Pozo: hay plan B si no se aprueba Ley para defender la dolarización
En entrevista con PRIMICIAS, el ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, dice que el Gobierno ya piensa en otras operaciones crediticias, en caso de que el país no cumpla con los compromisos con el FMI, lo que impediría el desembolso de USD 400 millones.
El ministro Mauricio Pozo durante su participación en el programa De frente Con El Presidente, el 31 de marzo en Manabí.
Presidencia.
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Pese al impacto de la pandemia, el ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, considera que el próximo Gobierno recibirá un país, el 24 de mayo de 2021, "con una economía en orden y en proceso de recuperación".
En un diálogo con PRIMICIAS, el ministro asegura que hay optimismo en el Gobierno sobre la aprobación de la Ley para Defender la Dolarización en la Asamblea Nacional.
Este es uno de los compromisos que Ecuador acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir USD 400 millones, a mediados de abril.
Pero, si la ley no es aprobada, Pozo asegura que "existe un plan B para recibir recursos frescos".
En el último proyecto de Ley para la Defensa de la Dolarización se habla de dos juntas, una Monetaria y otra Financiera. ¿Qué efecto tiene ese cambio?
Había la preocupación de que el Banco Central estaba definiendo políticas en el ámbito monetario crediticio. El Banco Central es una institución que debe ejecutar y no definir las políticas. Cuando se llamaba Directorio del Banco Central, no había una clara distinción de quién aplicaba la política y quién la diseñaba.
Eso dio lugar a que el Directorio fuera reemplazado, en el proyecto de ley, por una Junta de Regulación de Política Monetaria para que sea esta la que defina las políticas y el Banco quien las aplique.
El otro cambio es la creación de la Junta de Regulación de Política Financiera, que es la instancia que definirá las políticas para el ámbito financiero.
¿Con esos cambios, el Ejecutivo podría "meter la mano" en el Banco Central?
Mucho más difícil, porque el Presidente de la República es quién propondrá los nombres y las ternas para los cargos de Directorio de estas dos Juntas, pero quien decide o nomina a los miembros es la Asamblea.
Esas autoridades van a estar en funciones cinco años, un tiempo superior al periodo de Gobierno, lo que garantiza un Banco Central independiente, técnicamente hablando.
El Banco no será del sector privado, ni será del Gobierno. Será una instancia que tomará decisiones en los ámbitos que le correspondan.
¿Quién o quiénes son los operadores políticos del Ejecutivo que van a trabajar para que el proyecto sea aprobado en la Asamblea?
Todos estamos en eso. Yo personalmente estoy metido en esto, tengo contacto permanente con el Presidente de la Asamblea y algunos de los representantes de los grupos políticos.
Otra persona que me está ayudando mucho es el ministro de Gobierno, Gabriel Martínez, que es un buen operador. Otro gran operador es Andrés Isch, ministro de Trabajo, pero como está en su proceso de juicio político no le puedo pedir más, porque tiene su propio problema por resolver.
¿Estos diálogos incluyen a los legisladores del correísmo?
He hablado con gente que es crítica frente a los pronunciamientos que hemos realizado, como Ana Belén Marín, que cuestionó la constitucionalidad del proyecto de Ley. También hemos hablado con fuerzas como Creo, PSC, Suma, algunos independientes, pero hasta allí llegó.
En el caso de los correístas, creo que es una conversación que no tiene futuro, no importa lo que propongamos, dirán que no si la propuesta viene del Gobierno.
En el caso de los correístas, creo que es una conversación que no tiene futuro.
¿Qué hay para los asambleístas a cambio de aprobar esta Ley?
No hay nada. Lo que hay es un trabajo de ilustración de los beneficios de la Ley, la aclaración de los conceptos, inclusive de búsqueda de ajustes para que se vea que hay la apertura para hacer cambios.
Estamos abiertos a las propuestas de cambios en la ley.
Aunque, obviamente, sí uno que otro asambleísta de provincia que nos dice que votará a favor, a cambio de que el Ministerio de Finanzas haga las transferencias por la Ley de Equidad Territorial a los gobiernos seccionales.
Pero esas cosas las vamos a hacer estén o no en este proceso.
¿Existen los votos para aprobar la ley?
En política es imposible adelantar lo que puede pasar. Hemos hecho los números uno por uno, y de acuerdo a lo que se ha conversado, sí tenemos una posibilidad medianamente importante, alta, de tener el apoyo para la aprobación de la Ley.
Además, no voy a negar que hay incidencia de lo que pase el domingo en las elecciones presidenciales, porque allí muchos asambleístas se arrimarán al ganador.
En política es imposible adelantar lo que puede pasar.
Para aprobar la ley, ¿hay más futuro si gana Guillermo Lasso o Andrés Arauz?
Yo creería que con Lasso hay más opciones de aprobar la ley.
A pesar de que esta es una ley que beneficiaría a cualquiera, pero no concibo que grupos que dicen que defienden la dolarización estén en contra de la ley.
Hay un grupo político que, supuestamente, defiende la dolarización, pero toda la vida ha estado en contra del régimen cambiario.
No concibo que grupos que dicen que defienden la dolarización estén en contra de la ley.
El candidato a vicepresidente por UNES, Carlos Rabascall, ha dicho que derogarían la Ley si llegan al poder. ¿Es posible?
Como sabe, una ley se borra con otra ley, un decreto con otro decreto, pero esta es una Ley Orgánica, es decir, para empezar (con esa intención) van a necesitar dos tercios de la Asamblea.
Yo quisiera ver con qué fuerza política va a luchar contra una ley que defiende lo que la gran mayoría de ciudadanos quiere: la dolarización. No lo veo tan simple.
Van a necesitar dos tercios de la Asamblea.
¿Qué alternativas hay si la Asamblea no aprueba la Ley?
Nosotros necesitamos cubrir todas las demandas y recursos para este año, hasta que nos retiremos.
Sí por alguna razón no llega a estar el desembolso del FMI por USD 400 millones atado a las metas de abril, donde se incluye esta Ley, tendremos que visibilizar otras alternativas.
No le puedo anticipar cuáles, pero sí estamos en conversaciones para poder cubrir las necesidades de financiamiento.
Estamos en conversaciones para poder cubrir las necesidades de financiamiento.
¿Con organismos multilaterales?
Son operaciones de crédito con organismos multilaterales, pero hay que ver en qué condiciones.
No son operaciones en bonos, porque ahora con un riesgo país alto emitir bonos sale carísimo. Hay que ver una operación de crédito que sea financieramente viable dadas las circunstancias.
Aunque abril será un buen mes en términos de ingresos tributarios por la recaudación del Impuesto a la Renta. Eso ayuda al flujo de la caja fiscal.
Lo de fondo es que nosotros vamos a cumplir lo que ofrecimos: vamos a terminar el periodo con la atención de todos los compromisos previstos.
Nosotros vamos a cumplir lo que ofrecimos.
Hay un clamor en el mundo para que los organismos multilaterales ayuden a los países más necesitados. ¿Qué puede esperar Ecuador?
He hecho participaciones en el Banco Mundial y en el FMI para pedir apoyo de los multilaterales para los países de ingresos medios, como Ecuador.
Aunque no hay una fecha, el FMI está próximo a realizar una emisión enorme de 600 billones de derechos especies de giro (DEG), que es la moneda de los créditos del FMI.
Y si esto se hace, Ecuador tendría acceso a su participación, sin necesidad de un programa económico. Con ello podría acceder a un financiamiento de aproximadamente USD 1.000 millones.
¿Cuál sería el efecto económico de un segundo confinamiento para Ecuador?
Esperaría que eso no ocurra. Como sabemos, se está haciendo un esfuerzo enorme en el tema de vacunación con todos los problemas que ha habido, y si eso avanza con menos tropiezos, creería que las posibilidades de un segundo confinamiento serían pocas.
El impacto económico de un segundo confinamiento sería grave para el país porque alteraría la planificación prevista.
Este año se estima que el PIB del país podría crecer hasta el 3,5%. Es decir ya se empiezan a ver síntomas de recuperación, por ejemplo, tributaria, laboral y en las reservas internacionales. Un segundo confinamiento nos afectaría mucho.
Creería que las posibilidades de un segundo confinamiento serían pocas.
¿Cómo se puede salir de la actual crisis económica?
Hay temas que no se pueden dejar de hacer, que son transversales. El primero es continuar con un manejo ordenado de las Finanzas Públicas.
El segundo tiene que ver con el rol del sector privado. Mientras más rápido reaccione el sector privado, más rápida será la recuperación económica.
Pero, también necesitamos tomar acciones en el sector público, como crear fuentes de financiamiento para el sector productivo.
Otro tema a mejorar es el alivio de costos para el aparato productivo. Para eso se requieren una reforma laboral, un proyecto tributario y reformas al sistema arancelario, que permitan reducir el costo de la producción.
Esos proyectos quedarán listos para que el próximo Gobierno los analice.
¿Las vacunas contra el coronavirus son un factor importante para reactivar la economía?
Sin salud, no hay forma de recuperación. El país necesita cerca de 10 millones de vacunas y se va a cumplir a la salida del Gobierno con cuatro millones de vacunas.
Según estimaciones, así como va el proceso de inmunización, la vacunación terminaría en muchos años...
Creo que decir eso es un exceso. Creo que en una primera etapa hay tropiezos. Pero ahora ya se conoce mejor el proceso. Todo va mejorando.
En materia económica, ¿cómo dejará al país este Gobierno?
Los principales indicadores muestran una recuperación.
En actividad económica el año pasado caímos 7,8%, mucho menos de lo que se esperaba, y eso es producto de las acciones que se tomaron, como la aplicación de la Ley Humanitaria. Este año está previsto que la economía crezca 3,5%.
Sí usted mira mes a mes hay recuperación del empleo. En el tema tributario tenemos mejor recaudación. Las reservas internacionales están entre USD 5.500 y USD 6.500 millones.
En materia comercial estamos por suscribir acuerdos con Estados Unidos. Tenemos liquidez en el sistema financiero, que crece a más de dos dígitos.
Se va a dejar una economía con un norte preestablecido, acuerdos internacionales, en un franco proceso de recuperación y con las cuentas fiscales en orden y, obviamente, será una economía mejor que la que recibió este Gobierno hace cuatro años.
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