Sector de la construcción: estancado en los primeros cincos meses de año
Hasta mayo de 2019, el volumen de viviendas reservadas en todo el país evidencia un decrecimiento del 13% con respecto al mismo periodo en 2018. Si bien la Ley de Plusvalía fue derogada, el consumidor aún no tiene entre sus planes la compra de una casa propia.
Trabajadores de la construcción en proyectos de vivienda social
Ministerio de Desarrollo y Vivienda
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Según la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda del Ecuador (Apive), en mayo de 2019 la reserva de casas y de departamentos creció 8% con respecto al mes inmediatamente anterior.
Este crecimiento, a simple vista positivo para el sector de la construcción, obedece a dos factores.
"Abril fue un mes de ferias y del pago de utilidades para algunos empleados. Las reservas y contratos se concretan un mes después", dice Jaime Rumbea, presidente de Apive.
Este dato no engaña a la industria de la construcción, que añora el boom inmobiliario que vivió hasta 2013.
Año en que el sector tuvo una participación del 9,8% en el PIB (Producto Interno Bruto), pero ese coeficiente comenzó a caer a partir de 2014.
Apive tiene un indicador que refleja con mayor exactitud el momento que vive la industria inmobiliaria.
"Si observamos las reservas acumuladas en los primeros cinco meses del año hay una caída del 13% con respecto al mismo periodo del 2018", dice Rumbea.
Según la organización, que agrupa a 22 inmobiliarias con proyectos en 12 ciudades, la timidez e incertidumbre del consumidor siguen muy arraigadas al momento de mirar o de reservar un proyecto.
Luis Mendoza visitó junto con su esposa Silvia una feria de vivienda realizada en abril del 2019 en Guayaquil. Entre los 90 proyectos inmobiliarios de este evento se decidió inicialmente por un departamento de tres dormitorios en Brisas de la Perla.
Este proyecto, ubicado en la autopista Narcisa de Jesús (norte de Guayaquil), ofrece departamentos desde USD 55 mil.
"Estaba emocionado por el precio y las facilidades, pero luego mi esposa perdió el trabajo y desistimos", explica Mendoza, un comerciante minorista de accesorios para teléfonos celulares.
El otro lado de la moneda es Carlos Fernández, ejecutivo de una empresa de telefonía. Reservó una vivienda de 98 metros cuadrados cuyo valor supera los USD 130 mil, se encuentra ubicada en un conjunto habitacional en la vía a la Costa.
Intenciones en suspenso
Desde que nace el interés por una casa, atravesando por el financiamiento, hasta llegar a firmar un compromiso de compraventa, el ciclo de negocios para construir y comprar una vivienda dura entre 12 y 36 meses.
Es el tiempo que se toma una persona o familia en pagar la reserva de un bien, y el lapso que el constructor necesita para terminar la obra.
"Si las reservas no se recuperan hasta finales de 2019, perderíamos la leve recuperación que tuvimos en 2018", dice Rumbea.
El año pasado, las reservas de nuevas viviendas aumentaron 20%, luego de la eliminación de la Ley de Plusvalía en 2018.
Las ventas de estos bienes reservados se concretarían a finales de 2020, cuando se haya cumplido el tiempo de pago de las entradas.
¿Por qué el consumidor sigue tímido? Apive describe tres factores, basada en los resultados de una encuesta entre los socios de la organización.
- Aumento de la tasa de desempleo, que hasta junio de 2019 llegó al 4,4%. En Quito, el empleo pleno cayó de 59,1% a 55,2%. De ahí que Apive reporte menos reservas de viviendas nuevas en la capital.
- Un crecimiento, por decir lo menos, conservador de la economía hace que los hogares lo piensen dos veces antes de endeudarse a largo plazo.
- El ajuste de las condiciones de crédito hipotecarios del Banco del Instituto de Seguridad Social (BIESS). Para casas de hasta USD 100 mil, el financiamiento será ahora del 85% y no del 100%. El banco puso un plazo de seis meses para aplicar la norma. La medida causó nerviosismo entre los compradores, dice Apive.
Menos ingresos, menos empleo
Durante tres años, la discusión de la Ley de Plusvalía generó una reducción en las ventas del sector constructor e inmobiliario.
La facturación de la industria de la construcción bajó de USD 11.000 millones en 2014 a USD 8.000 millones en 2018, de acuerdo con cifras del Servicio de Rentas Internas (SRI).
Esta reducción del 26% genera incertidumbre en el sector sobre lo que ocurrirá en lo que resta de 2019.
Otro factor que tampoco despega en 2019 es la generación de empleo por parte de las empresas constructoras.
Según el INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), el 49,2% de la mano de obra no calificada tiene su origen en esta industria.
Además entre 2015 y 2017, el sector inmobiliario aportó en promedio el 6,4% del total de trabajadores en relación de dependencia.
¿Cómo puede recuperarse el sector? La Cámara de Construcción de Guayaquil coloca parte de sus esperanzas en el Decreto Ejecutivo No 681, que reglamenta el acceso de incentivos para la vivienda de interés social.
"Este podría ser el inicio de un proceso de reactivación del sector", dice Carlos Repetto, presidente de la Cámara.
El decreto dispone la creación de un fideicomiso inicial de USD 68 millones, administrado por la CFN (Corporación Financiera Nacional).
Todas la entidades bancarias, con interés de financiar vivienda social de hasta USD 70 mil y casa de interés público de USD 90 mil, tienen acceso al fideicomiso.
Mientras que los compradores acceden a una tasa preferencial del 4,99% por un plazo de 25 años. Pero, según APIVE, solo tres instituciones financieras se han interesado por el fideicomiso.
"Esperamos que los trámites burocráticos de aprobación de los planes habitacionales no sean un obstáculo para cristalizar este proyecto", añade Repetto.
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