Dos países ya emiten su propia moneda digital
Los bancos centrales mundiales están desarrollando monedas digitales para modernizar sus sistemas financieros, protegerse de la amenaza de criptomonedas y acelerar los pagos nacionales e internacionales
Imagen de la pantalla de un celular con el ciber yuan en China, en abril de 2021.
Televisión Central de China (CCTV) y Reuters
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China se suma a los países que tienen una moneda digital propia controlada por su banco central. Se trata de la e-RMB, también conocida como ciberyuan. Así lo dio a conocer el medio estadounidense The Wall Street Journal, a inicios de abril de 2021.
Por el momento, esa moneda digital china está en fase de prueba, dijo Li Bin, funcionario del Banco Popular de China, el 12 de abril.
China es el segundo país en lanzar oficialmente una versión digital de su moneda.
Quien ha liderado la carrera de las monedas digitales emitidas por bancos centrales, también conocidas como CBDC por sus siglas en inglés, ha sido el archipiélago de Las Bahamas. En octubre de 2020 ese país lanzó el Sand Dollar o Dólar de Arena en español.
Por el momento el Dólar de Arena se acepta solo en el territorio bahameño, que agrupa a 390.000 personas. Ya ha empezado a ser utilizado en Nassau, la capital del país.
Según el portal financiero Bloomberg, otros países que están interesados en las monedas digitales propias son: India, Tailandia, Pakistán y Sudáfrica, que tienen planes de emisión.
A ellos se suman otros 42 países, como Rusia, Estados Unidos, Australia, Marruecos, Japón y los de la Unión Europea que llevan a cabo estudios para emitir moneda digital propia.
"El Banco Central Europeo está explorando la introducción de un euro digital en los próximos cinco años. Sin embargo, se encuentra con la oposición de Alemania, por la preocupación del Bundesbank de que un euro digital pueda representar riesgos para los bancos", sostiene la agencia de noticias Reuters.
Las monedas digitales emitidas por bancos centrales buscan atender una menor demanda de dinero en efectivo y competir con las criptomonedas, como el bitcoin y ethereum, que en los últimos meses han ganado popularidad y capitalización.
En América Latina, Petro, la criptomoneda lanzada en 2018 por el gobierno de Venezuela, no es considerada una CBDC porque no está respaldada en el Banco Central de ese país, por lo tanto no es un pasivo como el Bolívar.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha dicho que el petro está respaldado en un campo de la Faja Petrolífera del Orinoco -mayor reserva de crudo del mundo- y en oro, diamantes, hierro y aluminio.
CBDC versus criptomonedas
El concepto de una moneda nacional virtual o una cibermoneda puede ser confuso.
Podría parecer que el dinero ya es virtual por las tarjetas de crédito y las plataformas o aplicaciones de pago que eliminan la necesidad de billetes o monedas físicos. Pero, esas son formas de pago o de mover dinero electrónicamente.
Lo que han hecho Las Bahamas y China es convertir su moneda de curso legal en un código informático sin intermediarios para su uso en transacciones.
¿Y las CBDC son criptomonedas? La respuesta es no. Las CBDC son emitidas por los bancos centrales, por lo que actúan como una representación digital de la moneda de los países, es decir que están respaldadas en las reservas monetarias de oro.
En cambio las criptomonedas son dinero digital creado por personas a través de un código computarizado. Además no tienen intermediarios, son completamente descentralizadas.
En resumen las criptomonedas funcionan a través de una red par a par dispersa, que reemplaza a una autoridad como un banco central.
Eso hace que las CBDC prometan menor volatilidad y mayor seguridad frente a las criptomonedas, como el bitcoin y el ethereum, sostiene el banco español BBVA.
“Las criptomonedas no están ancladas al valor de una moneda de curso legal, sino que están sujetas al precio que marquen la oferta y la demanda. Hay que tener en cuenta que no están respaldadas por una entidad legal que responda en caso de darse problemas técnicos”, explica Natalia Español, economista de BBVA.
Ventajas de las CBDC
En ese contexto, los organismos internacionales como el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han establecido una serie de ventajas por las que los gobiernos deberían desarrollar su propia moneda digital:
- Creación de un sistema de pagos más eficiente porque se reduce el costo del manejo del dinero en efectivo.
- Inclusión financiera porque es más factible que las personas accedan a un monedero digital que a una cuenta tradicional.
- Mayor estabilidad y menores barreras de entrada para nuevos participantes, como las fintech.
- Mecanismo para contrarrestar las monedas digitales operadas por terceros, que son difíciles de regular y ponen en riesgo la estabilidad financiera.
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