Electrificar, una inversión millonaria
Por hectárea un camaronero puede invertir desde $1.000 hasta $15.000 en el proceso de electrificación de las piscinas.
Sistema de bombeo para oxigenación de una piscina en una camaronera ubicada en Taura
Cortesía GPS Consultora
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La instalación de redes de energía en la finca, la compra de generadores eléctricos, la construcción de postes, la implementación de un nuevo software y la contratación de técnicos son los pasos que todo empresario debe seguir antes de electrificar una camaronera.
En el caso de Aquamar (cuyo nombre actual es Exporcambrit) la inversión fue de $ 5 millones para electrificar 500 hectáreas de piscinas de camarón.
¿Y la inversión del Estado? Unos $ 200 millones cuesta el tendido de redes del Plan de Electrificación.
El gerente de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL EP), Wilfrido Veintimilla, explica que dentro del Plan de Inversiones 2019 de la empresa, el cual asciende a $ 309 millones, no se ha contemplado al sector camaronero, pues “éste tiene previsto otras fuentes de financiamiento para el plan de electrificación”.
Del total de $ 200 millones, unos $ 23 millones son de un préstamo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y lo restante de la CAF (Corporación Andina de Fomento).
Patricio Salazar, de la Consultora GSP Group, opina que el Estado avanza muy lentamente en el tendido de las redes de transmisión y construcción de subestaciones. Indica que se debería abrir el candado regulatorio del sector eléctrico, en el que CNEL EP es el encargado de la distribución, generación y comercialización de la energía.
“La propuesta es que CNEL EP nos permita participar a través de alianzas público-privadas como contratistas”, añade Salazar.
Según Veintimilla, la empresa privada sí participará de esos contratos. “Ellos ejecutarán las obras requeridas, y los procesos serán subidos al Sercop (Servicio de Compras Públicas) en su momento, tal como exige la Ley Orgánica de Contratación Pública”.
Subsidio barato, pero caro para el ambiente
Los pequeños productores de camarón le pagan al Estado $ 1,037 por galón de diésel y los medianos y grandes reciben una compensación de 70 centavos por cada galón sobre el precio final del diésel 2, liberado al costo del mercado internacional (alrededor de $ 3).
En promedio una camaronera de 500 hectáreas consume más de 300 mil galones de diésel anualmente.
El subsidio de los derivados del petróleo le cuesta al Estado más de $ 4.100 millones. Según la Pro forma presupuestaria del 2019, el rubro que más demanda es el diésel con $ 1.900 millones.
Con estos subsidios, ¿electrificar quizás no sea una prioridad para todos los productores camaroneros?
En la electrificación camaronera, el economista Fausto Ortiz, opina que existe un error similar a lo ocurrido con las cocinas de inducción.
“Cuando se vendieron estas cocinas se mantuvo el precio del gas, y no había un incentivo para cambiarse. Para que el plan pueda funcionar las empresas deben enfrentarse a precios reales del diésel poco a poco y bajo esas circunstancias explorar otras alternativas”, dice Ortiz.
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