Incertidumbre política y narcotráfico alejan a la inversión extranjera de Ecuador
Los inversionistas internacionales esperan la derrota de González, pero les preocupa que el plan económico de Noboa sea poco claro.
Simulacro electoral en Azuay, el 13 de agosto de 2023.
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
La Inversión Extranjera Directa (IED) que llega a Ecuador cayó a su nivel más bajo de los últimos ocho años.
La inyección de capital extranjero sumó USD 106,6 millones en el primer semestre de 2023, según el Banco Central de Ecuador (BCE).
Se trata de una contracción de 87% frente a los USD 811,2 millones que recibió el país en igual período de 2022 por concepto de IED.
Y es la inversión extranjera más baja desde el primer semestre de 2016.
¿A qué responde la caída? ¿Influye la incertidumbre política que vive el país y la presencia del crimen organizado y narcotráfico? Sí, reconoce David Bailin, director de Inversiones en Citi, institución financiera global.
Ecuador irá a las urnas el 15 de octubre para elegir al presidente de la República que estará hasta mayo de 2025. Eso después de que el actual mandatario, Guillermo Lasso, decretara la muerte cruzada y disolviera la Asamblea, el 17 de mayo de 2023.
La correísta Luisa González y el empresario Daniel Noboa se enfrentarán en la segunda vuelta. Los inversionistas esperan la derrota de González, pero les preocupa que el plan económico de Noboa sea poco claro.
Lo dice un reciente informe del banco Santander US Capital Markets LLC.
Por ejemplo, el informe menciona que en el debate del 1 de octubre, Noboa se retractó de las declaraciones que había dado, sobre utilizar las reservas internacionales para enfrentar el escenario del Fenómeno de El Niño.
En menos de un año y medio, el nuevo Jefe de Estado deberá abordar las consecuencias de ese fenómeno climático, la escalada de violencia en el país y la crisis económica, con el estancamiento del empleo adecuado.
Los inversionistas también se encuentran cautos ante la presencia de bandas de crimen organizado y narcotráfico, que representan:
- Pérdidas por los robos y las extorsiones.
- Aumento de costos, por el equipamiento de los negocios con cámaras de videovigilancia, seguridad privada y rastreo satelital de camiones.
- Vulnerabilidad de los empresarios, al ser víctimas de secuestros.
Por ejemplo, los exportadores destinan USD 200 millones anuales en seguridad, sobre todo para evitar el riesgo de infiltración de droga en el traslado de contenedores desde el sector rural hacia los puertos.
Compartir: