Petroamazonas pasa de la abundancia a sacar provecho hasta de la chatarra
Uno de los taladros que son operados por Petroecuador, en la Amazonia, en 2019.
Ministerio de Energía y Recursos No Renovables.
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Cuando la bonanza de los precios del petróleo se vino abajo en 2016, en las postrimerías del Gobierno de Rafael Correa, Petroamazonas tuvo que enfrentarse por primera vez, desde su fundación en 2010, a la austeridad.
Durante la década correísta, la estatal petrolera no midió gastos, pero en su peor momento se vio enfrentada a una reducción de las transferencias de dinero de parte del Ministerio de Finanzas y a una deuda de USD 3.600 millones, la mayor parte con proveedores.
Su presupuesto aprobado era era de USD 4.843 millones en 2014 y desde entonces ha venido bajando hasta llegar a cerca de USD 3.000 millones en 2019.
Para 2020 la empresa ha pedido que el Ministerio de Finanzas le apruebe un presupuesto de USD 3.000 millones, pero la situación del país el año entrante será muy complicada, de acuerdo con el ministro de Finanzas, Richard Martínez, y Ecuador va a seguir aplicando planes de austeridad.
Y aunque la empresa ha aplicado un plan de austeridad y ha ido pagando a sus acreedores, actualmente tiene una deuda de USD 1.200 millones.
Chatarra rentable
En Petroamazonas a la austeridad la llaman "proceso de optimización de recursos".
Uno de los ingredientes del "proceso" es usar los bienes por concepto de compras injustificadas que todavía reposan en las bodegas de la estatal petrolera. Es decir, la chatarra, las sobras y otros ítems que se pidieron y no se usaron.
En septiembre de 2016, existían bienes guardados en las bodegas de la empresa cuyo valor superaba los USD 543 millones. Predominan la tubería y los cables, algunos estaban allí desde el año 2000, oxidándose.
Pero entre 2017 y septiembre de 2019, el uso de material en bodegas ascendió a USD 204 millones.
Por ejemplo, había tubería para perforación por valor de USD 19 millones. De los cuales se usaron apenas USD 9 millones hasta septiembre de 2019.
Hasta septiembre, todavía existían artículos inmovilizados en las bodegas, que sumaban unos USD 213 millones.
De ese monto, hay materiales por USD 32 millones que fueron dados de baja, es decir, ya son chatarra.
Las cifras de 2014 y 2015 demuestran que hubo derroche en el uso de los recursos públicos en la empresa.
Por ejemplo, en 2014 se compraron USD 644 millones en bienes, pero solo se usaron USD 321 millones.
En 2015, Petroamazonas adquirió materiales por USD 357 millones, pero solo utilizó USD 150 millones.
En 2016, la dinámica cambia. Pues ese año la estatal petrolera compró USD 44 millones en bienes y utilizó todo el material adquirido.
Y la chatarra también fue comercializada. En 2018, la empresa consiguió un ingreso de USD 14,8 millones por la venta de bienes fuera de uso, según un informe de evolución empresarial de Petroamazonas.
Entre esos objetos había cables electrosumergibles y tubería no operativa.
La chatarra se le vendió a tres empresas, en diferentes contratos:
- Adelca: USD 900.000.
- Recynter: USD 3,6 millones.
- Adelca: USD 3,8 millones.
- Practipower: USD 2,8 millones.
- Practipower: USD 3,5 millones.
La idea en adelante es "comprar poco y usar el material de las bodegas", dice un funcionario de Petroamazonas.
La intención de la empresa es que los USD 181 millones representados en bienes que no están dañados puedan usarse en las operaciones petroleras para 2020.
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