Se duplica el número de usuarios del sistema financiero en Ecuador
Una mayor inclusión financiera significa que menos personas acuden a métodos como el 'chulco', una práctica ilegal que consiste en el cobro de intereses excesivamente altos por un préstamo.
Personas en una agencia de BanEcuador, el 21 de diciembre de 2020.
BanEcuador/Facebook
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En cuatro años el número de personas con acceso a productos y servicios financieros pasó de 4,8 millones en 2016 a 8,5 millones en Ecuador.
Eso significa que para 2020 el 75% de los adultos, personas mayores de 15 años, están incluidos en el sistema financiero nacional, según un reporte del Banco Central (BCE).
"Estos niveles de acceso casi duplican a los que existían en diciembre de 2016, fecha desde cuando el BCE lleva el registro de datos sobre inclusión financiera", sostiene el Banco.
De los 8,5 millones de adultos que tienen cuentas de ahorro, cuentas corrientes, depósitos a plazo, cuenta básica, créditos, tarjetas de débito o tarjetas de crédito, 4,4 millones son hombres y 4,1 millones son mujeres.
"En términos sociales, una mayor inclusión financiera significa que menos personas acuden a mecanismos como los préstamos informales, es decir, a los chulqueros", explica la Asociación de Bancos Privados de Ecuador (Asobanca).
El chulco es una práctica ilegal que consiste en prestar dinero de manera informal, con un cobro de intereses excesivamente alto y, muchas veces, el pago está sujeto a amenazas.
Cómo crece la inclusión
El crecimiento de la inclusión financiera en el país responde a varios factores, entre ellos:
- Desarrollo de productos y servicios que se acoplan a las necesidades de cada segmento de la población.
- Digitalización de productos y servicios financieros. Mayor acceso de las personas a Internet y a dispositivos móviles inteligentes.
- Ampliación de la cobertura de los servicios financieros. En el caso de la banca el número de corresponsales no bancarios había crecido 21,1% a noviembre de 2020, frente al mismo mes de 2019.
"La banca ha trabajado por hacer más sencilla y dinámica la experiencia de acceso a sus productos y servicios. Ahora una persona puede abrir una cuenta de forma presencial o digital, solo debe presentar un documento de identificación como la cédula o el pasaporte", según Asobanca.
Cambios por la pandemia
Las restricciones de movilidad y de contacto durante la pandemia de Covid-19 incidieron en una mayor adopción de servicios financieros en 2020.
Daniel Patrón es una de las personas que ingresó en el sistema financiero el año pasado. Por la emergencia sanitaria tuvo que abrir una cuenta bancaria para recibir su salario.
"Antes mi jefe me entregaba el salario en efectivo, pero por la pandemia y el miedo a los contagios me pidió que abriera una cuenta para depositarme el dinero", explica Patrón.
"Las herramientas de pago digitales y las plataformas virtuales de los bancos reemplazaron en mayor medida a las transacciones en efectivo durante este período", sostiene la Asobanca.
Generación X y Millennials
De los 8,5 millones de clientes del sistema financiero el 52% es hombre y el 48% mujer.
En cuanto a la edad, el 36% de los clientes del sistema financiero tiene entre 31 y 45 años. Por lo tanto el grupo etario con mayor participación en el sistema son personas de la generación X, nacidas entre 1960 y 1980, y de la generación Y, también conocida como millennial.
A la generación Y pertenecen aquellas personas que nacieron entre 1980 y 1996.
Que las personas que tienen entre 31 y 45 años de edad sean las que más participan en el sistema financiero se debe a dos factores: se encuentran en edad de trabajar y están familiarizadas con el uso de tecnología.
El sistema financiero es uno de los sectores que en los últimos años ha avanzado en términos de tecnología, para hacer más accesibles sus servicios y productos, como en el caso de Banco Pichincha, que desarrolló la aplicación De Una! para pagar cobrar y mover dinero de forma digital.
Hasta septiembre de 2020 esta plataforma tenía 80.000 afiliados, de los cuales 18.000 eran negocios.
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