En julio inician pruebas del parque eólico Huascachaca, el más grande del país
Los 14 aerogeneradores del parque eólico Minas de Huascachaca, el más grande de Ecuador, están en camino hacia Puerto Bolívar (El Oro) provenientes de China. Su llegada está prevista para el 19 de enero de 2022.
Obreros trabajan en el armado de la jaula de pernos para instalar una de las torres de los aerogeneradores en el Proyecto eólico Minas de Huascachaca, en enero de 2022.
Cortesía Elecaustro
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Desde Puerto Bolívar (El Oro), las máquinas serán trasladadas por tierra a la parroquia San Sebastián de Yuluc, en el cantón Saraguro (Loja), una zona desértica ubicada al pie del río Jubones, en el límite con Azuay.
Cuando entre en operación, el Parque Eólico Huascachaca generará 50 Megavatios (MW) de energía limpia. Para que eso ocurra, cada uno de los 14 generadores que integran el parque producirá 3,57 MW con un factor de planta del 32%.
La energía eólica en Ecuador se incrementará un 236% cuando Huascachaca entre en funcionamiento, según datos del Ministerio de Energía.
“Esperamos hacer las pruebas con los primeros generadores en el mes de abril, para que la totalidad del parque haga las pruebas finales a inicios de julio de 2022”, dice Carlos Durán, director de la Unidad de Proyectos Elecaustro.
Este proyecto evitará la generación de 94.000 toneladas de CO2 por año y ahorrará al país el consumo de más de 7,5 millones de galones anuales de combustible fósil, según Elecaustro.
Traslado e instalación
Una vez que los aerogeneradores lleguen a Puerto Bolívar, tomará entre 22 y 36 semanas trasladarlos hasta Loja. Esto debido a que cada uno tiene un peso de 600 toneladas y se necesitarán entre 11 y 14 viajes para llevar cada torre.
Por las particularidades de estos equipos, la contratista también debió hacer algunos ajustes para el traslado por tierra: retirar parterres y semáforos en Machala y Pasaje; limpiar las redes eléctricas que puedan interrumpir el paso de los aerogeneradores; el reforzamiento de siete puentes a lo largo de la vía, entre otras tareas.
Cuando los aerogeneradores lleguen a su destino empezará el izaje.
Actualmente ya se ejecutan las obras para su instalación, como las jaulas de pernos y las cimentaciones.
Cada torre tiene tres segmentos, más el brasero, que es el sitio donde va el generador. Las grúas para trasladar y colocar estos equipos fueron especialmente diseñadas para el efecto, y pueden cargar hasta 500 toneladas.
Proceso de construcción
El proyecto Minas de Huascachaca se empezó a gestar hace más de una década. En diciembre de 2008 la Empresa Pública Elecaustro colocó en ese lugar cuatro torres de medición de viento que iban desde los 26 hasta los 80 metros de altura, explica Antonio Borrero, gerente de la empresa.
Ese proceso fue parte de los estudios que determinaron que el viento del lugar era aprovechable para generar energía.
Como el presupuesto para construir el parque eólico era alto (USD 120 millones como proyección inicial), el Proyecto Huascachaca se dividió en fases y en 2017 inició la primera etapa, con la construcción y adecuación de vías.
En 2019 inició la fase 2A, que consistía en la interconexión: la construcción de dos subestaciones, una en Uchucay y otra en La Paz (ubicada en Nabón, Azuay), que se conectan a través de una línea de transmisión.
Desde junio de 2021, la subestación La Paz está energizada y conectada al Sistema Nacional de Transmisión, a 138.000 voltios.
Para ejecutar la última fase, denominada 2B, Elecaustro hizo una licitación internacional porque en Ecuador no se fabrican aerogeneradores, explica Borrero.
La Ley de Contratación Pública establece que para la adquisición de bienes en el extranjero se requerirá previamente la verificación de no existencia de producción u oferta nacional, de conformidad con el instructivo que emita el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).
El Sercop emitió la autorización y Elecaustro invitó a nueve firmas internacionales, finalmente participaron tres. “Fue una búsqueda larga, compleja y competitiva”, asegura Borrero.
Para elegir al contratista, se consideraron parámetros como la vida útil del proyecto, el mantenimiento, la operación y la producción de energía que ofrecían las empresas.
La firma china Dongfang Electric Internacional fue la que más capacidad de energía ofreció y ganó el concurso.
“El proceso de contratación internacional fue integral”, asegura Carlos Durán, director de la Unidad de Supervisión de Proyectos de Elecaustro.
Malestar de proveedores locales
Este contrato comprende dos partes: la primera es la fabricación y entrega en el puerto ecuatoriano de los aerogeneradores y otros componentes.
La segunda parte es los servicios conexos: desde la llegada y recepción en puerto de los equipos, el traslado por tierra, hasta la puesta en marcha y operación por dos años.
Para contratar esos servicios, Dongfang Ecuador -la empresa que la firma china constituyó en el país para ejecutar su contrato-, hizo una licitación nacional. Participaron cuatro consorcios y ganó Santa Fé-Montejo (una alianza ecuatoriano-colombiana).
Este punto ha generado un reclamo por parte de la Cámara Nacional de Transporte Pesado del Ecuador y del consorcio Noroccidental Atlas, uno de los oferentes para los servicios conexos.
El consorcio y el gremio de transporte pesado consideran que “en Ecuador sí existen empresas que pueden brindar los servicios conexos de: transporte de aerogeneradores hasta el sitio del proyecto y el montaje, instalación y puesta en marcha del parque eólico”.
Por lo que, a su criterio, no se debía adjudicar a Dongfang Ecuador.
Por eso, los representantes de Noroccidental pusieron una acción de protección ante un Juez Constitucional del Azuay para que se suspenda el contrato con la subsidiaria de Dongfang en Ecuador, alegando que en este proceso no se priorizó a los productos y servicios nacionales.
El juez de la causa rechazó la demanda de acción de protección al “considerar que no existía vulneración a derecho constitucional alguno”.
Los representantes de Elecaustro responden que el tipo de proyecto exige una garantía técnica completa, por lo que cuando se iba a adjudicar el contrato principal, todos los proveedores estaban de acuerdo en que la vía para la ejecución era la creación de una subsidiaria nacional.
Además, aunque Santa Fé tiene origen panameño, está domiciliado en Ecuador desde 1982, según consta en la Superintendencia de Compañías.
Es la empresa que ya dio este servicio cuando se construyó el Parque Eólico Villonaco, también en Loja. Para participar en esta ocasión, hizo alianza con la compañía Montejo.
Ante la negativa del juez, tanto el Consorcio Noroccidental como la Cámara de Transporte Pesado acudieron a otras instancias, como la Comisión Nacional de Anticorrupción y el asambleísta Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.
En respuesta a sus inquietudes, Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, ha pedido al Sercop información sobre el proyecto eólico.
Villavicencio también ha requerido información a Elecaustro y otras entidades públicas como el Servicio de Rentas, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
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