Erosión regresiva se acerca a dos oleoductos y a Coca Codo Sinclair
Petroecuador analiza la construcción de una nueva variante para intentar alejar al Sote de la zona donde el fenómeno natural representa mayor riesgo.
Imagen panorámica de la destrucción de la vía Quito-Lago Agrio por efecto de la erosión regresiva del río Coca, el sábado, 22 de agosto de 2020.
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La erosión regresiva en las márgenes del río Coca, en la provincia de Napo, avanza rápidamente y sigue destruyendo la infraestructura pública a su paso. El fin de semana pasado la erosión alcanzó a un pequeño tramo de la vía Baeza-Lago Agrio.
Por eso la infraestructura vial, eléctrica, petrolera y la población de San Luis, en el cantón El Chaco, reciben monitoreo constante.
El mayor riesgo del fenómeno natural se centra en posibles daños en la infraestructura de la central Coca Codo Sinclair (CCS), la hidroeléctrica más grande del país.
En esa central los daños a la infraestructuras podrían alcanzar a:Puente Ventana 2; obras de captación de la central hidroeléctrica; la desembocadura del túnel por donde sale el agua turbinada y la casa de máquinas de Coca Codo Sinclair.
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) asegura que la erosión avanzó 7,2 kilómetros aguas arriba desde la desaparecida cascada San Rafael.
Según los últimos informes de Celec, la erosión regresiva ya pasó por el puente Ventana 2, una infraestructura clave porque es el acceso a la vía que usan los técnicos de la corporación para los trabajos de revisión y mantenimiento del túnel. Por este lugar se conduce agua hasta la central hidroeléctrica.
"El puente Ventana 2 no ha sufrido ningún inconveniente con la erosión del cauce del río Coca, sus pilotes de 50 metros de profundidad han permitido proteger esta infraestructura", informó Celec a PRIMICIAS el 25 de agosto de 2020.
Además, Celec contratará una consultoría para revisar la estructura del puente Ventana 2.
El resto de obras de la central hidroeléctrica, por ahora, están a 11,7 kilómetros del sitio donde ocurre el fenómeno natural.
Las autoridades municipales de El Chaco también monitorean la seguridad de la población de San Luis. En el caso de presentarse más derrumbes por la erosión, ya existe un plan de evacuación para la población.
Campo de estudio reducido
"El pronóstico de la erosión regresiva no es bueno", señalan integrantes de la Junta asesora de Celec que fueron consultados por PRIMICIAS, pero que no quisieron ser identificados.
Los expertos reconocen que la información base con la que se realizaron los estudios para saber -por ejemplo- cuándo se detendrá la erosión regresiva se quedó corta, porque el campo de estudio fue muy reducido.
Los informes base se hicieron entre la desaparecida cascada San Rafael y el río Montana. Pero, la erosión regresiva ya sobrepasó ese afluente.
"En ese escenario es difícil conocer si la erosión regresiva dañará la infraestructura y tampoco se puede establecer las obras que realmente eviten los daños, sobre todo, a Coca Codo", dijo uno de los expertos de la junta asesora de Celec.
Carolina Bernal, otra integrante de la junta asesora de Celec y PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología, señaló que el proceso natural durará décadas y no descarta que la infraestructura petrolera, vial y eléctrica pueda verse afectada nuevamente.
Por ahora, dijo Bernal, lo más urgente es implementar las obras de mitigación. Al respecto, Celec todavía no coloca los contenedores (llenos de concreto) en el lecho del río Coca para ralentizar la velocidad del caudal y así detener el fenómeno.
La obra se anunció a mediados de julio, pero todavía no se concreta.
Y el resto de infraestructura pública
El estudio técnico realizado en el sitio por la consultora Lombardi (Suiza) revela que si la erosión regresiva continúa hay alto riego que sean afectadas las siguientes infraestructuras:
- El Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
- El Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote).
- El Poliducto Shushufindi-Quito.
- La vía Quito-Lago Agrio.
Un ejemplo de aquello sucedió el pasado fin de semana. La erosión regresiva colapsó a un tramo de 120 metros de la vía Quito - Lago Agrio, a la altura del kilómetro 66, en el sector conocido como Piedra Fina, entre los ríos Piedra Fina y Marker.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) construyó una variante provisional para no detener el tránsito vehicular. El colapso del tramo de la vía está ubicado a 150 metros del OCP.
El gerente de Operaciones de OCP Ecuador, Roberto Grijalva, dijo a PRIMICIAS que a través de sobrevuelos de drones y monitoreos in situ "se llevan adelante cálculos que permiten anticipar el avance de los taludes y en función de todo esto tomar las acciones preventivas necesarias".
Hasta el momento, OCP no ha identificado puntos adicionales de "alto riesgo" que puedan afectar al oleoducto.
Grijalva afirmó que más de USD 12 millones se invertieron por OCP para la construcción de cinco variantes y así evitar efectos de la erosión regresiva. OCP también contrató estudios de suelos e hidrológicos "que permitan conocer el fenómeno de mejor manera", dijo.
Mientras que la petrolera estatal Petroecuador informó que, por ahora, las dos tuberías (Sote y Poliducto Shushufindi-Quito) no están en riesgo.
Pese a que están fuera de peligro, Petroecuador analiza "la construcción de una nueva variante del Sote para alejarlo aún más de la erosión".
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