Negociación de facturas comerciales se desploma en bolsa
En contraste, la negociación de papeles del sector público, como Certificados de Tesorería Cetes, crece fuertemente.
Imagen referencial. Una mujer haciendo cálculos con unas facturas, en Ecuador, en 2021.
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La negociación de facturas comerciales en el mercado de valores ecuatoriano llegó a USD 66 millones en 2021.
Eso es igual a una caída de 76% en comparación con 2020, cuando la negociación de ese tipo de papeles representó USD 276 millones.
Y si se compara con 2019 la contracción es de 83%.
Así, las facturas comerciales se convirtieron en el papel que experimentó la mayor caía por volumen de negociación en el mercado de valores ecuatoriano en 2021.
Las facturas comerciales son valores de renta fija que las empresas venden a terceros para obtener liquidez.
El desplome de las facturas comerciales se debe a la prohibición de su negociación entre empresas relacionadas, afirma Fernando Simó, presidente de la Asociación de Casas de Valores (Asocaval).
La prohibición fue decretada en enero de 2021, cuando la entonces Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera estableció nuevas reglas para la negociación de facturas comerciales.
Desde entonces no se pueden negociar facturas comerciales cuando hay vinculación entre:
- El emisor y el aceptante de las facturas.
- El emisor de las facturas y el inversionista.
- El aceptante de las facturas y el inversionista.
Esa decisión fue una respuesta a los escándalos ocasionados por empresas relacionadas que dejaron de pagar millonarias inversiones en facturas comerciales al Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol), uno de los mayores fondos de inversión del país.
Las compañías que incumplieron sus pagos fueron Delcorp, en proceso de disolución, y Fertisolubles. Juntas adeudan al Isspol USD 28,5 millones.
Otro caso de empresas vinculadas que le deben dinero al Isspol por facturas comerciales son Casa Moeller Martínez y Crisol Comercial, con un pasivo de USD 5,7 millones.
Nuevas condiciones
Simó sostiene que las facturas comerciales son un tipo de papel que "permite a pequeñas y medianas empresas acceder a capital de trabajo de forma inmediata para crecer".
Por eso, la Asocaval ha propuesto a la Junta de Política y Regulación Financiera "retomar la negociación de esos papeles entre empresas relacionadas, aunque fijando una serie de condiciones y de límites", como:
- Los aceptantes de facturas negociadas en el mercado serán personas jurídicas.
- La negociación de facturas comerciales en bolsa se hará únicamente bajo procesos de aceptación expresa.
- Los aceptantes de facturas negociables en el mercado de valores serán solo las compañías inscritas en el Catastro Público del Mercado de Valores o las empresas que tengan antigüedad y operación ininterrumpida no inferior a tres años.
- Las facturas comerciales únicamente serán emitidas por actos del giro de negocio del emisor, cuando el emisor esté relacionado con el aceptante.
- El emisor deberá contabilizar las facturas comerciales negociables que emita en bolsa en sus cuentas de orden, por ser codeudor de estas.
- Cuando las facturas comerciales son negociadas entre empresas relacionadas su monto será incorporado en el cálculo de activos depurados para las emisiones de valores de renta fija.
- Los depósitos centralizados de compensación y liquidación de valores en donde se encuentren desmaterializadas (en versión digital) las facturas comerciales deberán llevar el control de los montos emitidos por cada emisor y los cupos definidos.
- El emisor podrá someter sus facturas comerciales negociables a un proceso de calificación de riesgo.
Además, las casas de valores así como las bolsas están a la espera de la reforma de inversiones para impulsar al mercado de valores.
El Gobierno ha dicho que el proyecto de ley se entregará a la Asamblea en enero de 2022.
Crecimiento general
A pesar de la caída de las facturas comerciales y de otros papeles, como obligaciones corporativas, avales bancarios y reportos, en general las negociaciones en bolsa se han incrementado.
En 2021 las negociaciones en las dos bolsas de valores del país sumaron USD 15.702 millones, que equivalen a un crecimiento de 32% frente a 2020.
Y la proyección es que en 2022 la tendencia al alza se mantenga y el mercado registre un aumento de 10% en sus negociaciones.
Eso se debe a "una recuperación de la participación de títulos del sector privado para afrontar los procesos de crecimiento de la economía por la recuperación posterior a la pandemia", sostiene la Bolsa de Valores de Quito.
Y agrega que eso también dependerá de "una mayor negociación por parte del sector público, dada la necesidad de financiamiento fiscal".
Reestructuración del mercado
En 2021 el mejor desempeño del mercado de valores responde a una mayor negociación de papeles del sector público, como Certificados de Tesorería (Cetes) y de depósito, así como de bonos del Estado y notas de crédito.
"Los montos negociados de Certificados de Tesorería obedecen a estrategias fiscales de financiamiento interno del Ministerio de Economía, y también han sido altamente apetecidos en el mercado", explica la Bolsa de Valores de Quito.
Los Certificados de Tesorería son papeles de deuda interna que le permiten al Gobierno Central captar liquidez para cumplir con sus obligaciones.
En 2021 esos papeles fueron más adquiridos por el sector financiero para cubrir los requerimientos de encaje bancario en el Banco Central, que se elevaron por el crecimiento de los depósitos a plazo.
En general, el mayor apetito por los papeles del sector público se debe a "la confianza y a la estabilidad generadas por el nuevo Gobierno", afirma Simó.
Y agrega que otro factor es que en medio de la crisis "el mercado de valores ha sido visto como una fuente de liquidez eficiente para el sector corporativo".
Por eso, la negociación de papel comercial creció 21% frente a 2020 y 48% en comparación con 2019.
El papel comercial es un tipo de obligación de corto plazo que se emite en períodos inferiores a 359 días y cuyo rendimiento es de cero cupón, es decir, que se negocia con descuento.
Aunque, la confianza en la recuperación del sector productivo aún no está consolidada, por eso la negociación de obligaciones corporativas, que se emiten a plazos mayores de un año, cayó 5% frente a 2020. Y la baja llega a 42% en comparación con 2019.
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