De paneles solares al uso de residuos, así cuidan las pymes el ambiente
Las iniciativas para reducir la contaminación y reutilizar residuos en diez pequeñas empresas recibirán apoyos económicos de la Unión Europea, a través del proyecto Green Circular de Fedexpor.
Colocación de paneles solares en la planta de la empresa AlimentArte, que produce bebidas y harinas de chocho.
Cortesía AlimentArte
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Diez pequeñas y medianas empresas (pymes) de Ecuador invierten para reducir la contaminación en sus procesos y reutilizar los residuos.
Las iniciativas se enmarcan en la llamada economía circular. Mientras en los modelos de negocios tradicionales la regla es "usar y botar", la economía circular es una práctica que implica reducir los residuos al mínimo.
Los proyectos planteados por las pymes son innovadoras. Van desde la instalación de paneles solares hasta la producción de superalimentos con cáscara de huevo o la reutilización del agua generada en los procesos de limpieza de las plantas.
Por sus iniciativas, estas diez empresas resultaron ganadoras dentro del programa Green Circular, un proyecto de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y cofinanciado por la Unión Europea (UE).
El programa comprende varias fases, incluida la capacitación a los negocios. Green Circular también creó una plataforma digital para medir la aplicación de prácticas de la economía circular. Hubo 145 negocios participantes.
Los resultados de la plataforma evidenciaron que el grado de aplicación de la economía circular es muy bajo en el país, cuenta Isabel Quiroz, gerente del proyecto Green Circular.
Green Circular recibió un apoyo de USD 1,5 millones de la UE. Parte de esos recursos se destinarán para financiar los proyectos para aplicar prácticas de economía circular, dice García.
Los apoyos económicos van desde USD 25.000 hasta USD 50.000 por proyecto.
A continuación, le presentamos las historias de tres pymes ganadoras, que recibirán cofinanciamiento de la UE para sus proyectos de economía circular.
Producto a base de cáscaras de huevo
¡No los tire! Reuse los residuos. Es el principio de economía circular con el que Ovomas, una pequeña empresa ubicada en Ambato, no solo quiere reducir su impacto en el ambiente, sino crear oportunidades de negocio y empleo.
La pyme elabora ovoproductos, como: claras, yemas y huevos líquidos, pausterizados y sin cáscara. Cada mes, la empresa procesa unos 400.000 huevos al mes, aunque el volumen varía según la temporada del año.
La operación genera toneladas unas 4 toneladas de residuos de cáscara de huevo al mes. Ovomas convertirá el 100% de esos residuos en dos productos en polvo.
El primero será a base de cáscara de huevo, que es rica en carbonato de calcio. Y, el segundo, provendrá de la membrana, que es rica en ácido hialurónico, colágeno y condroitina.
Ambos productos se pueden usar en las industrias alimenticia, farmacéutica y cosmética, explica Francisco Pérez, socio de la empresa, quien está a cargo del desarrollo e investigación de los productos.
El proyecto requiere una inversión de más de USD 100.000, que se cofinanciará con un aporte de la Unión Europea.
Ovomas inició los procesos para adquirir la maquinaria y construir la planta, que se prevé esté lista en dos años.
"Uno de los objetivos del proyecto es incluir mano de obra local, que vive en la zona rural, para que tenga una fuente de ingreso", dice Luis Sánchez, socio de Ovomas, que fundó la empresa con Pérez.
Reusar cromo de la curtiembre
Optimizar el uso de los recursos es un principio de la economía circular que pondrá en práctica Promepell, una pequeña empresa de curtiembre, ubicada en Ambato.
En Ecuador, la actividad de la curtiembre, en especial la informal, utiliza gran cantidad de agua, además de químicos como sulfuros y cromo, que son tóxicos para la salud y el ambiente.
Promepell quiere apoyar en reducir las descargas de agua contaminada al ambiente de las empresas de este sector.
Con ese objetivo, esta pyme construirá un sistema de tratamiento de aguas residuales que permitirá reducir hasta 90% de las descargas de cromo y sulfuros al ambiente y, a su vez, la reutilización de estos químicos en los procesos.
La planta es para el uso propio de Promepell, pero también prestará servicios a terceros, en especial para pequeños productores que no tienen recursos para implementar estas tecnologías.
De ese modo se reduce, además, la exposición de los productores artesanales a químicos contaminantes, dice César Gavilanes, gerente de Promepell, quien prevé que la planta de tratamiento esté lista a finales de 2022.
Una producción más limpia abre la posibilidad de obtener sellos verdes y, con eso, hallar más oportunidades de exportación, añade Gavilanes.
Promepell produce 10.000 cueros al mes y ha realizado algunos envíos a varios mercados, como el asiático.
"Iniciamos la operación con una visión de responsabilidad con el ambiente y así queremos seguir", dice Gavilanes.
Una planta con paneles solares
Use fuentes de energía renovable. Gustavo Guerrero, gerente de la empresa AlimentArte SA BIC, aplicará esta práctica de la economía circular en su emprendimiento desde agosto de 2022.
La estrategia inicial de esta pequeña empresa, ubicada en Quito, fue maquilar sus bebidas y harina a base de chocho, que compra a comunidades indígenas. El proyecto tiene triple impacto, según Guerrero, que son: social, ambiental y económico.
El siguiente paso fue construir su propia planta, en Amaguaña, que se espera esté operativa en agosto de 2022.
La nueva planta utilizará energía fotovoltaica en un 100%, lo que le permitirá tener ahorros mensuales de USD 2.700 al mes, para reducir los costos de producción y redireccionar esos recursos a la creación de más productos.
"El excedente de energía se entregará a la red pública, con lo que apoyamos a la economía del país", dice Guerrero.
Se evitará la emisión de 11 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año que se habrían emitido si usaba energía fósil en los procesos productivos.
"Solo tenemos un planeta y queremos ayudar a conservarlo", dice Guerrero.
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