Petroecuador quiere procesar petróleo en refinerías extranjeras
Refinar el petróleo ecuatoriano en refinerías extranjeras podría generar ahorros de hasta el 30%, dice Petroecuador. Pero haría falta reforma legal.
Vista general de la Refinería Esmeraldas, el 9 de noviembre de 2022.
Petroecuador
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Dentro de la petrolera estatal Petroecuador está en análisis una propuesta para procesar el petróleo ecuatoriano en refinerías en el exterior.
Lo plantea Reinaldo Armijos, gerente de Comercio Internacional de la petrolera, en un oficio del de febrero de 2023, dirigido a la gerenta de la petrolera estatal, María Elisa Soledispa.
Armijos informa que, de hecho, inició en octubre de 2022 los contactos con refinerías en el continente americano para "detectar espacios operativos para la refinación de crudo ecuatoriano".
El proyecto tiene como objetivo suplir a menor costo la demanda de combustibles en el país, que solo en 2022 sumó USD 7.646 millones.
Se trata de una cifra nunca antes vista. Frente a 2021, ese monto representa un incremento del 69%.
La tendencia de incremento de precios de los combustibles se mantiene en 2023. En enero, Ecuador gastó un 16% más en importación de combustibles frente a igual mes del año pasado. El precio del barril de diésel premium fue el que más subió: 31% en el período.
Lo que se sabe hasta ahora
La Gerencia de Comercio Internacional prepara las propuestas de mecanismos técnicos, legales y económicos.
Los estudios preliminares apuntan a que una estrategia para procesar el petróleo en refinerías extranjeras podría generar ahorros de hasta el 30% por barril de combustible.
Por otro lado, esa Gerencia informó que ha trabajado en mejorar la relación comercial con clientes que cuenten con refinerías en el Golfo de México.
La iniciativa requiere de una reforma legal a la Ley de Hidrocarburos, luego de que la Corte Constitucional echó abajo las reformas a esa Ley, incluidas en la Ley de Desarrollo Económico.
Entre los artículos declarados inconstitucionales estaba el 132 que permitía a Petroecuador, dentro o fuera del país, subcontratar de manera directa la refinación de petróleo con empresas privadas.
Reducir el costo de los subsidios a los combustibles y mejorar la calidad de los productos, están entre los beneficios que se conseguirían con el proyecto, argumentó Armijos.
La propuesta llega en momentos en que Petroecuador impulsa un proyecto para modernizar la Refinería Esmeraldas, la más grande del país con una capacidad para procesar 110.000 barriles diarios.
Pero, de esa carga, el complejo refinador produce 55.000 barriles diarios de combustibles, como gasolinas, diésel y gas licuado de petróleo.
El 50% restante es residuo, como el fuel oil, que es un combustible de menor calidad y precio. Con la potenciación, el plan es aumentar la producción de combustibles en 47.000 barriles diarios.
Ministerio pide más información
El Ministerio de Energía solicitó a la Gerencia de Comercio Internacional que genere "los escenarios operativos, legales, económicos y comerciales" sobre la propuesta.
Armijos informó que en las próximas semanas esperaba la confirmación de visitas de delegaciones de empresas interesadas en el proyecto.
Para el secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador (Camddepe), Oswaldo Erazo, lo primero por aclarar es si la propuesta es viable desde el punto de vista legal.
El segundo paso será verificar los beneficios económicos de la propuesta para Ecuador. Esto, sobre todo porque, dice Erazo, en el pasado los intentos por refinar el petróleo en el extranjero no han sido transparentes y dejaron en duda los beneficios reales, que nunca se conocieron.
Erazo se refiere a los convenios de intercambio de petróleo ecuatoriano por combustibles con las petroleras estatales Ancap, de Uruguay, y Pdvsa, de Venezuela.
Un polémico pasado
La importación de combustibles es una pesada carga financiera para Ecuador. El país importa el 70% de los combustibles que consumo su mercado interno, que es 271.000 de barriles diarios.
En el pasado, Petroecuador ha tratado de mejorar los costos de los combustibles a través de diferentes mecanismos, pero no hubo beneficios.
Uno de ellos fue el convenio de intercambio de petróleo por combustibles con la petrolera venezolana PDVSA, que estuvo vigente entre 2006 y 2013.
Pero una auditoría de la Contraloría determinó perjuicios para Ecuador de USD 8,7 millones por las demoras en la entrega de los combustibles y penalizaciones porque los combustibles no cumplían con la calidad requerida.
El escándalo de ANCAP
El convenio con PDVSA no fue el único polémico. En 2010, Petroecuador firmó otro convenio para el intercambio de petróleo por derivados con la empresa uruguaya Ancap.
Con ese contrato, Ancap le compraba petróleo a la petrolera estatal ecuatoriana a precios preferenciales y, a cambio, le vendía combustibles.
Este negocio, que funcionó entre 2010 y 2011, operó con la intermediación de la holandesa Trafigura, según la Fiscalía de Uruguay, que determinó perjuicios por USD 200 millones.
Durante los ocho primeros meses de intercambio, Ancap operó sin contrato con Trafigura. En este tiempo las operaciones superaron los USD 700 millones. Y la empresa de capitales holandeses se vio favorecida porque obtenía el petróleo a un precio menor al mercado, según la investigación de la justicia uruguaya.
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