El niño peruano que abrió su banco y convenció a Visa de creer en él
A los siete años José Adolfo Quisocala creó su primer negocio, un banco escolar para solucionar los problemas financieros de sus amigos. Siete años después el Eco Banco del Estudiante Bartselana se ha fortalecido y la inspiradora historia de este niño llegará a la pantalla grande.
José Adolfo Quisocala Condori, de 14 años, habla durante una entrevista en Quito.
EFE
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Hace seis años el niño peruano José Adolfo quería ayudar a los estudiantes de su escuela a resolver las finanzas de sus hogares. “Los padres de mis compañeros no eran buenos administradores”, dice este joven que ahora tiene 14 años.
Para que sus amigos no repitieran ese círculo vicioso, José Adolfo decidió generar un cambio, quiso enseñar a los estudiantes a ahorrar.
El proyecto inicial consistía en un intercambio de material reciclado por dinero. Luego, enseñaba a los niños la importancia de ahorrar para poder cumplir sus sueños.
Las dos historias que marcaron a este pequeño emprendedor fueron la de un niño que quería una bicicleta y la de otro pequeño que anhelaba unos zapatos deportivos, porque era bueno jugando fútbol.
“La falta de ingresos y el poco apoyo de los padres eran dos obstáculos para el segundo niño”, dice Quisocala.
El Eco Banco del Estudiante Bartselana, que empezó como un un proyecto escolar creado por Quisocala ahora tiene 3.500 niños como clientes solo en la ciudad de Arequipa, con una población de 1 millón de habitantes.
Es de todos
Para que el proyecto escolar creciera José Adolfo sabía que necesitaba el apoyo del sector privado y público. Para él Internet fue una herramienta útil para saber cómo convencer a los empresarios para que apoyaran su idea.
Al inicio los adultos no le daban importancia porque “solo era un niño”. Pero con el tiempo varias empresas confiaron en él.
Una de ellas fue nada más y nada menos que la gigante mundial de medios de pago Visa, por lo que ahora el banco cuenta con una tarjeta de débito, cuyo diseño tiene una bicicleta y unos zapatos deportivos.
Quisocala admite que expandir su emprendimiento ha sido difícil. “Muchas veces casi me estafan con contratos”, dice.
Una de las personas más importantes de este negocios es su padre. “Nunca me ha limitado y por eso he logrado todo lo que me he propuesto”.
Este emprendimiento, que en un inicio fue pensado como un banco, ahora es una cooperativa debidamente regulada y que cumple la normativa peruana.
“La personalidad jurídica es la de una cooperativa porque quiero que los socios sean los dueños”, explica el joven banquero.
Quisocala reconoce que es inevitable crecer, por lo que espera que en el futuro un niño siga manejando la cooperativa.
Un negocio con valores
Desde un inicio José Adolfo Quisocala supo que su negocio debía tener valores, "así como los tienen los niños", dice. El medio ambiente y la ayuda social son los dos principios que marcan todas las acciones del negocio.
“El problema de los adultos y de las empresas es que solo piensan en ellos. Me gustaría que muchas empresas, bancos y cooperativas repitan lo que yo hago en mi proyecto”, manifiesta Quisocala.
El Eco Banco del Estudiante tiene un método a través del cual las ganancias se ahorran en tres partes: para mí, para otros y para el medio ambiente.
Este año parte de los ingresos de la cooperativa se destinaron para ayudar a las personas afectadas por los incendios registrados en la selva del Amazonas.
Además, este negocio lleva a cabo programas para empoderar a las mujeres, adultos mayores y niños.
Disney contará su historia
A los 13 años, José Adolfo ganó el reconocimiento a uno de los 25 banqueros más innovadores de América Latina y el Caribe, otorgado por Fintech Americas.
La corta vida de este joven es tan interesante que en 2018 Disney decidió plasmarla en una película.
El 22 de septiembre de 2019, el filme se estrenará en Europa. La película llegará a los cines de Estados Unidos y América Latina en febrero de 2020.
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