La producción petrolera de Ecuador lleva tres años estancada
Retrasos en la aprobación de las licencias ambientales, cortes de electricidad y bloqueos por parte de las comunidades indígenas han frenado las metas de producción de crudo.
La plataforma Tambococha, en el bloque ITT, el 4 de marzo de 2022.
Cortesía Petroecuador.
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Pese a que las metas eran ambiciosas, Ecuador cerrará 2022 con una producción petrolera estancada.
El país ha extraído 479.714 barriles diarios de petróleo en promedio en lo que va de 2022, según la Agencia de Regulación y Control de la Energía y Recursos Naturales No Renovables.
Ese volumen es apenas un 1% más comparado con la producción promedio de 2021 y apenas igual a la de 2019.
El estancamiento de la producción ocurre en un escenario de altos precios del petróleo, que no han podido ser aprovechados.
Entre enero y octubre de 2022, el petróleo ecuatoriano se vendió a USD 89,19 por barril, según el Banco Central. Esto es, un 50% más frente al mismo periodo de 2021.
Proyectos en pausa
El Gobierno de Ecuador esperaba que la mayor parte del incremento de producción proviniera de las operaciones de la petrolera estatal Petroecuador, que extrae el 70% de petróleo de Ecuador.
Pero los proyectos tomaron más tiempo del previsto. Petroecuador lanzó un concurso para rehabilitar 100 pozos cerrados, con inversión privada, pero aún no se ha adjudicado.
La mayor apuesta para incrementar la producción petrolera era el desarrollo del bloque 43- ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini).
Retrasos en la aprobación de las licencias ambientales, cortes de electricidad y bloqueos por parte de las comunidades indígenas han impedido que el ITT alcance las meta de producción de 2022.
Cortes de energía
Los cortes de electricidad que han provocado interrupciones en la operación de Petroecuador han sido recurrentes en 2022.
Por ejemplo, un corte de energía ocurrido el 5 de mayo de 2022 resultó en una baja de 30.000 barriles diarios en los campos petroleros Edén Yuturi y el bloque ITT.
La extracción del ITT cayó a 43.233 barriles el 15 de noviembre, tras un corte de energía y el paro de una comunidad indígena que bloqueó el paso de trabajadores al bloque.
Otro apagón registrado el 11 de diciembre provocó la salida de operación de 728 pozos petroleros y la pérdida de 56.165 barriles en un solo día.
A estas interrupciones se sumaron las ocasionadas durante el paro de junio, que duró 18 días, y que produjo pérdidas de USD 329 millones.
Producción en 2023
En el actual escenario, llegar a una meta modesta de un promedio de 514.759 barriles diarios en 2023 parece un desafío.
El gobierno de Guillermo Lasso se comprometió a declarar una moratoria petrolera hasta que se apruebe una ley de consulta previa a las comunidades que habitan en las áreas de influencia de los proyectos petroleros.
Otra barrera es la decisión del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de dar paso a una consulta popular, promovida por el colectivo ecologista Yasunidos.
La consulta busca dejar bajo tierra el petróleo del bloque ITT, que ya está en plena producción y con la infraestructura instalada.
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