Desmontar esferas del poliducto Pascuales-Cuenca cuesta USD 20 millones
Para evitar el colapso del Terminal de Cuenca, que es parte del poliducto Pascuales-Cuenca, Petroecuador trasladará dos tanques de almacenamiento de gas licuado de petróleo (GLP) a Chorrillos.
Petroecuador estabiliza la zona de acceso a las esferas de gas doméstico, del Terminal Cuenca, el 22 de marzo de 2023.
Cortesía Petroecuador
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Petroecuador no pudo salvar toda la infraestructura de la Terminal de Productos Limpios de Cuenca, ubicada en el sector de Challuabamba.
La terminal es parte del poliducto Pascuales-Cuenca. Petroecuador ha iniciado el retiro de dos esferas de almacenamiento de gas de uso doméstico o GLP.
Rafael Armendáriz, gerente de Transportes de Petroecuador, explicó a PRIMICIAS que el retiro de las dos estructuras es urgente.
Esa la conclusión de los últimos estudios realizados sobre el terreno, donde está ubicada la terminal de almacenamiento del poliducto.
El desmontaje de las esferas o tanques es la primera etapa de los trabajos necesarios para evitar el colapso de la terminal, en el norte de Cuenca.
La intervención ha empezado cuatro años después de que el Gobierno declaró en emergencia al poliducto Pascuales-Cuenca, que fue construido por cuestionada la empresa brasileña Odebrecht.
En enero de 2019, Petroecuador determinó que las obras no cumplían con estándares internacionales para la operación.
Hay serios daños en los suelos, que comprometen la estabilidad de las esferas y los tanques de almacenamiento de combustibles.
Esferas serán trasladadas
El contrato para el desmontaje, traslado e instalación de las esferas de gas GLP tiene un costo de USD 20,6 millones. Su plazo de ejecución es de 510 días, desde febrero de 2023.
Los recursos para esos trabajos han sido considerados dentro del proceso judicial que el Estado ecuatoriano inició contra Odebrecht por daños y perjuicios.
El desmontaje de las dos estructuras empezó con la habilitación de la vía de acceso y la estabilización del área en que se ubicarán los montacargas.
Las esferas serán llevadas al terminal de GLP de El Chorrillo, en Guayas.
Las esferas vacías pesan 170 toneladas. La capacidad de almacenamiento de cada una es 3.200 toneladas métricas.
"Se trata de un trabajo de ingeniería muy complejo. Desmontar esferas es algo que casi no se ve, demanda una técnica especial"
Rafael Armendáriz, gerente de Transporte de Petroecuador
Cuando las esferas hayan sido retiradas, Petroecuador hará un estudio para conocer el estado del terreno.
"Hay un desplazamiento paulatino de los suelos desde que comenzó la construcción de la terminal", dice Armendáriz.
En la parte superior de la terminal existen tanques que no se utilizan porque están ubicados en las zonas donde la tierra se está desplazando.
Estudios posteriores a la construcción concluyeron que en el sitio donde está la terminal el terreno es inestable, pues hay corrientes subterráneas de agua.
Pero lo anterior no fue previsto ni por la constructora Odebrecht ni por la firma que hizo los estudios de ingeniería básica, que es Caminosca.
Futuro incierto para la terminal
En una segunda etapa, Petroecuedor planea hacer una remediación de los suelos y el tratamiento de las aguas subterráneas.
Trabajos iniciarán el año que viene (2024), detalló Armendáriz.
Una tercera etapa será la rehabilitación de la zona inferior, donde están los tanques de gasolina y diésel. Pero el futuro de la Terminal de Productos Limpios de Cuenca no es claro.
Petroecuador espera la actualización del estudio realizado por la Escuela Politécnica (EPN-Tech) para asegurar la infraestructura y "tomar las decisiones adecuadas sobre este tema", informó la entidad estatal a PRIMICIAS.
El informe de la Politécnica revela que la terminal fue construida en un sitio inestable y con fallas activas.
El poliducto funciona al 83%
En la terminal hay infraestructura que está asegurada y permite atender la demanda de combustibles la zona sur del país. El despacho de gasolinas y diésel por el poliducto es normal.
El poliducto Pascuales-Cuenca, de 215 kilómetros de longitud, funciona al 83% de su capacidad, según datos de enero y febrero de 2023.
La capacidad se mide en dos tramos: Pascuales-La Troncal (1.800 barriles por hora o BPH) y La Troncal-Cuenca (900 BPH).
Con fallas y sobreprecio
La construcción del poliducto Pascuales-Cuenca inició en 2013 y tenía un plazo de dos años, pero se extendió 12 meses más.
El presupuesto inicial era USD 272 millones, pero costo final fue de USD 623 millones. Los trabajos nunca fueron recibidos por Petroecuador.
Esta obra fue construida, durante el gobierno de Rafael Correa, para solucionar el problema del transporte de combustibles y GLP desde Guayaquil hacia el sur de Ecuador.
El GLP o gas doméstico y las gasolinas llegaban a Cuenca desde la terminal El Chorrillo (Guayas) y se almacenaban en las esferas y tanques.
Pero a pocos meses de haber empezado a funcionar, saltaron las alertas: el suelo tenía grietas de gran tamaño y la terminal empezó a hundirse.
Tras dos años de operación, Petroecuador suspendió en 2018 el despacho de GLP en la terminal y solo quedó operativo el almacenamiento de gasolinas.
En 2020, el Estado demandó a Odebrecht por USD 281 millones, alegando fallas en el poliducto Pascuales-Cuenca, mientras que la empresa brasileña demandó a Ecuador por USD 174 millones, por la terminación unilateral del contrato.
Odebrecht argumenta que no es responsable de los problemas de la obra y responsabiliza a Caminosca. Ese litigio todavía está en los tribunales.
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Aunque Odebrecht se enorgullece de la calidad de su ingeniería y construcción, el poliducto tiene fallas y la Terminal de Cuenca está por caerse.
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