Noboa "obligado" a tomar medidas si no quiere un 'default' de la deuda
Esperar hasta el 2025 para tomar medidas y evitar caer en default o cesación de pagos de la deuda externa sería demasiado tarde, opina Barclays.
Daniel Noboa, presidente electo de Ecuador, en reunión de inversionistas de Ascoa, 8 de noviembre de 2023.
Twitter (X) de Daniel Noboa
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Durante su visita a Estados Unidos, el propio presidente electo Daniel Noboa reavivó el fantasma de un eventual "default" o cesación de pagos de la deuda externa.
Noboa dijo que sería complicado para Ecuador pagar la deuda externa en 2025 y 2026, si es que los organismos multilaterales no le otorgaban “un crédito puente”, que le permita cumplir su plan de Gobierno y alcanzar la reelección.
La situación fiscal del país se ha deteriorado, lo que hace difícil que los inversionistas puedan ser optimistas respecto del pago de la deuda externa de Ecuador a mediano plazo, al menos así opinan bancos de inversión.
Lo anterior se refleja en el aumento casi sostenido del riesgo país, que se ubicó en 1.977 puntos el 13 de noviembre de 2023.
Es un aumento de 218 puntos del indicador respecto del 5 de noviembre, fecha antes del viaje de Noboa a Washington.
Mientras más alto es el riesgo país, mayor es la percepción del mercado de que un país pueda caer en cesación de pagos de la deuda externa.
Eso ubica al país en el top tres de los países con más alto riesgo país en América latina, después de Venezuela (18.125) y Argentina (2.496). Uruguay tiene el indicador más bajo, con 93 puntos.
Santander US Capital Markets, una división del banco español Santander, dice que las declaraciones de Noboa sobre la deuda externa, en Washington, fueron desafortunadas.
Y, aunque su intención pudo haber sido fomentar un financiamiento más amplio de los multilaterales, tocaron la vena sensible de los tenedores de bonos dado el historial de incumplimientos de Ecuador, 11 en total, y la situación fiscal deteriorada.
Tampoco hay mucha simpatía entre los tenedores de bonos después de brindar años de alivio de liquidez a Ecuador para posponer pagos desde 2020 y ningún progreso en la reducción del déficit fiscal.
Lo dice Siobhan Morden, directora de Estrategia de Renta Fija para América Latina de Santander US Capital Markets LLC.
La situación fiscal se deteriora
Los mercados ven un riesgo de más deterioro de la situación fiscal. Y Barclays dice que esperar hasta 2025 para abordar los desafíos fiscales podría ser demasiado tarde.
Esto porque el gobierno podría no tener tiempo suficiente para recuperar la confianza del mercado antes de que comiencen a vencer los pagos de la deuda externa.
De hecho, los vencimientos más altos de la deuda externa de Ecuador serán a partir de 2025.
Además, el Servicio de Rentas Internas (SRI) advirtió hoy 14 de noviembre de 2023 que la recaudación de impuestos podría caer en 2024 si es que el nuevo Gobierno no toma "medidas tributarias".
Pero la política del nuevo Gobierno parece ir en sentido contrario, pues ha anunciado que enviará una reforma tributaria para reducir impuestos a las empresas que generen empleo.
Para complicar el escenario fiscal, el Estado tendrá que cerrar el bloque petrolero ITT. Eso le significará dejar de percibir entre USD 1.500 millones y 2.000 millones al año.
De acuerdo con Barclays, el Gobierno de Noboa tendrá que conseguir USD 9.500 millones en nuevos créditos para financiar el presupuesto y pagar la deuda pública.
Sugieren recomprar deuda
Con ese escenario a cuestas, el banco de inversión británico Barclays dice que el Gobierno de Noboa tendría algo de acceso a liquidez para llevar a cabo una recompra de deuda.
De esa manera, el nuevo Gobierno podría contar con cierto ahorro de efectivo y mejorar el perfil de la deuda y reducir el riesgo de incumplimiento en corto y medio plazo.
Todo esto podría facilitar el acceso de Ecuador a otras fuentes de crédito en el exterior, dice Barclays.
"Si no toma medidas rápidas, esperar hasta 2025 podría ser demasiado tarde para cambiar las percepciones del mercado y corre el riesgo de quedar atrapado en el ciclo de impago o reestructuración", dice el banco británico.
Barclays añade que los "shocks políticos" hicieron que los avances en consolidación fiscal vayan en retroceso.
Por ejemplo, el gobierno de Lasso aumentó el Impuesto a la Renta que pagan las personas naturales, pero luego revisó esa medida solo seis meses después de haberla puesto en marcha.
Además, hay demandas sociales como generación de empleo y reducción de la inseguridad que tendrán costos nada despreciables.
Y aunque hay otros riesgos como el Fenómeno de El Niño y el cierre del campo Yasuní ITT, el mayor riesgo es la desconfianza en el país por los riesgos políticos y la voluntad de pago, dice Barclays.
En estas condiciones, el país corre el riesgo de repetir el ciclo de impago de deuda y reestructuración en el que ha quedado atrapado.
Barclays cree que las autoridades aún pueden tener una oportunidad de romper este ciclo. Sin embargo, un retraso en cualquier tipo de medida de ajuste deja al mercado sin un catalizador positivo claro en el futuro cercano.
No todo es negativo
Santander US Capital Markets LLC cree que la administración interina de Noboa cumplirá con el pago a los tenedores de deuda externa.
Aunque persisten riesgos a partir de 2025, Santander es optimista de la gobernabilidad que podría conseguir Noboa para lograr la aprobación de reformas energéticas, de turismo, de seguridad, fiscales y de inversión.
Ninguna de estas reformas aborda directamente el déficit fiscal estructural del 4% y 5% del PIB y la escalada de los pagos de eurobonos después de 2024.
Pero, según Santander, un impulso a la gobernabilidad y la inversión pueden impulsar el crecimiento y las alternativas de crédito aún latentes (mercado local y multilaterales). Y añade que eso puede alterar los indicadores de sostenibilidad de la deuda y liquidez.
Según Barclays, las autoridades económicas del Gobierno de Noboa podrían conseguir USD 1.200 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de un instrumento de financiación rápida.
Este tipo de acuerdo es viable de conseguir, pues se otorga para desastres naturales como el esperado con el Fenómeno de El Niño y no es condicionada al cumplimiento de medidas.
Incluso, es más fácil acceder a ese crédito que a un programa formal de préstamos con el FMI que incluye el cumplimiento de metas.
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