Iniap ha desarrollado 20 variedades de productos en cuatro años
Entre las variedades lanzadas recientemente constan la papa SuperFri y la cebada Alfa 2021. El Gobierno destina USD 14 millones anuales para investigaciones agropecuarias. Además, creó un fondo en 2021 con USD 3,8 millones iniciales.
La papa SuperFri es una de las variedades de productos, desarrolladas por el Iniap, este 2022.
Iniap
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Ecuador cerró julio con la presentación de dos nuevas variedades de productos desarrolladas por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap). Se trata de la papa SuperFri y la cebada Alfa 2021.
“La SuperFri es una papa de textura arenosa y amarilla, con una calidad superior”, según describió Raúl Jaramillo, director del Iniap.
En diálogo con PRIMICIAS, resaltó que esta variedad es tres veces más resistente a la lancha, una de las principales enfermedades de la papa que causa severos daños al cultivo y cuantiosas pérdidas económicas.
Es de rápida maduración y su promedio de producción es 40 toneladas por hectárea. Además, tiene un alto contenido de vitamina C. Se la puede usar en la preparación de sopas, puré y tortillas.
“Esta variedad produce 35% más que Fripapa y 25% más que Superchola. Representa un menor costo de producción y un bajo riesgo de plagas y enfermedades”, dijo Jaramillo.
Las provincias de Carchi, Pichincha, Cotopaxi, Bolívar, Tungurahua y Chimborazo tienen las condiciones aptas para su siembra. Su ciclo de cultivo es de entre 145 a 155 días.
Su investigación comenzó en 1998 y luego de 22 años fue liberada para su cultivo. Para su desarrollo, se invirtieron alrededor de USD 350.000.
Una de las primeras en implementar su sembrío es Hortaleg, empresa que exporta papa congelada a mercados como Japón, El Caribe, Panamá y Estados Unidos.
“La sembramos hace ocho meses y hace 20 días enviamos el primer cargamento a Japón. Actualmente, Bélgica y Canadá son líderes en la venta de papas congeladas, con esta nueva variedad esperamos tener ese liderazgo”, explicó Gabriel Proaño, gerente comercial de Hortaleg, a PRIMICIAS.
Según Javier García, encargado de la producción en la empresa, con la nueva variedad bajarán el tiempo de cosecha de siete a cuatro meses.
Por ahora, exportarán en simultáneo la Superchola y la SuperFri, pero poco a poco irán reemplazando sus cultivos con la nueva papa. Esto les demandará una inversión de USD 6.000 por hectárea.
Cebada maltera y otras variedades
La cebada Alfa 2021 es otra de las variedades desarrollada por el Iniap en los últimos 15 años.
“Es una cebada maltera, orientada a la elaboración de cerveza artesanal”, manifestó Jaramillo.
Resiste a las principales enfermedades que atacan al cultivo, como la roya amarilla y roya de la hoja. La cosecha de este nuevo tipo de cebada se obtiene luego de 180 días. El promedio de rendimiento es de 3,5 toneladas por hectárea.
En total, el Iniap ha desarrollado 20 variedades de productos en los últimos cuatro años.
"Hace tres semanas, presentamos en Manabí una variedad de higuerilla, denominada La Roja, con altísimas calidades en aceite y rendimiento. Está orientada a la producción de aceite industrial y combustibles", explicó.
También está la avena Fortaleza 2020, apta para consumo humano, para producción de forraje, para animales de alta producción y bondades en términos de resistencia, sequía y enfermedades, con alto contenido de proteínas.
"Como alimento y como opción económica, podría ser tan rentable como una hectárea de banano, según nuestros análisis", describió Jaramillo.
En sus 63 años de vida institucional, el Iniap ha desarrollado desde semillas fortificadas hasta la liberación de 287 variedades en distintos rubros. Entre ellos, destacan los clones de cacao.
"Manejamos una colección de 28.500 materiales distintos de variedades de cultivos y materiales silvestres, relacionados a cultivos como papa, cereales andinos, tubérculos como la oca, el melloco y la mashua", detalló.
Adicionalmente, la colección más grande de cacao del mundo.
Fondo y otros recursos para investigaciones agropecuarias
El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias es una entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Fue creado en 1959 para investigar, desarrollar tecnologías, generar procesos de innovación y transferencia tecnológica en el sector agropecuario, agroindustrial y de forestación comercial.
Cuenta con 15 laboratorios, bancos de germoplasmas y estaciones experimentales a escala nacional. Allí laboran 250 investigadores y técnicos.
La entidad maneja un presupuesto anual de USD 14 millones, de los cuales el 90% se destina a gastos operativos y sueldos.
En 2021, se creó el Fondo para la Investigación Agropecuaria (Fiasa) para promover programas y proyectos de investigación en el sector agropecuario.
Así lo establece el artículo 16 de la Ley Orgánica de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable.
Aunque la normativa dispone que se conforme con el equivalente del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) Agrícola (8% del PIB del país, unos USD 50 millones), arrancó con el 0,20% hasta llegar gradualmente a ese monto. Actualmente, el Fiasa dispone de USD 3,8 millones.
En paralelo, el Iniap cuenta con el apoyo de la cooperación internacional, principalmente de Alemania, Japón y Colombia.
“Estamos con proyectos de cooperación con la universidad de Osaka (Japón), con el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IIACA) de las Naciones Unidas”, dijo Jaramillo.
El Iniap también tiene proyectos con varias universidades del país, institutos nacionales de investigación, proyectos internacionales en arroz, cacao y banano.
Su director mencionó el convenio de la Espol con la Universidad Berkeley de California, Estados Unidos, para producir un banano editado genéticamente, resistente al Fusarium raza 4.
Este convenio, informó, bordea los USD 20 millones.
“Invertir en ciencia y en conocimiento es un precursor de información y conocimiento, parece bastante, pero si lo ponemos en contexto, el beneficio se verá en una producción de USD 3.500 millones anuales”, insistió.
El Instituto convocó a centros e institutos de investigación, gobiernos autónomos descentralizados, organizaciones no gubernamentales, gremios de productores, empresa privada y organizaciones campesinas, para que financien proyectos del Fiasa en 2023.
Compartir: