Muere la producción de algodón en Ecuador por cuatro problemas
La decisión de no seguir plantando algodón, a partir de 2021, implica cambios para los agricultores y para el sector textil de Ecuador.
Un trabajador en una plantación de algodón en Ecuador, en 2020.
Iniap
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Los representantes de los productores de algodón de las provincias de Manabí y Guayas, la Corporación Funalgodón y la empresa La Fabril decidieron no seguir plantando y desmotando algodón en Ecuador a partir de 2021.
Es lo que se desprende de un comunicado enviado al ministro de Agricultura, Xavier Lazo, y al ministro de Producción, Iván Ontaneda.
La decisión responde a una serie de factores, entre ellos:
- El mortal golpe de la pandemia de Covid-19.
- La crisis de la industria textil ecuatoriana, que experimentó una caída de sus ventas domésticas de 9,9% en 2020.
- El aumento de costos por la escasez de mano de obra para la recolección de la cosecha.
- Mejores rendimientos con otro tipo de cultivos.
Por eso "en los últimos años se han plantado solo siembras marginales de algodón", sostiene el comunicado enviado a los ministros.
De exportar al adiós
Todo esto contrasta con el boom del algodón en los años 90. "En ese entonces incluso llegamos a exportar algodón", afirma Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE).
Que la producción de algodón haya tenido un declive hasta llegar a su final, en Ecuador, se debe sobre todo al fenómeno de El Niño de 1998 y del cual los agricultores no pudieron recuperarse tras años y años.
"A inicios de la década de 1990 la superficie de cultivos de algodón alcanzó aproximadamente las 35.000 hectáreas, pero desde 2010 fue inferior a las 5.000 hectáreas. En 2018 se registraron apenas 213 hectáreas cosechadas", según un documento del proyecto +Algodón de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de 2019.
En casi 30 años los cultivos de algodón en el país se redujeron en 99%.
PRIMICIAS consultó al Ministerio de Agricultura si tenía planes para reactivar el cultivo de algodón, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta.
El declive
El cultivo de algodón en Ecuador, que inicialmente fue introducido para su procesamiento en la industria aceitera, jugó un gran papel en el sector agrícola entre las décadas de 1970 y 1990.
Pero el potencial del algodón fue roto por el trágico fenómeno de El Niño de 1997 y 1998, que ocasionó la muerte de decenas de personas en Ecuador, dañó infraestructura vial y destruyó buena parte de los cultivos, explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Representó pérdidas para el país por USD 3.000 millones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Solo en el sector productivo los daños ascendieron a cerca de USD 1.516 millones.
"La permanencia de las tierras agrícolas bajo el agua impidió la siembra de varios cultivos en el ciclo siguiente por el nivel de daños ocasionado en los terrenos. Ese fue el caso de las siembras de arroz, algodón, maíz amarillo, hortalizas, frutales y soja", sostiene la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El Niño es un fenómeno meteorológico que consiste en el calentamiento del océano Pacífico, lo que causa el aumento de la temperatura del mar y produce intensas lluvias en algunas zonas, mientras que trae sequía en otras.
El fenómeno de 1997 y 1998 es considerado uno de los más graves en los últimos 70 años.
A partir de entonces recuperar los cultivos y la producción de algodón en Ecuador fue una tarea cuesta arriba porque se perdieron las semillas y se dejó de investigarlas.
Esta serie de eventos desafortunados desembocó en un menor rendimiento de los cultivos de algodón nacionales, lo que hizo menos competitivo al país.
Según un estudio de la FAO en 2012 en el país se obtenían 0,73 toneladas de algodón en fibra por hectárea, por debajo de la media mundial.
Ya para 2017 los números empeoraron cuando el rendimiento fue de 0,53 toneladas de algodón en fibra por hectárea.
Lidiando con las consecuencias
La decisión de no continuar con la producción de algodón implica cambios para los agricultores y para el sector textil.
Los algodoneros que quedaban en el país ya migraron hacia el cultivo de maíz, que "representa mejores oportunidades de negocio," y quienes participaban en el desmonte de algodón fueron reasignados a otras labores de La Fabril, sostiene el comunicado de los representantes del sector.
El algodón es la fibra que más procesa el sector textil en el país, por lo que la decisión de los productores de finalizar el cultivo a partir de 2021 significa buscar proveedores en el exterior.
"Como industria textil lo mejor sería tener materia prima local, porque los volúmenes serían mayores, la cadena de valor más corta y el manejo de los inventarios más eficiente", afirma Díaz.
Díaz agrega que la decisión de los productores de algodón de Ecuador es entendible al tratarse de un cultivo que ha acabado siendo ineficiente en cuanto a costo y volumen.
En ese contexto la estrategia del sector textil ahora es "tratar de hacer compras grupales de algodón en el exterior para aumentar el volumen y así negociar mejores precios", explica Díaz.
El principal país desde el que Ecuador importa algodón es Estados Unidos. Le siguen Brasil, México, Colombia y Perú.
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