La petrolera NSE espera negociar con Ecuador y evitar arbitraje
Lo que queremos es que nos dejen invertir, dice el presidente de la petrolera NSE, José Francisco Arata, que busca ampliar sus contratos en los bloques 16 y 67.
Recorrido del ministro de Energía, Xavier Vera-Grunauer (izq.), junto a ejecutivos de la petrolera NSE, por el bloque 16, ubicado en el Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana.
Mónica Orozco / PRIMICIAS
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El presidente de New Stratus Energy (NSE), José Francisco Arata, confía aún en entablar una negociación con el gobierno de Ecuador y no llegar a un arbitraje. La empresa canadiense busca que se atienda su petición de seguir en los bloques petroleros 16 y 67, cuyos contratos expiran a final de año.
Arata consideró que "sería un suicidio" para el país que no se haga la multimillonaria inversión que tienen prevista para elevar su producción.
NSE está listada en la Bolsa de Valores de Canadá y a cargo de los bloques 16 y 67 a través de su filial Petrolia.
Arata indicó que tiene derecho a solicitar la extensión de los contratos y a que se forme una comisión negociadora.
Reversión de bloques
Pero, de momento, el Gobierno abrió un proceso de reversión de los yacimientos para que regresen al Estado.
"Hay mucha gente pescando en río revuelto. Hay muchos intereses de terceros para que esto revierta a Petroecuador. El ministro de Energía (Fernando Santos Alvite) dijo que Petroecuador era un antro de corrupción", dijo Arata, que ve "incompatible" la reversión con la negociación.
Hay muchos intereses de terceros para que esto (bloques 16 y 67) revierta a Petroecuador.
Francisco Arata, presidente de NSE en Ecuador
Plan de la petrolera NSE
NSE busca un nuevo contrato de 15 años bajo la modalidad de participación, lo que facilita el acceso al financiamiento.
Con un contrato de participación, el Estado tiene una participación en la producción del petróleo. Mientras tanto, el privado asume las inversiones, algo que, de acuerdo a Arata, generará un mejor reparto de beneficios para ambas partes.
Petrolia opera bajo un contrato de servicios, donde recibe una tarifa por barril extraído y el Estado se queda con el 100% del petróleo.
Arbitraje, último recurso
En caso de que no se forme la comisión negociadora, "tenemos una responsabilidad con todos nuestros accionistas y tendríamos que recurrir a todos los instrumentos legales y jurídicos, de arbitraje nacional e internacional, para que se nos respete ese derecho", indicó Arata.
"Al final del día, lo que pedimos es que nos dejen invertir", dijo en referencia a la política de promoción y atracción de inversiones extranjeras que maneja el gobierno del presidente Guillermo Lasso.
"Lo que nos interesa es perforar pozos, aumentar producción, generar empleo y generar beneficios tanto para la nación como para las comunidades (indígenas) que están trabajando de la mano con nosotros", continuó.
Arata añadió que lo que menos quieren es entrar en litigios legales.
La inversión prevista
El empresario y geólogo venezolano recordó que, cuando a finales de 2021, adquirieron las acciones que la española Repsol tenía en ambos yacimientos, su idea fue extender los contratos y estar en Ecuador a largo plazo.
La inversión contemplada por la compañía para los dos próximos años es de USD 200 millones. El objetivo es elevar su producción de los actuales 15.000 barriles diarios a unos 25.000 barriles diarios.
De esa forma, NSE prevé lograr entre 70 y 90 millones de barriles adicionales en los próximos 15 años, con un valor de USD 715 millones.
Arata señaló que, con ese dinero, "el Gobierno puede hacer muchas obras de infraestructura, obras sociales, hospitales, escuelas, carreteras".
"No debemos perder este tren. Estamos en un ciclo de precios altos del petróleo y hay que aprovecharlo. Retardar estas inversiones, sería un suicidio", advirtió Arata.
Retardar estas inversiones (de NSE), sería un suicidio.
Francisco Arata, presidente de NSE en Ecuador
Respaldo financiero
El empresario enfatizó que los bloques 16 y 67 son campos maduros cuyos gastos son de al menos USD 100 millones al año.
Para eso, NSE mantiene una alianza con Baker-Hugues, que le da respaldo "técnico y financiero". Desde que asumieron los yacimientos, la producción ha subido 15% sobre lo proyectado.
Para Arata también es una ventaja que las nuevas inversiones no necesitarán licencia ambiental porque valdría con los permisos ya existentes. Y, destacó el alto manejo ambiental de la operación, donde las instalaciones ocupan el 0,27% de las 139.000 hectáreas de los bloques y no quema el gas procedente de los pozos.
Además, Arata se mostró orgulloso de las relaciones con los waorani. Con ellos NSE ha firmado un innovador e inédito convenio para que sean socios de la empresa y reciban dividendos por la operación, recursos para mejorar sus medios y calidad de vida, como ya viene haciendo la empresa en aspectos como salud y educación.
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