Lasso debe hacer cálculos políticos para cumplir promesas económicas
La eficiencia en el proceso de vacunación contra el Covid-19 será determinante para el cumplimiento de los compromisos en materia económica y la reactivación post crisis.
Simpatizantes del candidato presidencial Guillermo Lasso celebran frente al Consejo Nacional Electoral, en Quito, el 11 de abril de 2021.
EFE
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El nuevo Presidente electo de Ecuador, Guillermo Lasso, tiene hasta 2025 para crear dos millones de empleos, elevar el salario básico a USD 500, duplicar la producción petrolera, reducir impuestos y disminuir las tasas de interés.
Esas han sido las promesas económicas más relevantes que hizo el candidato de la alianza entre Creo y el Partido Social Cristiano.
Cumplir esas promesas no será tarea fácil. Lasso asumirá la Presidencia con una Asamblea fragmentada, cuestionamientos de grupos sociales y en medio una pandemia que, como ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS), "está lejos de terminar".
Entre las principales propuestas económicas de Lasso hay tres que demandarán reformas que deben ser aprobadas por la Asamblea.
"Guillermo Lasso ha propuesto dos reformas importantes, la laboral y la tributaria, que necesitan la aprobación de la Asamblea, lo que implica concretar alianzas políticas", dice Freddy García, consultor de Inteligencia Empresarial.
Teniendo en cuenta el cálculo político, García considera que Lasso deberá enviar esas propuestas en los primeros días de su gobierno, antes de que se desgaste su capital político.
García explica que la reducción de impuestos es una medida popular entre los ciudadanos, pero puede tener resistencia en el Legislativo.
"Desde el gobierno de Rafael Correa se ha posicionado que el impuesto a la salida de divisas (ISD) protege la dolarización, lo que no es cierto. La reducción gradual de ese tributo es positiva para el sector productivo, pero tendrá resistencia, sobre todo en el bloque correísta", afirma García.
"En la situación actual, que es compleja, Lasso debe tratar de no convertirse en otro Mauricio Macri, que intentó hacer cosas populares, pero que no tenían profundidad y, por lo tanto, no logró nada, lo que dio paso al retorno del socialismo", dice Oswaldo Landázuri, analista económico.
Conseguir alianzas
Apenas el 33,2% de la población económicamente activa (PEA) de Ecuador o lo que equivale a 2,7 millones de personas tenían un empleo pleno en febrero de 2021.
Por eso la propuesta de crear dos millones de puestos de trabajo adecuados es una de las promesas que más interés produce.
La creación de empleos en los próximos años en Ecuador dependerá del sector privado, ya que el sector público tiene que disminuir el gasto para reducir un déficit fiscal que llegó a USD 5.700 millones en 2020.
Para que el sector privado contrate más personal tiene que reactivarse, por lo que el nuevo gobierno deberá establecer políticas para atraer la inversión nacional y extranjera, dice Alfredo Arízaga, director de la Escuela de Negocios de la Universidad SEK y exministro de Finanzas.
En eso coinciden también Landázuri y Fidel Jaramillo, exministro de Finanzas y profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas.
Ambos agregan que la inversión debe llegar en forma de alianzas público-privadas. Con acciones como esas se logra la reactivación de sectores que ahora están deprimidos, como la construcción, en los que existe una elevada demanda de mano de obra.
Jaramillo agrega que el aumento de empleos adecuados también dependerá de la apertura comercial, sobre todo de lograr un tratado con Estados Unidos, que es el principal socio comercial de Ecuador.
Subir el salario mínimo
El aumento del salario básico unificado (SBU) a USD 500 es la promesa más difícil de lograr, porque significa aumentar los costos para un sector empresarial ya muy golpeado e implica reducir la competitividad del país.
"El costo del salario por hora en Ecuador es uno de los más altos en América Latina", sostiene Arízaga.
En ese contexto, lograr un aumento del salario básico de USD 100 requerirá de que haya flexibilidad laboral, para disminuir otros costos, como las indemnizaciones.
"Lasso no podrá dejar de cumplir este compromiso por el que logró apoyo en las regiones Sierra y Amazonía, pero debe hacerlo sin desincentivar la contratación de nuevos empleados", explica Jaramillo.
En eso coincide Landázuri, quien agrega que "necesitamos que la contratación sea más flexible y más barata, pero no haciendo que el trabajador gane menos. Los empresarios no estamos pensando en precarizar el trabajo".
Para eso el próximo gobierno necesita una reforma laboral, que debe ser aprobada por la Asamblea.
Para García la reforma laboral debe ir acompañada de medidas focalizadas, que atiendan a los grupos sociales más vulnerables y que han sido golpeados por la actual crisis.
Quitar el ISD
Desde octubre de 2020, Ecuador tiene un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que se plantea la adopción de una reforma tributaria en 2021.
En la carta de intención con el FMI se estableció la eliminación gradual del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) que es del 5%.
Durante la campaña electoral Lasso planteó la reducción del impuesto al valor agregado (IVA), que es del 12%, en productos de primera necesidad; y la eliminación gradual del impuesto a la salida de divisas (ISD).
En diciembre de 2007, la Ley Reformatoria para la Equidad Tributaria del Ecuador creó el ISD para evitar la salida de capitales. En un inicio la tasa fue de 0,5% hasta que en 2012 llegó a 5%.
El ISD es el tercer impuesto que más recauda en el país. Antes de la pandemia, en 2019, ese tributo representó USD 1.140 millones, que dejarían de ingresar al fisco si se elimina.
La eliminación del ISD significa menos ingresos para el Estado, pero eso se compensa porque ese tributo ahuyenta la llegada de inversión extranjera y representa costos adicionales para los productores locales que necesitan importar insumos.
Para Arízaga, que la reducción del ISD vaya a ser gradual permite al fisco buscar nuevas fuentes de ingresos, a través de la eliminación de la evasión y de la elusión fiscal, por medio de la facturación electrónica o con el aumento de la producción petrolera.
Landázuri considera que todos los grupos deben hacer esfuerzos, por lo que la reducción de ciertos tributos podría ser compensada con el aumento de otros, como el impuesto al patrimonio.
Elevar la producción petrolera
La reducción de impuestos significa menos recursos para el Estado, lo que debe ser compensado con otras fuentes de ingresos, para no empeorar el déficit fiscal.
Una de esas fuentes es el petróleo, que es el principal producto de exportación de Ecuador.
Lasso se comprometió a duplicar la producción petrolera, es decir en llegar a un millón de barriles diarios.
Según el ministro de Energía, René Ortiz, la producción petrolera de Ecuador en 2021 alcanzará los 500.000 barriles diarios.
Hay dos formas de cumplir esa promesa: expandir la frontera de producción, lo que puede causar conflictos con las comunidades y los ambientalistas, o aplicar de técnicas mejoradas de producción, lo que implica inversiones en tecnología.
Para Alfredo Arízaga el Gobierno de Lasso optará por la segunda opción.
"Esa es la fuente más efectiva que tendrá el Gobierno para elevar los ingresos fiscales y no requiere de medidas impopulares".
Alfredo Arízaga, exministro de Finanzas
Reducir las tasas de interés
Durante la campaña electoral uno de los temas que causó mayor interés y polémica fue la reducción de las tasas de interés de la banca y de las cooperativas de ahorro y crédito.
Lasso, quien hasta 2012 estuvo al frente del Banco Guayaquil, ofreció reducir las tasas de interés de los créditos.
Dijo que capitalizará a BanEcuador con USD 1.000 millones para entregar préstamos con una tasa de 1% y a 30 años plazo para el agro.
Para Arízaga esa acción más que un cambio en el sistema financiero es un subsidio.
Para Jaramillo la reducción de las tasas de interés para el sector agropecuarios debe ser complementada con titulación de la propiedad, planes de sanidad agropecuaria, desarrollo de infraestructura, acceso al agua y seguros agropecuarios.
Los analistas consultados por PRIMICIAS dicen que si lo que se quiere es reducir de forma general las tasa de interés se necesitará:
- Mayor competitividad, que se logra con la entrada de instituciones financieras internacionales, como bancos españoles y canadienses.
- Movimiento económico, es decir, más depósitos y más volumen de créditos.
- Reducir el riesgo país, con acciones que den seguridad jurídica y confianza.
- Innovación financiera.
A pesar de la dolarización, la banca internacional no ha ingresado a Ecuador porque en los últimos 14 años ha habido una "actitud hostil hacia el sector financiero", agrega Arízaga.
Entre esas actitudes hostiles de parte de los gobiernos anteriores están los intentos para limitar las comisiones por servicios financieros y las tasas de interés y para obligar a las entidades financieras a hacer inversiones en papeles del Estado, concluye Arízaga.
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