Erosión regresiva se ubica a 89 metros del poblado de San Luis
La erosión regresiva en el río Coca amenaza con destruir las viviendas de los pocos habitantes que aún tiene San Luis. En este sector de Napo hay 52 familias en riesgo de perderlo todo.
La erosión regresiva en las márgenes del río Coca está a 89 metros del barrio San Luis, en Napo. Imagen del 11 de diciembre de 2021.
GAD El Chaco.
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El barrio San Luis, en Napo, tenía futuro, según los pocos habitantes que recorren con paraguas y botas las destruidas calles del sector.
Lo dicen ante el riesgo de que el fenómeno natural de erosión regresiva y lateral, que amenaza las márgenes del río Coca desde febrero de 2020, los deje sin nada.
Hasta antes de febrero de 2020, el valle del río Coca estaba ubicado a 1 kilómetro de distancia del poblado, pero luego de un año y 10 meses, la erosión está a 89 metros del poblado San Luis.
Unos 15 árboles y unas cintas amarillas con la palabra "peligro" separan a la erosión de las casas de madera y cemento.
La casa más cercana a la erosión pertenece a Adriana Carranza, de 31 años de edad.
Su vivienda de 65 metros cuadrados, y de hormigón armado, es una de las infraestructuras que ya presentan daños por las vibraciones que genera la erosión.
Las autoridades del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) le notificaron que, cuando la línea erosiva esté a 50 metros de su casa, deberá abandonar el lugar.
En el caso que esto ocurra, el Municipio de El Chaco se comprometió a pagar un arriendo -en un lugar seguro- a las familias damnificadas, con el fin de no activar albergues temporales.
Pero, si bien por la emergencia este barrio debería estar inhabitado, a San Luis llega más gente.
En los últimos dos años, el poblado pasó de 100 a 300 habitantes puesto que se crearon fuentes de trabajo para contener la erosión:
- La construcción de nuevas variantes tras la rotura de los oleoductos y un poliducto.
- El arreglo de la vía Quito-Lago Agrio, destruida en varios tramos.
- La construcción de obras de emergencia para ralentizar el fenómeno erosivo en el lecho del río Coca.
"Nos sentimos abandonados"
Varios moradores del barrio no saben a dónde ir en el caso de que la erosión siga aumentando, pues su único activo está en San Luis.
“No puedo ni dormir pensando en que podría morir en el momento menos pensado. Además, será duro salir, no tengo a donde ir”, señala Carranza, una madre soltera, responsable de ayudar a sus dos hijos.
Muy cerca, María Múnera vive en un refugio temporal. Meses atrás, la erosión destruyó su casa, conocida como la "casa rosada" porque era un lugar de entretenimiento nocturno.
En el refugio lleno de goteras e inestable por las vibraciones de la tierra, Múnera lamenta que las autoridades solo se preocupen por la infraestructura del Estado y no por la situación de las familias.
"Nos sentimos abandonados", dice Múnera. Su casa es una de las dos viviendas destruidas por el fenómeno natural, según el SNGR.
Daños en cientos de viviendas
Según el último informe de la SNGR, producto de la erosión existen 14 viviendas impactadas y 127 casas en riesgo de derrumbarse.
El informe de Gestión de Riesgos también revela que hay 52 familias en riesgo, lo que equivale a 225 personas, la mayoría del barrio San Luis.
Por ahora, existen seis familias de San Luis que podrían ser reubicadas a zonas más seguras, como en la ciudad de El Chaco, según la SNGR.
El subsecretario del SNGR, Rodrigo Rosero, asegura que están levantando información en San Luis para identificar a las personas que podrían ser atendidas con servicios sociales: viviendas, bonos y asistencia humanitaria.
Mientras que el subsecretario del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), Ricardo Narváez, expresa que no todos podrían ser beneficiados.
Esto ocurre porque la normativa legal del Miduvi establece que se puede atender -de manera prioritaria- a las familias que solo tienen un bien.
Aunque "eso no significa que el resto de personas no serán atendidas", aclara Narváez.
"En el barrio existen 148 predios, pero eso no asegura que sean 148 beneficiarios. Solo 40 personas son propietarios de un solo activo y el resto es propietario de más de un bien", agrega el Subsecretario.
Por ello, los moradores critican que la respuesta de las autoridades es muy lenta y que hay muchas familias que podrían perder sus viviendas.
Barrio, pero desde 2019
Hasta antes de 2010, San Luis se componía de "tres casas". La zona era una especie de "dormitorio de plásticos", que era usado por personas para descansar, antes de arribar hasta sus fincas, ubicadas al otro lado del río Coca.
Pero en ese año todo cambió con el inicio de construcción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair por parte de la empresa china Sinohydro.
La obra fue inaugurada en 2016 y es la hidroeléctrica más grande del país, con una potencia instalada de 1.500 megavatios.
A partir de allí, los moradores construyeron más casas y entre la constructora china y el Gobierno se habilitaron varios servicios básicos.
El lugar, en su momento, albergó a más de 800 personas. Y en diciembre de 2019, San Luis fue declarado como barrio.
Dos años después de su fundación, San Luis corre el riesgo de desaparecer por efectos de la naturaleza.
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