La delincuencia se cierne sobre la zona financiera y comercial de Quito
El 18% de los negocios en la parroquia Iñaquito ha sido víctima de la inseguridad. Los locales redujeron sus horarios de atención.
Sucursal de la cadena de productos electrónicos Japón, en la avenida Naciones Unidas, en el norte de Quito.
Patricia González / PRIMICIAS.
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Hace un mes, en una sucursal de una cadena farmacéutica, en la avenida 6 de diciembre y Naciones Unidas, en Quito, un hombre llegó cerca de las 7:00 a exigir dinero al vendedor del establecimiento, con la advertencia de que si se negaba detonaría una bomba.
El uso de amenazas es una práctica común que usan los delincuentes para robar a los negocios de la parroquia de Iñaquito, en el norte de Quito, que se han visto obligados a modificar sus horarios y reforzar la seguridad.
"Es muy fuerte la inseguridad, ha subido mucho. Aunque tenemos cámaras, igual nos sentimos inseguros", cuenta Ivonne Ibarra, encargada de la farmacia, que cambió los horarios hace un mes.
El local está abriendo media hora más tarde, a las 6:30, y cierra hora y media más temprano, a las 20:00. Y ahora los vendedores siempre están acompañados de personal de seguridad para abrir el local.
Gasto en seguridad
La Cámara de Comercio de Quito realizó una encuesta sobre clima de negocios e inseguridad en 204 negocios en la parroquia de Iñaquito, entre el 18 y el 24 mayo de 2023.
El 18% de los consultados dice que fue víctima de la delincuencia en los últimos 30 días.
Y el 76% de los encuestados tiene algún tipo de dispositivo de seguridad para cuidar su negocio, como cámaras de seguridad, alarmas o seguridad privada.
Los que aún no tienen estos sistemas de seguridad, lo están evaluando. En el Minimarket Los Trigales, ubicado en la 6 de diciembre, cerca al Megamaxi, están cotizando para instalar sistemas de alarma y botón de pánico.
"Lo estamos analizando por costos, esto implicaría una inversión de alrededor de USD 500", dice Andrés Dávila, encargado de la tienda.
Mientras atiende a varios clientes, Dávila afirma que la inseguridad en la zona se ha incrementado. Hace pocos días una cliente le comentó que le robaron el celular cerca de las 8:00, por la avenida República de El Salvador, aledaña a la 6 de diciembre.
Por miedo a la inseguridad, en este establecimiento también se modificó la hora de cierre, de las 21:00 a las 20:15.
Hurtos en locales
Vendedores de locales de productos electrónicos en la avenida Naciones Unidas coinciden en que la inseguridad ha aumentado en los últimos meses.
Hace mes y medio, a horas del mediodía, hurtaron una laptop, en una sucursal de La Ganga, localizada en el sector.
Alex Chalán, asesor comercial, cuenta que justo en ese momento llegó un camión con mercancía y el local quedó a cargo de un solo vendedor, quien al momento del hurto revisaba los precios de los productos, que el supuesto cliente le había solicitado.
La persona salió del local con el producto dentro de una chaqueta. "Esto no había ocurrido en los dos años y medio que trabajo acá", dice Chalán.
En el local de al lado, una sucursal de la cadena Japón, en diciembre de 2022 intentaron llevarse un televisor de 55 pulgadas, que estaba embalado en una caja de cartón.
Un grupo de personas distrajo a los vendedores, mientras otras dos aprovechaban de llevarse el aparato, cuenta Daniel Reyes, promotor del local.
Sin embargo, las personas fueron atrapadas dentro de un autobús al otro lado de la calle, por comerciantes de la zona que se percataron de lo que ocurría.
Refuerzo de seguridad
En una sucursal de Novicompu, localizada también en las Naciones Unidas, contabilizan entre tres o cuatro intentos de hurtos en lo que va de 2023.
Israel Peñafiel, encargado del local, dice que, por lo general, ingresa primero un grupo que se hace pasar por familia y empieza a distraer al personal. Al rato, ingresan otras dos personas y son las que intentan llevarse productos.
La última vez detectaron a una persona que acababa de salir del local con una laptop dentro de una cartera. Llamaron a la Policía, pero la persona no fue detenida porque no se concretó el hurto.
"Hasta ahora no se han llevado productos grandes, pero sí otros más pequeños, como auriculares, cornetas y humidificadores", comenta el vendedor.
Desde diciembre, por la inseguridad, el local incrementó el número de cámaras de vigilancia, de siete a 12. "Instalamos más cámaras en el ingreso, que se vea la cara de los clientes", dice Peñafiel, mientras señala los dispositivos.
Una nueva estrategia del local es pedirle a los clientes que ingresan con gorra o con mascarrilla que se las retiren, para que queden registrados claramente en las cámaras.
También incrementaron los botones de pánico de dos a cinco. Estos se encuentran en lugares estratégicos, como la bodega.
Las ventas caen
En otras sucursales de Novicompu, ubicadas en el norte de Quito y en la ciudad de Manta, sí han ocurrido robos con uso de armas de fuego, entre 2022 y 2023. Esta cadena cuenta con 86 locales en el país.
Por esto, la empresa ha decidido cerrar algunos locales que se encuentran en zonas más sórdidas y peligrosas, como la avenida La Prensa, en el norte de Quito. Por el contrario, están incrementando locales en centros comerciales de la ciudad.
"La gente se siente más segura en centros comerciales. De hecho, han bajado los clientes que llegan a este local y esto nos ha perjudicado en las ventas. Hace dos años, hacíamos entre USD 6.000 y USD 7.000 por día, ahora vendemos cerca de USD 2.000", cuenta Peñafiel.
El 15% de los negocios consultados por la Cámara de Comercio de Quito dice que la inseguridad ha provocado una caída en sus ventas del 50% o más.
Para los comerciantes, la inseguridad se ha vuelto una preocupación constante. Esto los ha llevado a organizarse mediante grupos de whatsapp donde envían alertas ante posibles hurtos o robos en locales de la zona.
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