"Llegué a deber USD 38.000 a mis 27 años por tarjetas y préstamos"
Lea el testimonio de Ana María, una joven que se sobreendeudó y cómo logró, de a poco, ir saliendo de esta difícil situación económica.
Imagen referencial de tarjetas de crédito y débito.
PRIMICIAS.
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En Ecuador, alrededor 1,9 millones de personas cuentan con tarjeta de crédito, según la Asociación de Bancos Privados (Asobanca).
Y aunque esos tarjetahabientes hicieron consumos promedio de USD 205 hasta el primer semestre de 2023, hay personas que acumulan deudas mucho más altas, pues usan sus tarjetas más allá de lo que pueden pagar con sus ingresos.
A este problema se le conoce como sobreendeudamiento, explica Gonzalo Cucalón, economista experto en educación financiera.
Cucalón explica que una regla de mercado dice que la persona no debería tener deudas que sobrepasen el 40% de sus ingresos, añade.
"Si una persona apenas puede pagar sus gastos básicos con sus ingresos y no le queda dinero para pagar sus deudas, ya es una alerta de sobreendeudamiento", explica Cucalón.
Y añade que cuando una persona no paga a tiempo sus deudas, estas comienzan a crecer, por el interés regular del crédito y por el interés por morosidad.
Es el caso de Ana María, una comunicadora quiteña de 31 años, que llegó a deber USD 38.000 por deudas con tarjetas de crédito, crédito en casas comerciales y préstamos de familiares. Este es su testimonio:
"Hubo días en que dejé de comer por pagar las deudas"
Mi problema de endeudamiento creo que comenzó cuando todavía estudiaba en la universidad, porque pedí un crédito educativo de USD 18.000 para pagar mi carrera de comunicación corporativa y también me independicé y comencé a vivir sola.
Para independizarme compré cosas a crédito con una casa comercial. Creo que era un crédito a cuatro o cinco años plazo, y eso implicó terminar endeudándome mucho, por los intereses que cobran estos locales, en ese momento no me di cuenta de eso.
De todas maneras, al principio no tenía problema pagando, porque trabajaba en el sector público.
Mis deudas comenzaron a crecer más cuando terminé la carrera en la universidad y me metí a hacer una maestría en una universidad extranjera.
Esa maestría me costó USD 6.500 y pagué con tarjeta de crédito. Además, a la par, ese año decidí comprarme un carro nuevo, vendí el antiguo que tenía y pagué la diferencia con un avance en efectivo de la tarjeta.
Para ese momento tenía que pagar mis deudas con la casa comercial, un monto que todavía estaba pendiente del crédito educativo de mi carrera, la deuda de la maestría y lo del carro nuevo.
Era muchísima plata que tenía que pagar, y, además, vivía sola, tenía que costear todo lo que eso implica.
Era muchísima plata que tenía que pagar, y, además, vivía sola.
Me acuerdo que, en un momento, mi sueldo era de USD 1.000 y las cuotas de las deudas eran de USD 1.200, o sea, me faltaban USD 200 para pagar.
Incluso tenía que dar servicio de taxi en UBER, para completar el dinero que me faltaba. También comencé a traer zapatos de Estados Unidos para vender en Ecuador.
Tenía que dar servicio de taxi en UBER, para completar el dinero que me faltaba.
Llegó un momento en que mis deudas ya sumaban USD 38.000, no solo por la deuda de la tarjeta que eran unos USD 17.000; sino también por los préstamos de familiares, incluso tenía un crédito quirografario y lo de la casa comercial. Una locura.
Llegó un momento en que mis deudas ya sumaban USD 38.000.
Creo que fue el punto más grave en el que llegué a caer y, para empeorar las cosas, en ese momento comenzó la pandemia de Covid-19. Deber USD 38.000 y tener 27 años es grave.
Fue muy duro ese 2020, porque me quedé sin trabajo y tenía esa enorme deuda. En ese momento los zapatos que vendía los traía por Correos del Ecuador. Mucho de la deuda de la tarjeta era por esa mercadería.
Y todo se agravó porque durante el año de la pandemia cerró Correos del Ecuador y no me entregaron muchos paquetes, perdí dinero, además, hubo clientas que también me dejaron de pagar. Además, había comprado un tour a la India, sin saber que habría una pandemia.
Fue terrible tener tantas deudas, pero al menos nunca tuve que recurrir al chulco, que piden intereses altísimos. Además, es algo ilegal y es peligroso.
Yo sé que mucha gente recurre a los chulqueros en Ecuador, pero gracias a Dios yo sí tuve apoyo familiar. Mi familia también me ayudó con un préstamo, para pagarles poco a poco sin intereses.
Pero sí sentí ansiedad, era muy preocupante. Había noches en que no dormía, me preocupaba mucho, ya no sabía de dónde más sacar dinero.
Había noches en que no dormía. Ya no sabía de dónde más sacar dinero.
En estos años hice muchos esfuerzos para ir pagando mis deudas y sí fueron bajando, pero en abril de 2021 decidí hacer un acuerdo de pago con la tarjeta y refinanciar el monto que tenía pendiente, que eran unos USD 8.000.
Con el refinanciamiento la cuota quedó en USD 221, que me da más tranquilidad. Además, ya hace 10 meses estoy con un trabajo nuevamente.
Estuve en una encrucijada antes de decidir si refinanciaba o no, porque sabía que al hacerlo se alargaba el plazo y aumentaban los intereses, pero al final lo hice. Ahora siento que tengo más libertad financiera.
Ahora siento que tengo más libertad financiera.
Luego de casi tres años, ya estoy terminando de pagar lo que refinancié de la tarjeta, me quedan por pagar USD 3.926. Aunque sumando las otras deudas que no son de la tarjeta, todavía debo pagar USD 8.712.
Muchas veces hasta dejé de comer, por no gastar y tener dinero para pagar las deudas, y sé que mucho de esa deuda creció por intereses. Pero ahora tengo 31 años y entiendo que esas son las consecuencias de una irresponsabilidad mía, de haberme sobreendeudado.
Yo no tuve desde pequeña una educación financiera, pero fui aprendiendo en el camino, con los errores aprendí lo que no debía hacer.
¿Cómo usar correctamente la tarjeta?
La Asobanca hace estas recomendaciones para usar correctamente la tarjeta de crédito:
- Sea puntual en el pago de las cuotas. Marque la fecha de pago en su calendario o agenda.
- Utilice el pago mínimo en casos de emergencia.
- Elabore un presupuesto para definir un límite de consumo.
- No use la tarjeta para diferir compras de montos bajos, para estas transacciones es mejor usar la tarjeta de débito o transferencia.
- Difiera las compras de bienes de larga duración como ropa o electrodomésticos.
- Revise su estado de cuenta con regularidad para controlar que sus gastos no excedan su capacidad de pago.
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