Una consulta popular es una salida viable a la crisis, según el banco Amherts

La decisión de la Asamblea de archivar el proyecto de Ley de inversiones no causó sorpresa en el mercado financiero. Pero es claro que complica la gobernabilidad de Ecuador, según un reporte del banco de inversiones estadounidense Amherst Pierpont Securities.

La tensión entre el Ejecutivo y Legislativo escaló luego de que el presidente Guillermo Lasso acusara a la oposición de "pedir cargos, hospitales y hasta dinero en efectivo" a cambio de votar favorablemente el proyecto de Ley.

Ese escenario podría desencadenar una estrategia de alto riesgo como es la muerte cruzada, según Amherst Pierpont Securities.

La posibilidad de elecciones anticipadas también podría resultar contraproducente para el objetivo de llevar a cabo reformas económicas estructurales si el presidente Lasso no es reelegido, advierte el banco.

El reciente bloqueo a la Ley de Inversiones del Ejecutivo muestra, además, lo difícil que es emprender reformas económicas en medio de una oposición correísta

"Todavía existe una irresponsable oposición obstruccionista correísta que prioriza el control político sobre la estabilidad económica", según Siobhan Morden, jefe de estrategia de renta fija para la región de Amherst.

La opción de la consulta

Una salida más viable a la actual crisis de gobernabilidad es que el Ejecutivo recurra a la consulta popular para avanzar con su programa económico, sugiere Amherst.

Un mayor impulso de los sectores petrolero y minero, en medio de un escenario de precios altos del petróleo y del oro, podría inyectar cierto margen de maniobra política para que el Gobierno maneje las presiones actuales.

El Gobierno ha anunciado que buscará duplicar la producción de petróleo del país de los actuales 495.000 barriles diarios a un millón de barriles por día.

Y ministro de Energía, Juan Carlos Bermeo, ha anunciado que Ecuador prevé aumentar también las exportaciones mineras de USD 2.000 millones a USD 4.000 millones en 2025.

Un problema estructural

Según Morden, hay factores estructurales de larga data que socavan la gobernabilidad en Ecuador, como:

• Una memoria colectiva que culpa al sector financiero y al neoliberalismo por la crisis de los años noventa.
• Un mal manejo político de la rigidez presupuestaria.
• Debilidad institucional.
• Una población que aún no ha tomado conciencia de lo que es necesario hacer para defender la dolarización.
• Y, a diferencia de países como Argentina, Ecuador no ha vivido de lleno la culminación del fracaso de las políticas de expansión del gasto público del correísmo.