Quién es Nilsen Arias, el centro del escándalo en Petroecuador
Del negocio de vidrio, Nilsen 'El Gordo' Arias saltó a la AGD y luego a Petroecuador, donde fue pieza clave dentro de varios negocios turbios con el petróleo ecuatoriano.
Nilsen Arias (segundo desde la izq.); el entonces ministro Rafael Poveda; Bo Qiliang, gerente de Petrochina; Óscar Herrera, de Seguros Sucre, y Xing Zhang, de Andes Petroleum, durante una visita a China el 11 de abril de 2013.
Desaparecido Ministerio Coordinador de los Sectores Estratégicos
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Nilsen Arias, ahora procesado por la justicia estadounidense, manejó entre 2010 y 2017 la exportación de 948 millones de barriles de petróleo ecuatoriano, mientras cobró sobornos que suman al menos USD 20 millones.
Eran los 'años dorados' de Arias, quien se había constituido en el todopoderoso gerente de la oficina de Comercio Internacional de Petroecuador.
Quienes lo conocieron dicen que tenía línea directa con el entonces presidente, Rafael Correa, en Carondelet, que gozaba de más poder que los mismos ministros de energía a los que vio desfilar mientras él se mantenía en el cargo.
Le llamaban 'El Gordo' e imponía respeto. Ahora se halla en Estados Unidos, libre bajo fianza, y la Corte de Justicia del Distrito Este de Nueva York lo procesa por conspiración para el lavado de activos.
Arias quedó enredado en este proceso judicial por haber tratado de blanquear los sobornos que recibió durante años de manos de por lo menos ocho empresas de trading, que son las intermediarias que compran y venden petróleo y combustibles.
Las investigaciones de la justicia estadounidense revelan que Arias participó en tres esquemas de corrupción, que involucraron a la petrolera estatal Petroecuador y a las ocho traders.
‘El Gordo’ coordinaba y ofrecía condiciones favorables a las empresas de trading, a la vez que les vendía información interna y confidencial de Petroecuador.
Se rompe el vidrio
El millonario negocio de venta de petróleo de Ecuador estuvo siete años en manos de un hombre alto, fornido, extrovertido, al que todos llamaban 'ingeniero' pero que no tiene un título superior registrado ante la Secretaría de Educación Superior (Senescyt).
Con su frondosa personalidad ascendió peldaños en la sucursal colombiana de una empresa de origen mexicano, dedicada a la fabricación de vidrios para vehículos.
Al punto que le encargaron que abriera la sucursal en Ecuador.
Corría 2008 y Arias fue denunciado por los accionistas de la empresa por abuso de confianza. Lo señalaban de haber "distraído valores por USD 280.000" de la filial ecuatoriana, sin justificación.
Después de este tropiezo, Arias reapareció en 2008 como administrador de la empresa Eica, de propiedad de los hermanos Isaías y que luego pasó a manos del fideicomiso AGD No Más Impunidad.
En 2009 fue nombrado administrador del cementerio Monteolivo, que también formaba parte del fideicomiso AGD No Más Impunidad.
Salió de este último cargo tras denuncias de supuestas irregularidades, como contratos de construcciones sin permiso y contratación de parientes.
Luego de esos naufragios corporativos, Arias recibió en 2010 el encargo de manejar el área más sensible de Petroecuador: la Gerencia de Comercio Internacional.
Los padrinos
De acuerdo con el asambleísta independiente Fernando Villavicencio, a pesar de los escándalos que marcaban su carrera, Arias ascendió al cargo más codiciado de Petroecuador porque tenía padrinos al más alto nivel.
"Nilsen Arias era la persona de confianza de Rafael Correa y Jorge Glas", dice Villavicencio.
Además de ser vicepresidente de la República, Jorge Glas, hoy en prisión, era el encargado de manejar todos los sectores estratégicos, incluyendo el petrolero.
El patrimonio de Arias fue examinado por primera vez por la Contraloría en 2016, mediante informe especial DAEPCyCP-0054–2016.
En las declaraciones patrimoniales, Arias registró una vivienda valorada en USD 142.000 en Tumbaco. Pero omitió el derecho de usufructo de un departamento en el edificio Parque Central, en Cotocollao en Quito.
En 2013, su esposa recibió en donación una suite de parte de su mamá. El avalúo del inmueble es de USD 60.160. Parecía un hombre más de clase media.
Pobre rico
Arias también reportó haber adquirido en 2011 un auto Ford Escape, lo pagó con la venta de dos vehículos: un Honda de USD 18.000 y un Mercedes Benz de USD 10.000. Pero estos dos últimos no fueron incluidos en la declaración patrimonial de 2010.
Otro vehículo reportado a nombre de su esposa, es un Ford Explorer, avaluado en USD 52.792, no justificó de dónde provino el dinero para comprar este auto.
En 2014, la esposa de Arias compró un Mercedes Benz de USD 90.000, con un crédito de la empresa Administraciones Carey del Sur, domiciliada en Panamá.
La misma empresa le pagaba a la esposa de Arias USD 15.000 al mes por servicios que no logró justificar ante la Contraloría.
En total, la esposa de Arias no pudo justificar, según el organismo de control, USD 343.674 de una de sus cuentas bancarias.
Arias declaró tener en 2015 ahorros de USD 4.136 en cuentas bancarias. Para 2017, cuando dejó Petroecuador, declaró no tener dinero en el banco.
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