es un trabajo conjunto entre diversos actores de la sociedad, partiendo desde el Gobierno.
Es importante y urgente inyectar capital semilla y de riesgo para potenciar el emprendimiento a través de ONG, ministerios, incubadoras de empresas, que permita dinamizara los sectores más relevantes.
Es relevante y urgente inyectar capital semilla y de riesgo para potenciar el emprendimiento.
Es decir, no existe capital para apoyar ideas de negocio y eso es un tema al que el Gobierno tiene que poner atención.
Por otro lado, es crucial la participación de las universidades, que son las encargadas de generar programas acordes con los sectores donde operan.
Por ejemplo, la UTPL tienen una cátedra de innovación emprendimiento que sirve como un semillero y que se dicta en todas las carreras, desde Medicina hasta Agropecuaria, tengan competencias y habilidades en emprendimiento.
No quiere decir que todos abran empresas, sino que de los 400 estudiantes presenciales y de los más de 2.000 estudiantes en universidad abierta tengamos un 10% que alimente nuestra incubadora de empresas.
En este sentido, las universidades juegan un papel estratégico para potenciar estos semilleros.
Y los empresarios y emprendedores son también importantes, pues pueden servir como mentores, compartiendo sus fracasos y experiencias exitosas.
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