Lenín Moreno "heredará" una reforma tributaria obligatoria a su sucesor
El anuncio de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), establece nuevas obligaciones al país. La reforma tributaria, sin embargo, será tarea del próximo gobierno.
El ministro Richard Martínez el 6 de julio de 2020 en el Palacio de Carondelet, en Quito.
Ministerio de Finanzas
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Si bien las metas que deberá cumplir Ecuador no se conocerán hasta cuando el Directorio del FMI apruebe el acuerdo, a finales de septiembre de 2020, hay cuatro grandes temas en los que ya se sabe que trabajarán las dos partes: uno de ellos es el manejo de las finanzas públicas.
Para eso, se necesitará "una reforma tributaria inteligente e integral", sostiene un comunicado del FMI, publicado el 28 de agosto de 2020.
"Tiene que haber una reforma tributaria integral, que contemple el aumento de algunos impuestos y la eliminación de otros. Lo importante va a ser el fisco reciba ingresos netos entre USD 1.500 millones y USD 2.000 millones porque Ecuador necesita ingresos permanentes para cubrir los gastos", sostiene el secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera.
¿El gobierno de Moreno tiene oxígeno todavía para esa tarea?
La reforma ya no será responsabilidad del Gobierno actual, al que le queda menos de nueve meses en el poder y que no tiene mayoría en la Asamblea, sino de la próxima administración, afirman tres expertos consultados por PRIMICIAS.
“Las primeras metas, que deben cumplirse en 2020, involucrarán solo al Ejecutivo, no se va a necesitar enviar leyes a la Asamblea. El FMI es consciente que el Gobierno no tiene apoyo en el Legislativo", dice Fidel Jaramillo, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA).
Dos de los puntos en los que se prevé trabajará el Gobierno del presidente Lenín Moreno son:
- Reglamento de la Ley de Ordenamiento en las Finanzas Públicas.
- Mecanismos para obtener el registro social.
¿Aumentar o reducir impuestos?
"El próximo Gobierno va a heredar un déficit de USD 6.000 millones, por lo que su objetivo debería ser trabajar para que el hueco fiscal sea de USD 3.000 millones".
Jaime Carrera
Teniendo eso en cuenta, la reforma tributaria debe apuntar a la sostenibilidad fiscal e impulsar la inversión extranjera, dice Carrera, para lo que se necesita:
- Aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en dos puntos: es decir pasar de 12% a 14%. En 2019 la recaudación de ese impuesto representó USD 6.685 millones.
- Disminuir gradualmente el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para incentivar la inversión extranjera.
- Reducir los aranceles de insumos y bienes de capital para incentivar la producción y por lo tanto las exportaciones.
- Crear un impuesto al patrimonio.
En eso coincide Jaramillo, quien agrega que la reforma "debe tratar la eliminación de las exensiones al Impuesto a la Renta (IR) y además evaluar una devolución del IVA a la población más vulnerable, lo que ahora es factible con la facturación electrónica".
En cambio, el analista económico Jorge Calderón la reforma no debería aumentar impuestos, por la coyuntura política y económica del país.
"Se debe incentivar el consumo a través de una reducción de dos puntos del IVA y se debe establecer una tasa única del 10% en el IR para evitar la evasión", dice.
Calderón agrega que "en sectores más golpeados por la pandemia, como el turismo, el IVA debería reducirse hasta 7 puntos, es decir pasar del 12% al 5% y también se debería impulsar acciones como el tax free, para atraer a los turistas extranjeros".
Un punto en que sí coinciden los tres expertos es que, para aprobar una reforma en una Asamblea que se prevé será fragmentada, el próximo Gobierno necesitará de una mayoría o de alianzas en el Legislativo.
Para Calderón, el aumento de impuestos no solo generará rechazo entre los políticos, sino también en la ciudadanía: “En Ecuador las familias sienten que siguen pagando las facturas de la ineficiencia y la corrupción del Estado", dice.
El Estado aún tiene sobrepeso
"Será muy difícil que el Fondo pida solo impuestos", afirma Jaramillo. Y agrega que "por la emergencia sanitaria el tamaño y el gasto del Estado se ha reducido, pero han sido medidas temporales. Seguramente, el FMI demandará una reforma del Estado y la optimización del gasto público".
En eso coincide Carrera, quien dice que, quien llegue a la Presidencia deberá presentar una programación de los cuatro años de gobierno para que la reforma sostenga los ingresos y los gastos.
"El acuerdo marca la hoja de ruta al próximo Gobierno, que no solo refleja lo que espera el FMI, sino lo que necesita Ecuador", afirma Carrera.
En ese contexto, Jaramillo asegura que, por el momento, la llegada de USD 4.000 millones, hasta finales de 2020, es positiva no sólo para el país, sino para la economía, que empezará a dinamizarse.
"El financiamiento aliviará la cadena de pagos, que significa mayor liquidez y por lo tanto aumento del consumo", sostiene Jaramillo.
Lo mismo prevé el banco Credit Suisse que, en un comunicado publicado el 31 de agosto, afirmó que el acuerdo es una esperanza para el país.
En 2020 está previsto que el país acceda a USD 4.000 millones del multilateral, mientras que los USD 2.500 millones restantes se desembolsarán en los próximos dos años.
Este financiamiento tiene un plazo de 10 años para repagar el capital, con cuatro años de gracia. La tasa de interés sería cercana al 2,9% anual.
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