Las mujeres crecen laboralmente en las pequeñas y medianas empresas
La mayoría de mujeres con cargos directivos se encuentra en este tipo de negocios. Tener una mujer a cargo también aumenta las posibilidades de que las empresas tenga un porcentaje mayor de trabajadoras.
El estudio de diseño Blu Lab es dirigido por tres mujeres.
Cortesía Blu Lab
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Las pequeñas y medianas empresas que tienen menos de 250 trabajadores y un volumen de facturación moderado son consideradas como la espina dorsal de la mayoría de las economías y desempeñan un papel determinante en los países en vías de desarrollo.
"Estas empresas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tienden a emplear a una gran proporción de trabajadores pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad, como mujeres, jóvenes y personas de hogares desfavorecidos".
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El estudio Mujeres Ejecutivas 2019, de la consultora de servicios Deloitte, pone cifras a esa percepción: en una empresa que tiene entre uno y 200 empleados, el 46% son mujeres; cuando el número asciende a más de 1.000, solo el 5% de las plazas es ocupado por mujeres.
Las mujeres dirigen a mujeres
"Las Mipymes, al ser negocios con mayor presencia femenina, tienden a tener mayor participación de mujeres en cargos directivos", dice Marcia Yazbek, empresaria y presidenta de Mujeres por Ecuador, organización dedicada a incentivar la participación femenina en el sector económico.
Esta declaración se sostiene en un informe del Banco Mundial que dice que "solo una de cada cinco compañías en el mundo tiene una directora ejecutiva o una gerenta de alto nivel y esto es más común entre las empresas pequeñas".
El documento agrega que "cuando una mujer ocupa un alto cargo directivo en una empresa, es probable que esta firma tenga un porcentaje mayor de mujeres trabajadoras con contratos indefinidos".
Este es el caso del estudio de diseño Blu Lab, ubicado en Cumbayá, que tiene tres socias y todo el personal es femenino.
"Ser mujeres nos empodera y nos permite trabajar de la misma manera que los engranajes de una máquina, en donde cada pieza calza a la perfección".
Diana Zambrano, cofundadora y gerente general de Blu Lab.
Este negocio sí ha tenido colaboradores hombres, pero no permanecen por mucho tiempo. "Creemos que esto se debe a la falta de costumbre de los hombres de no tener jefas mujeres. Les resulta intimidante", explica.
Una de las cualidades que las socias destacan de su negocio es la conciliación entre trabajo y empresa que, dicen, en otro tipo de compañías no existe.
Esto se puede deber a que "las mipymes dirigidas por mujeres surgen en su mayoría por la necesidad de este segmento de la población de compaginar tareas del hogar y acceso a financiamiento", según el Banco Mundial.
Negocios que deben crecer
En el país se debe "incentivar el crecimiento de las Mipymes", dice Marcia Yazbek, de Mujeres por Ecuador.
Para esta agrupación, el desarrollo de las mujeres y de las empresas se encuentra en la formación. Por eso, desarrollará el Foro Liderazgo Innovación y Desarrollo, el 26 de noviembre.
Más allá de dar un enfoque de derechos, "a la equidad de género se la debe plantear desde las perspectiva de negocio. Hay que evidenciar que cuando hay mujeres en las empresas aumentan la competitividad y el rendimiento", concluye Yazbek.
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