La minería ilegal en el Podocarpus se triplicó desde 2019
El territorio afectado por minería ilegal en el Parque Nacional Podocarpus pasó de 8,1 hectáreas a 24,7 hectáreas entre 2019 y 2022, según un monitoreo a través de mapas satelitales.
Campamentos mineros detectados en el Frente minero “La Aida”, Parque Nacional Podocarpus, Ecuador.
Datos: Planet, EcoCiencia/MAAP.
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La minería ilegal ha crecido de forma silenciosa en el Parque Nacional Podocarpus, ubicado entre las provincias de Loja y Zamora Chinchipe, en el sur del Ecuador.
Un monitoreo satelital identificó 222 campamentos en tres sectores de esta zona protegida y una afección de casi 25 hectáreas.
Así lo revela un informe del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) y la fundación Ecociencia, que analizó las actividades extractivas desde agosto de 2019 a octubre de 2022, en tres frentes mineros dentro del Parque Nacional.
Cerca del 85% del Parque Nacional está en la provincia de Zamora Chinchipe, en donde está rodeado de concesiones mineras legales y actividad ilegal.
En estos tres frentes mineros, el territorio afectado por la tala y el depósito de sedimentos pasó de 8,1 a 24,7 hectáreas entre el 2019 y el 2022, según consta en el reporte.
Los sectores analizados son: Dos Camas, San Luis y La Aída, que forman parte del eje minero del Podocarpus. El más afectado es San Luis, donde históricamente se han desarrollado actividades mineras ilegales.
El mapeo identificó en este sector 68 campamentos mineros y una superficie de 11 hectáreas afectadas por la tala y depósito de sedimentos, resultado de la minería subterránea.
En Dos Camas hay 68 campamentos y 4,7 hectáreas afectadas. En La Aída hay 86 campamentos y nueve hectáreas afectadas.
Al ser una zona protegida, en este territorio no existen concesiones otorgadas por el Estado, por lo que toda la actividad minera detectada en el monitoreo es ilegal.
Según el reporte, unos 4.500 mineros ilegales extraen oro del Podocarpus. Los sistemas de explotación detectados son a cielo abierto y subterráneo. El más utilizado es la perforación de túneles.
Deterioro acelerado de la cobertura vegetal
Jorge Villa, coordinador del análisis satelital de MAAP, explica a PRIMICIAS que el incremento de la minería ilegal en el periodo estudiado "es acelerado y preocupante".
En un monitoreo que lleva la organización desde 1996 se puede ver que hasta 2014 el territorio afectado por minería en el Parque Nacional Podocarpus era inferior a las cinco hectáreas.
En cinco años, del 2014 al 2019 el daño se duplicó y llegó casi a 10 hectáreas.
Pero solo entre 2019 y 2020, la afectación pasó de 10 a 19 hectáreas. Villa explica que, desde la fundación Ecociencia, han analizado las probables causas de este incremento. “Una de ellas puede ser la incidencia económica de la pandemia”.
Villa añade que uno de los objetivos del mapeo es evidenciar la existencia de la actividad minera ilegal y sus consecuencias para que las autoridades competentes actúen según la Ley.
El Podocarpus es una de las 73 áreas protegidas definidas por Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador y es parte de la Reserva de Biosfera Podocarpus-El Cóndor, declarada por la Unesco en 2007.
El Parque Nacional posee una gran biodiversidad. Alberga al 38% de las especies de aves que hay en Ecuador y hay decenas de especies de flora y fauna en peligro de extinción, como los árboles de romerillo y el oso de anteojos.
La minería también devasta el Alto Nangaritza
El Podocarpus no es el único territorio amenazado por la minería en Zamora Chinchipe. Ahí se encuentra el Bosque Protector Alto Nangaritza, que limita con el Parque Nacional.
El mapeo de la Fundación Ecociencia muestra un aumento de la deforestación a causa e la minería. El total de superficie afectada en tres casos reportados es de 545 hectáreas entre el 2018 y 2022. Antes de ese periodo, el impacto era menor a las 100 hectáreas.
Mediante el uso de imágenes satelitales de alta-resolución (Planetscope), se identificaron 231 puntos donde hay actividad minera. El 20% de los puntos se localizan fuera de concesiones mineras entregadas por el Estado y el 63% están dentro de territorios shuar.
El 32% del Alto Nangaritza está concesionado a la industria minera. Esta actividad no está prohibida en los bosques protectores porque no son parte del sistema nacional de áreas protegidas.
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