Comerciante: "Es lamentable que tengamos que pagar las consecuencias por el conflicto armado"
A un día de la declaratoria de conflicto armado interno, los restaurantes y negocios en el centro finacieron y comercial de Quito tuvieron pocos clientes.
Restaurante El Costeñito, en la calle Unión Nacional de Periodistas.
PRIMICIAS.
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Tras 20 días de haber abierto el restaurante El Costeñino, John Ortega recién comenzaba a tener ventas cercanas a lo que necesita para cubrir los gastos mensuales.
Este restaurante está en el Centro Comercial Naciones Unidas (CCNU), en la zona comercial y financiera del norte de Quito.
El 9 de enero de 2024, antes de las 14:30, el sitio estaba lleno de comensales, Ortega había vendido unos USD 200. Pero ese día tuvo que cerrar cerca de las 15:00, antes de lo normal.
Los clientes, que habían visto horrorizados cómo un grupo de atacantes se tomaba el canal TC Televisión, salieron corriendo del lugar.
Todos los locales del centro comercial también comenzaron a cerrar, los funcionarios públicos de la Plataforma Financiera, que queda a pocos metros de su local, también salieron de sus oficinas.
Y, el 10 de enero, cuando ya eran casi las 13:00 y el local de Ortega no había vendido más que un solo plato a la carta.
"Necesito vender unos USD 300 al mes para no quebrar, y justo cuando estaba por llegar a mi meta, pasa esto. No quiero perder todo este esfuerzo, invertí USD 18.000", dice Ortega.
A pocos metros de este negocio está otro restaurante que ya tiene 22 años en el sector: Kayú.
En este sitio, el 10 de enero se preparó un 50% de los almuerzos que se suelen hacer en un día normal. El restaurante suele atender a unos 300 clientes en un día "normal".
Yuri Carrasco, propietario del sitio, explica que el 9 de enero el local cerró tres horas antes de lo previsto.
Y el 10 de enero, hasta cerca de las 13:00, solo habían recibido una cuarta parte de los clientes que solían tener hasta esa hora.
"Es lamentable que los negocios tengamos que pagar las consecuencias, aquí tenemos 12 empleados a los que les tenemos que pagar aunque no haya ventas", dice.
Estos y otros restaurantes ubicados en el CCNU, suelen atender, principalmente, a los funcionarios públicos de las entidades de la Plataforma Financiera y de otras entidades públicas de la zona, como el Registro Civil y la Corte Nacional de Justicia.
Sin embargo, por la declaratoria de conflicto armado interno en medio de un estado de excepción en Ecuador, los funcionarios públicos de la zona están en teletrabajo.
Carrasco y Ortega temen que la medida de teletrabajo se extienda por mucho tiempo y acumulen más pérdidas.
Centros comerciales con más seguridades
En la parroquia Iñaquito, corazón comercial y financiero de Quito, en donde está ubicado el CCNU están también otros importantes centros comerciales como Quicentro Norte.
Pese a la declaratoria de conflicto armado interno, el centro comercial abrió en horario normal el 10 de enero, sin embargo, varias de las puertas estuvieron cerradas. Solo tres accesos permanecieron abiertos, pero con dos guardias cada uno.
A diferencia de otros días, ahora los guardias del Quicentro piden a todas las personas que ingresan que abran sus bolsos y mochilas para verificar que no lleven ningún objeto peligroso o armas.
Solo un par de locales del centro comercial no abrieron, aun así, la afluencia de clientes era menor que en días previos al estado de excepción.
El patio de comidas estaba casi vacío cerca del medio día y un guardia vigilaba en la zona. El supermercado Megamaxi, ubicado dentro del centro comercial, atendía con normalidad, pero los cajeros informaban que, por el momento, no estaba claro si atenderían en horario normal, hasta las 21:00.
Esperanza Vega, que tiene un restaurante en la calle El Vengador, detrás del Quicentro, dice que durante la mañana la zona ha estado "abandonada".
Normalmente, desde que abre el centro comercial, a las 10:00, el sector aledaño al centro comercial está lleno de peatones, estudiantes y compradores, dice.
Rescatan al personal de los canales TC Televisión tras el ingreso de atacantes
"Pero hoy casi no se ve gente, los estudiantes están en clases virtuales, la gente por el miedo no sale y otros están en teletrabajo", relata.
Aunque sabía que vendería menos que en un día "normal", Vega trató de cocinar una cantidad de almuerzos cercana a los 100 almuerzos el 10 de enero, porque la mayoría de sus clientes laboran en el centro comercial que sí atendió con normalidad.
El 9 de enero, Vega tenía encendida la televisión en el canal de TC Televisión mientras atendía a los clientes que todavía comían almuerzos pasadas las 14:00. Ella recuerda que en un instante hubo silencio en la televisión y cuando levantó la mirada vio a los atacantes tomarse el canal.
"Al rato, el compañero del negocio de al lado me dice: 'hay que cerrar, hay que cerrar, ya hay saqueos por el centro', me asusté y cerré rápido, nos fuimos a casa y ya no vendimos nada en la tarde", relata.
A unos metros del Quicentro está el kiosco de Eliana, sobre la avenida Naciones Unidas, justo frente al Banco del Pacífico.
En este pequeño local, la comerciante vende flores, bisutería, peluches y artículos de bazar. Sus principales clientes son estudiantes de Escuela San Francisco de Quito, pero como están en clases virtuales, no había vendido más que USD 3 hasta el medio día del 10 de enero.
Casi la mitad de los kioscos que están a lo largo de la avenida Naciones Unidas, entre la Shyris y Japón, estuvieron cerrados este 10 de enero.
Eliana no quería ir a trabajar, porque tenía miedo de que el banco sea blanco de algún ataque terrorista como el ocurrido en TC Televisión.
"El banco es también del Estado, así como el canal, imagínese que pongan una bomba", dice.
Sin embargo, pese al miedo, acudió al kiosco, desde su casa por el sector de Conocoto, porque es madre soltera de un niño y tiene que ayudar, además, a su mamá que está enferma.
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