El negocio de Internet de ETAPA deja de ser sostenible
La facturación de los servicios de ETAPA, la empresa municipal más grande de Cuenca, ya no cubre proyectos de inversión y gastos operativos.
Punto de recaudación de la empresa ETAPA, en Cuenca.
Cortesía.
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La facturación de los servicios de ETAPA, la empresa municipal más grande de Cuenca, no alcanza para cubrir sus proyectos de inversión y gastos operativos.
En 2022, la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Saneamiento de Cuenca (ETAPA) facturó USD 70.5 millones, pero presupuestó un gasto de USD 81 millones.
La empresa cuencana no ha logrado regresar a las cifras anteriores a la pandemia. La facturación de servicios en 2019 fue USD 72 millones.
La recaudación de los servicios de agua potable, saneamiento y telecomunicaciones es el principal ingreso de la empresa. El segundo es el financiamiento con créditos.
Aunque la administración de Pedro Palacios ha logrado “dejar las finanzas equilibradas”, según el gerente de ETAPA, Rubén Benítez, el escenario a futuro es complejo para la empresa, que tiene en marcha proyectos que requieren de millonarias inversiones.
Internet ya no es sostenible
La principal fuente de ingresos de ETAPA, que es su negocio de telecomunicaciones, está estancada desde 2018. La facturación por telefonía cae de forma acelerada y el Internet “ya no es sostenible”, admite el gerente.
Hace cinco años, la telefonía todavía generaba USD 9 millones. Pero en 2022 fueron apenas USD 4.8 millones. Esa tendencia es irreversible y es algo que ocurre a nivel mundial, explica Benítez.
Pero la mala noticia para ETAPA es que el negocio que ha sustituido esos ingresos, la dotación de Internet, se estancó. La recaudación por ese servicio se ha mantenido en USD 19 millones en los últimos cinco años.
Desde 2005, cuando ETAPA estrenó el servicio de banda ancha, hasta 2018, la empresa cuencana ganó 76.000 clientes. Pero desde esa fecha, ya no crece; al contrario, empezó a perder usuarios.
En 2021, ETAPA perdía un promedio de 685 clientes por mes. El año siguiente, la cifra bajó a 451 y la empresa recuperó clientes. Actualmente, la empresa tiene aproximadamente 77.000 usuarios de Internet.
“Todos los días competimos con cableros o servicios satelitales y servidores que crecen por la ciudad”, explica el gerente de la empresa cuencana. ETAPA no ha logrado ser más competitiva ante el aumento de la competencia.
En un intento de recuperar mercado, la empresa cambió de banda ancha a fibra óptica a la mayor parte de sus clientes. También abarató costos y selló alianzas con otras empresas para tener una oferta más atractiva.
“Hemos logrado mantenernos como la empresa líder en Cuenca”, sostiene Benítez, aunque anticipa que, por la competencia, ETAPA puede perder participación.
Negocios poco rentables
Desde la administración de Paúl Granda (2009-2014), ETAPA empezó a buscar negocios alternativos a la telefonía. Pero los resultados no han sido alentadores.
En 2013, la empresa cuencana incursionó en el negocio de la televisión satelital. El proyecto cerró siete años después, con 3.500 clientes y una pérdida acumulada de USD 7 millones.
ETAPA también ha incursionado en otros servicios, como un centro de almacenamiento de datos, principalmente para las empresas; almacenamiento en la nube (cloud), internet inalámbrico con planes prepago y pospago.
Nuevas inversiones
La disminución de ingresos en ETAPA se refleja en una menor inversión. En 2018, el presupuesto comprometido en inversión era USD 32 millones. En 2022, bajó a USD 13 millones.
Pero Cuenca necesita nuevas inversiones en agua potable y saneamiento. El proyecto más grande que ETAPA debe ejecutar es la nueva planta de tratamiento de aguas residuales de Guangarcucho.
La empresa ya tiene una deuda USD 70 millones para ese proyecto. Cuando la planta de tratamiento esté en construcción, ETAPA deberá revisar las tarifas de agua potable.
Actualmente, los cuencanos solo pagan por el agua potable y el alcantarillado, pero no por el tratamiento de las aguas residuales, explica Benítez.
Cuenca también debe poner en marcha la tercera fase del Plan Maestro de Agua Potable 2030-2050. Eso incluye la dotación de agua potable y alcantarillado en las áreas de densificación y expansión urbana.
Entre las inversiones que la empresa debe cumplir está el mejoramiento de la primera planta de agua potable de Cuenca, El Cebollar, la más grande de la ciudad. Requerirá USD 20 millones en los próximos cinco años.
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