Los recicladores aún buscan la manera de que su trabajo sea rentable
20.000 familias se dedican al reciclaje en Ecuador.
Renarec, Facebook
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Desde hace 30 años, Laura Guanoluisa recicla cartón, papel, vidrio, tetrapack y dispositivos electrónicos. Al inicio trabajaba de forma individual. Recuerda que, en ocasiones, los recicladores peleaban en la escombrera por el material, pero eso les permitió entender que era mejor unirse y formar una asociación.
"Pensamos que no debíamos pelearnos, sino buscar otro método para trabajar y optimizar nuestros recursos", dice Guanoluisa. Ella es la líder de la Red Nacional de Recicladores de Ecuador (Renarec).
La Red se formó en 2008. Es una organización jurídica compuesta por 50 asociaciones que en total suman 1.500 familias, de las 20.000 que en Ecuador clasifican basura para obtener material que pueda reutilizarse y venderse.
Los ingresos, sin embargo, no son suficientes Al mes, una persona percibe en promedio entre USD 190 y USD 220 por tres toneladas de material reciclado.
"Es un problema porque los recicladores no llegan al salario básico (USD 394) y, por lo tanto, tampoco acceden a la seguridad social", dice Felipe Toledo, responsable de la Fundación Avina en Ecuador, que es parte de la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR).
Hace dos años, la Red de Recicladores empezó a trabajar junto con la IRR, compuesta por organizaciones y multinacionales, para crear un modelo de negocios que permita a las asociaciones de recicladores ser autosustentables.
Cambios en el negocio
Parte del cambio estructural en el negocio del reciclaje ha sido el destino final del material.
"Ahora, todo el producto se acumula, se clasifica y se vende a la industria, de esta forma negociamos directamente", dice Guanoluisa.
Entre las empresas que empezaron a apoyar a los recicladores y que tienen convenios con ellos están Coca Cola, con su embotelladora Arca Continental; Pepsico, Enkador y Tetrapack. Además de Grupo KFC, centros comerciales y constructoras.
En el caso de Tetrapack, la empresa "ayuda a los recicladores a mejorar las rutas de recolección o entrega herramientas de protección personal", según Mónica Montes, experta de economía circular de la empresa.
Montes agrega que, con estas acciones, la multinacional se beneficia porque "minimiza sus operaciones al reducir su contaminación".
Los cambios en el modelo del reciclaje también han hecho que este negocio sea inclusivo. Adultos mayores y personas con discapacidad también laboran en el sector.
El rol del sector público
Este modelo de negocio busca también una contraparte del Estado. El objetivo es que los municipios reconozcan un pago a los recicladores porque reducen ciertos costos que significa la recolección de basura, como transporte y personal.
Otro tema pendiente con el sector público es el reciclaje del PET, un tipo de materia prima plástica derivada del petróleo, con el que se hacen las botellas. Para los recicladores este material es el más rentable. Esto se debe a que en 2012 el PET fue gravado con el Impuesto Redimible a las Botellas Plásticas no Retornables (IRBP).
Este impuesto establece que "por cada botella plástica se aplicará la tarifa de hasta USD 0,02. Este valor se devolverá en su totalidad a quien recolecte, entregue y retorne las botellas", según el Servicio de Rentas Internas (SRI).
Aunque, en los últimos años el beneficio que suponía reciclar este material se ha reducido.
"Cuando se estableció el IRBP se pagaba hasta USD 1 por un kilo de PET. Pero, esta fórmula ha cambiado y el precio se ha reducido cada año. Los recicladores perciben USD 0,45 por un kilo de este material", sostiene Toledo.
Según dice, los recicladores solicitan al gobierno que se mantenga la formula del IRBP porque era un incentivo al reciclaje.
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