Restricciones de última hora alteran los planes del sector productivo
Los más golpeados por "el sacrificio de 15 días", como lo catalogó Juan Zapata, director general del Servicio Integrado de Seguridad ECU-911, son los hoteles, los restaurantes y los vendedores de monigotes.
Imagen referencial. Un restaurante en el cantón Samborondón, en Guayas, en noviembre de 2020.
Municipio de Samborondón/Facebook
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El sector productivo ha empezado a recibir cancelaciones y devoluciones, y avizora una disminución de ventas y posibles pérdidas después de que el Comité de Operación de Emergencias (COE) estableciera nuevas restricciones de movilidad para evitar contagios durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Representantes de diferentes sectores coinciden en que lo principal es salvaguardar la salud de la población, pero critican que las decisiones se tomen con poco tiempo y que no se justifiquen científicamente.
"No estamos en contra de las restricciones, pero las medidas deben tomarse con base en los datos epidemiológicos".
Francesca Ferrero, presidenta de la Asociación de Restaurantes de Guayas y médico.
"Los hoteles ya registran cancelaciones, los restaurantes tendrán que desperdiciar los insumos con los que se abastecieron, por la reducción del aforo", sostiene Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ).
Los más golpeados por "el sacrificio de 15 días", como lo ha catalogado Juan Zapata, director general del Servicio Integrado de Seguridad ECU-911, son el sector hotelero, los restaurantes y los vendedores de monigotes, para quienes las dos últimas semanas del año eran fundamentales.
“Diciembre siempre ha sido el mes en el que se evalúa el año y se decide cerrar o mantener los negocios. Con decisiones como las actuales los empresarios se desaniman”, afirma Diego Vivero, representante de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha.
Reactivación 'golpeada'
Diciembre era uno de los meses más importante para la economía ecuatoriana. Históricamente representaba cerca del 11% de las ventas y exportaciones del año, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).
En 2019, por ejemplo, esas ventas y exportaciones de diciembre ascendieron a USD 22.515 millones, de los cuales el 97% o el equivalente a USD 20.939 millones fueron generados por el sector privado, según la CCQ.
En 2020, un año golpeado por la pandemia de Covid-19 esa cifra se contraerá. La CCQ estimaba una caída de ventas del sector privado de USD 1.500 millones frente al mismo mes de 2019.
Con las nuevas restricciones, esa contracción sería de, aproximadamente, USD 2.000 millones.
Malas noticias para el turismo
Entre enero y octubre de 2020, el sector turístico tuvo una disminución de sus ingresos de 40% o el equivalente a USD 944 millones frente al mismo período de 2019. Eso la convierte en la actividad con mayor contracción por la pandemia.
En este tiempo, el sector también ha perdido cerca de 50.000 empleos, según la Federación de Cámaras de Turismo (Fenacaptur).
El sector recién comenzó a reactivarse en los últimos meses, con la flexibilización de las medidas para los últimos feriados del 9 de Octubre, Día de los Difuntos e Independencia de Cuenca.
Y diciembre se presentaba como un 'pequeño salvavidas' para el sector turístico: solo en el feriado de Fin de Año de 2019 el gasto total llegó a USD 83 millones, siendo el más alto de todos los festivos de ese año.
Ciudades como Esmeraldas, Manta y General Villamil ya tenían hoteles con reservar de hasta 100%, pero tras los anuncios de medidas como las restricciones vehiculares en todo el país, cierre de playas y toques de queda empezaron a registrarse cancelaciones.
Si iban a establecer restricciones debían hacerlo con tiempo, para que el empresario no invierta pensando que iba a haber una reactivación.
Holbach Muñetón, presidente de la Fenacaptur
El dirigente empresarial agrega que "con la poca liquidez que tienen las empresas los anuncios a última hora se traducen en pérdidas, porque los clientes piden devoluciones del dinero que ya se invirtió".
Y no solo los representantes del sector han mostrado su preocupación sobre las nuevas medidas, sino también algunas autoridades.
Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil, se solidarizó con el sector turístico.
"El Gobierno debe dictar medidas que permitan la reactivación económica del turismo, de lo contrario el colapso significará desempleo y pobreza".
Gloria Gallardo, Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil
Ayer, 22 de diciembre, la ministra de Turismo, Rosi Prado de Holguín, precisó que los hoteles podrán operar al 100% de su capacidad, aunque si deberán cumplir el aforo máximo de 30% en sus salones de eventos.
'Toque de queda' a las cenas
El toque de queda, las restricciones de movilidad, la reducción del aforo al 30% y la ley seca son los cuatro golpes que recibieron los restaurantes el 21 de diciembre. Para este sector este mes es importante por las cenas navideñas, que también han empezado a ser canceladas.
"Las medidas son inoportunas porque, desde hace dos semanas, los restaurantes tenían reservaciones para esta temporada y desde ayer están siendo canceladas", dice Vivero.
En eso coincide Ferrero, quien agrega que "con el toque de queda nuestra facturación va a caer a la mitad. En el sector de restaurantes el 50% de la facturación depende del horario nocturno, la hora pico es a las 21:00".
A eso se suma la reducción del aforo. "Por ejemplo, mi establecimiento tiene 180 metros cuadrados, por lo que mi capacidad es de 85 personas. Durante la pandemia mi capacidad fue de 75 clientes y en este momento se reduce a 27 personas. ¿Cómo ser rentables?", dice Ferrero, quien agrega que eso desencadenará en despidos.
Para Vivero que los restaurantes formales cierren antes de las 22:00 se traducirá en la migración de los eventos sociales a las casas de familiares y amigos, donde las autoridades no podrán controlar el aforo.
Los representantes de los restaurantes piden claridad y coordinación para la aplicación del toque de queda.
Sin quema de monigotes
Quienes también están preocupados por las nuevas restricciones son las personas que elaboran y comercializan monigotes, que son muñecos que representan al año que termina y que se queman antes del inicio del nuevo año.
El presidente Lenín Moreno dijo, el 21 de diciembre, que la quema de monigotes en 2020 está prohibida, aunque en las resoluciones del COE Nacional no se establece nada.
"Esta semana es crucial para nosotros. Hasta el domingo los monigotes se estaban comercializando con tranquilidad, pero ayer las ventas murieron", afirma Eddy Zambrano, presidente de la Asociación Monigotes Solidarios de la 6 de Marzo de Guayaquil.
Zambrano explica que, si bien las ventas no están prohibidas, la restricción de la quema es un perjuicio directo para los artesanos que se dedican a la elaboración de los muñecos todo el año para venderlos desde el 15 de diciembre.
Cada artesano hacen entre 150 y 900 monigotes al año, que se comercializan en promedio en USD 20. Según Zambrano, en el país hay cerca de 20.000 artesanos de monigotes.
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