Riesgo país cierra a la baja en 1.774 puntos a puertas de las elecciones
El riesgo país de Ecuador ha bajado 256 puntos desde el 3 de agosto de 2023, en medio de las expectativas del mercado por los resultados de las elecciones del domingo.
Una mesa electoral durante el simulacro efectuado en Cuenca el 13 de agosto de 2023.
Cortesía CNE.
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El riesgo país de Ecuador continua a la baja. El indicador, que mide las probabilidades de un país de pagar su deuda externa, cerró en 1.774 puntos el 17 de agosto de 2023, a puertas de las elecciones presidenciales anticipadas que se realizarán el próximo domingo.
Lo anterior significa una caída de 256 puntos frente al pico de 2.033 puntos que alcanzó el indicador el 3 de agosto de 2023, uno de los más altos en 36 meses y el peor durante el Gobierno de Guillermo Lasso.
La caída del riesgo país de los últimos días refleja un ligero optimismo del mercado por un cambio en la tendencia de los resultados de las elecciones presidenciales del domingo próximo.
Los inversionistas creen que el binomio correísta, de Luis González y Andrés Arauz, que lideraba las últimas encuestas del 10 de agosto, ha perdido fuerza los últimos días.
Lo dice Siobhan Morden, directora gerente de Santander Investment Securities, que es parte del banco español Santander, en un reporte del 15 de agosto.
Y añade que "la nostalgia de la estabilidad económica bajo el expresidente Rafael Correa no es suficiente ancla para los votantes que quieren un cambio, en especial, tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio".
"Esto valida el reciente repunte de los precios de los bonos de Ecuador y puede sugerir una mayor alza, pero depende de la compensación entre los resultados de la consulta del Yasuní y la fuerza del candidato no correísta en la segunda vuelta", dice Morden.
Los ecuatorianos también deberán decidir, una consulta popular que se realizará el 20 de agosto, si están de acuerdo con cerrar las operaciones del bloque petrolero ITT, ubicado en el Yasuní.
Esto podría reducir los ingresos petroleros del Estado y mellar aún más las cuentas fiscales, que se vienen deteriorando.
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