El sector atunero de Manabí se organizó para resistir al paro
Las empresas atuneras de Manabí tenían una reserva de insumos para 21 días. Si el paro continuaba, la industria iba a perder USD 5 millones diarios.
Imagen general de la flota pesquera en Manta, Manabí.
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La tensión aumentaba conforme pasaban los días. El paro nacional iba por su tercera semana y el stock de insumos del sector atunero de Manabí comenzaba a escasear en las bodegas.
La Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros cuenta que la industria corría el riesgo de paralizar sus actividades si las movilizaciones indígenas continuaban, pues la existencia de latas, etiquetas, gomas o insumos para el personal, estaba al límite.
Mónica Maldonado, directora ejecutiva de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa), explica que cada empresa tiene un stock de insumos para 21 días, por lo que si la situación no mejoraba, tenían que "bloquear y paralizar la industria".
Además, los ejecutivos atuneros ya calculaban las pérdidas: USD 5 millones diarios. El sector atunero nacional exporta USD 1.000 millones al año.
Datos del Banco Central de Ecuador (BCE) indican que los principales mercados del atún ecuatoriano son la Unión Europea (51%), Latinoamérica (28%), Estados Unidos (13%), Reino Unido (7%) y otros países (1%).
Luigi Benincasa, director de la Asociación de Atuneros del Ecuador (Atunec), asegura que la flota que consigue el producto primario para la producción sí se vio amenazada, debido a que las tripulaciones necesitaban “comida, productos frescos, especialmente frutas y legumbres”.
Y la preocupación se trasladó a sus redes sociales.
Manta estuvo en alerta naranja
Durante los 18 días del paro, el sector atunero de Manta estuvo en alerta naranja, pero no paralizó su producción, pese que sus principales proveedores de insumos están en Cuenca, Ambato y Quito, donde se focalizó el bloqueo vial.
Para Maldonado, ahí nació la principal preocupación, porque además la venta nacional de conserva de atún está en la Sierra central.
“No teníamos posibilidad de llegar a ese sector, lo que significaba una pérdida”, sostiene.
Los atuneros aseguran que nunca pensaron en un plan de contingencia, porque esperaban que se habilitaran las vías o que se abriera un corredor humanitario.
Una "tormenta perfecta"
Si el bloqueo de vías continuaba, el sector debía enfrentarse a la veda del atún en julio, a la falta de insumos, pérdida de la materia prima y, lo más grave, al cierre de empresas.
Este último problema tendría otras consecuencias, como el riesgo de las plazas de empleo. Según datos de CEIPA, en esta industria trabajan al menos 20.000 personas.
Manta concentra el 70% del total de las exportaciones de conservas de atún de las empresas de Manabí, lo que representa también el 70% de la exportación nacional en la balanza comercial.
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