Ministro Cueva dice que luchará contra exenciones tributarias
El Ministro de Finanzas, Simón Cueva, dice que el país está dejando de recibir por exenciones tributarias USD 5.000 millones cada año.
El ministro de Finanzas, Simón Cueva, durante una reunión el pasado 8 de junio de 2021.
Cortesía MEF
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En entrevista con PRIMICIAS, el ministro de Finanzas, Simón Cueva, revela detalles del plan económico del Gobierno de Guillermo Lasso, y habla de que una reforma tributaria para que las personas de mayores ingresos sean las que más contribuyan para sacar al país adelante.
¿Cuáles serán las líneas generales de la reforma tributaria que el Gobierno va a presentar?
Hay que tener en cuenta que los ejes de la nueva política económica son tres: lograr que el crecimiento sea sostenido porque es la única forma de crear empleo de calidad; de conseguir una estabilidad fiscal, con equidad y solidaridad y, por último, lograr un manejo honesto, transparente y eficiente de los recursos públicos.
Esa combinación de tres factores es lo que le permitirá a la economía ecuatoriana un crecimiento mayor y que la gente pueda volver a la normalidad.
Hay que ir asegurando en el mediano plazo un manejo serio y creíble de las finanzas públicas para que el país sea más confiable en el contexto internacional, y para que el endeudamiento público siga una trayectoria ordenada.
¿Por dónde atacarán primero?
Esas tres patas que he mencionado deben ir juntas, y acompañadas de un seguimiento cuidadoso de cómo vamos saliendo de la pandemia de coronavirus. La pandemia es un shock muy fuerte para el país no solo desde el punto de vista de sanitario y de su costo humano, sino también desde el punto de vista económico.
¿Y entonces qué medidas hay sobre la mesa?
Salir de la pandemia es clave para la recuperación. Por eso, la prioridad es acelerar el plan de vacunación. Por ejemplo, según información del SRI (Servicio de Rentas Internas) las ventas acumuladas cayeron un 14% en el último año.
Para la reactivación de la economía habrá varias medidas, una de ellas es la disponibilidad de USD 350 millones para que la banca pública, como la Corporación Financiera Nacional (CFN), y las cooperativas ayuden a las pequeñas empresas, a las mujeres y a los sectores indígenas.
Esto permitirá que la economía ecuatoriana recupere ingresos y, quizás, que sean menos necesarios los gastos de apoyo a los sectores de menores ingresos.
¿Cuáles son las otras 'patas' del plan?
Otra pata del plan es cuidar el gasto público, reducir fuertemente aquello que no sea necesario y tener una austeridad real. Y, la tercera pata, es asegurarnos de que tendremos más ingresos a mediano plazo para el Estado.
Ingresos que pueden provenir de varias fuentes, como lo que ya estamos haciendo en materia de combatir la elusión y la evasión tributaria y, para ello, será necesario tener acuerdos tributarios y de intercambio de información tributaria no solo con Estados Unidos sino también con otros países.
El SRI tendrá acceso en los próximos meses a información de 200 jurisdicciones, incluidos paraísos fiscales. Y, además, tiene una unidad de grandes contribuyentes que estamos reforzando.
Y si hacen falta más ingresos, pues habrá que buscar formas de que sean los sectores de más arriba de la pirámide (de ingresos), es decir, los que menos han sufrido en esta crisis y que, incluso, incrementaron sus ahorros, los que contribuyan más.
Esto podría incluir otras decisiones para impulsar la economía, pero ninguna estará encaminada a tocar el bolsillo de los más vulnerables.
¿Qué otras decisiones?
Luchar contra exenciones tributarias, que es luchar contra el gasto tributario porque es lo que el Estado deja de recibir:
Y, otros temas que toquen a los de más arriba de la pirámide. No quiero adelantarme a dar detalles por tres motivos: porque eso se está discutiendo, porque este es el Gobierno es de diálogo y cualquier decisión que se proponga no será sorpresiva sino abierta, discutida y explicada; y porque estamos trabajando con los organismos multilaterales para asegurar financiamiento en buenas condiciones financieras y de largo plazo para que el país transite en este proceso de forma ordenada.
Usted dijo que quienes ganen más de USD 500 al mes deberían contribuir, luego ese umbral se subió a USD 900. ¿Quiénes deben pagar impuestos y qué impuestos para mejorar los ingresos del Estado por el lado tributario?
Yo hice unas declaraciones que, probablemente, fueron malinterpretadas y sacadas de contexto, pero lo que quisiera aclarar es que el país tiene una lógica desigual, con desigualdades estructurales y la crisis del Covid-19, como en otros países, ha acentuado estas desigualdades.
Esto ha hecho que la gente que vive al día tenga que enfrentar una situación angustiosa y, por otro lado, las personas que tienen una alta capacidad de ahorro, en general, hayan mejorado su situación en la crisis porque han tenido menos gastos.
En ese contexto, lo sano para la economía ecuatoriana es pensar en soluciones, en que los de más arriba contribuyan. Yo no quiero lanzar más cifras para que no se me malinterprete el concepto.
Aunque sí tendremos que buscar la forma de combatir la elusión, la evasión, y de reducir las exenciones y, de ser el caso, pedir un apoyo adicional a los de más arriba.
Es una variable que tenemos que programar y mirar en contexto con el ritmo de cómo evoluciona la economía, de cómo afinamos el gasto público, de cómo atraemos inversión privada y del ritmo de acceso a al financiamiento externo.
Nosotros esperamos hasta agosto o septiembre ya tener cerrado un programa serio, creíble y de mediano plazo para que el Gobierno dé paso el apoyo de cooperación internacional, que nos permita conversar con la población y pedir medidas a la Asamblea Nacional si fuera necesario.
¿Cuáles son las exenciones y excepciones tributarias que se van a revisar?
Varias, a esto se lo conoce como gasto tributario, que es lo que el Estado deja de recibir porque de alguna manera en la ley hay exenciones sobre lo que se tiene que pagar.
Estamos dejando de recibir por exenciones tributarias USD 5.000 millones cada año. No significa que todo hay que cambiarlo. Le doy un ejemplo, una exención es que los productos de primera necesidad no pagan IVA, no tiene sentido alguno tocar esto en la situación actual.
No se va a tocar ningún tema que afecte a los de más abajo (de la pirámide de ingresos).
Pero hay temas más complejos, por ejemplo, analizar con más detalle las exenciones del Impuesto a la Renta para las personas naturales o jurídicas y mirar qué exenciones son las más útiles y las menos útiles.
¿Cuándo enviará la reforma tributaria a la Asamblea?
En los próximos meses, estamos cerrando todo el tema de contexto. Primero la discutiremos abiertamente.
¿Cuánto se puede recaudar con la reforma en 2022?
Eso todavía está en discusión porque dependerá de cómo avance la recuperación económica, dependerá del precio del petróleo, que va asociado a los ingresos fiscales.
Y estamos en discusiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para afinar el programa de crédito que tenemos vigente porque el contexto macroeconómico ha cambiado.
Porque este Gobierno tiene un horizonte de planeación mucho más largo y, por lo tanto, a este programa se lo puede ver con más tiempo y con más horizonte y eso permitirá la reducción de la deuda pública de forma sostenida y ordenada, sin que, necesariamente, las magnitudes que estaban previstas inicialmente en el programa con el FMI se tengan que cumplir.
Eso en conjunto hay que revisarlo y, cuando tengamos un programa afinado técnicamente, tendremos el respaldo internacional y el respaldo nacional.
Otra propuesta del presidente Lasso fue la reducción del ISD. Esto depende de un Decreto Ejecutivo. ¿Cuándo lo emitirán?
En efecto, el presidente Lasso habló de que la reducción será gradual a lo largo del periodo de gobierno.
Al igual que otros temas, vamos a cumplir con las promesas del Presidente, pero desde luego una reducción del Impuesto de Salida de Divisas (ISD) tiene un impacto fiscal y hay que medir el momento para hacerlo y cuál es la mejor forma de ir logrando una recuperación económica.
¿Será este año?
Ya lo tendremos que ver.
¿Pudo el actual clima de agitación regional demorar la presentación de la reforma tributaria?
No necesariamente. El clima regional muestra una clara conciencia en el mundo, debido al Covid, de que hace falta apoyar a los sectores más necesitados, pero esto no implica tomar decisiones sorpresivas sino dialogadas.
Teniendo en cuenta que el Gobierno tiene cuatro años por delante, es muy sano tomarse un tiempo para analizar, para debatir y para discutir.
¿Qué necesita Ecuador, más plazo para cumplir las metas con el FMI o metas de ajuste más blandas?
Necesitamos asegurarnos, como todo nueva administración que llega, de que el programa con el FMI respalde los objetivos y las prioridades del Gobierno.
Eso significa mirar el ritmo de reactivación y analizar una de las prioridades, que son impulsar la apertura comercial y la atracción de inversiones.
En ese contexto, el nuevo Gobierno quiere que esto funcione y quiere tomarse el tiempo para ello. Hemos discutido con el Fondo y está previsto que en agosto cerremos un programa con metas revisadas, que asegure financiamiento internacional del FMI y de los otros organismos multilaterales.
¿Es posible que los USD 6.500 millones del programa original con el Fondo se incrementen?
Todo puede ser discutido con el Fondo, en especial, si se alarga el tiempo del acuerdo.
¿Cómo atacar problemas como la necesaria reducción de la masa salarial del Estado en momentos en que crece el desempleo?
Es un tema grande y complejo. Parte del proceso es priorizar el gasto público. Este Gobierno quiere hacer énfasis en las necesidades esenciales del servicio público para los ciudadanos. Estoy hablando de salud, educación, de protección social a los más necesitados y de apoyo a las personas mayores, por citar algunos ejemplos.
Pero, al mismo tiempo, pensamos que hay áreas como obras públicas, minería, hidrocarburos y energía en las que el sector privado puede contribuir y participar más, para liberar recursos públicos en esos ámbitos y focalizarlos en otras prioridades.
Esto implica un cambio de percepción y de estrategia que permita que el Estado, realmente, se enfoque en lo que debe. Y por otro lado, ir combatiendo a diario los temas de corrupción, de despilfarro y hacer una revisión del gasto público. Estamos en ese proceso y eso toma tiempo.
¿Implica esto la reducción del número de funcionarios públicos?
Eso habrá que discutirlo con todos los ministerios.
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