El 76% de la clase media de Quito redujo sus ingresos por la crisis
Para el 12,5% de los encuestados, cuyos ingresos en promedio eran de USD 860, la disminución fue de hasta el 80%, es decir que por la crisis de covid-19 han sobrevivido con USD 172 al mes.
Personas caminan en un centro comercial del centro norte de Quito, el 3 de junio de 2020.
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La calidad de vida los habitantes de Quito se ha deteriorado, concluye un reporte conjunto de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) y la Universidad de las Américas (UDLA). Esto se debe a la desaceleración económica y a la pérdida de empleos por la crisis de covid-19.
"La clase media está empobrecida", afirma Patricio Alarcón, presidente de la CCQ.
El 76% de 2.676 personas cabezas de hogares de clase media de Quito, es decir que en promedio tienen ingresos por USD 860 al mes, sostienen que por la crisis sus ingresos se han reducido.
En el 12% de los casos la disminución de sus ingresos es de hasta 80%, según el reporte. Esto significa que una persona que obtenía USD 860 antes de la pandemia ahora recibe USD 172.
En el caso del 26% de los encuestados al menos un integrante de su hogar ha perdido su empleo durante la emergencia sanitaria.
La reducción de ingresos ha significado no poder ahorrar, según el 75,2% de las cabezas de hogar.
"El golpe en este segmento socioeconómico significa una disminución de ingresos para muchos sectores económicos", afirmó Sebastián Chiriboga, especialista en emprendimiento e innovación, en un foro virtual sobre el informe.
Ingresos destinados a salud
La reducción de los ingresos ha tenido consecuencias en el consumo de la clase media de Quito.
Las vacaciones y el turismo han sido relegados al último escalón. Ahora lo que importa es la compra de alimentos, el pago de servicios básicos y la educación, según el reporte.
La emergencia también ha creado nuevas necesidades en la clase media como la compra de insumos médicos y de seguros de salud y asistencia médica. Según el reporte, más del 40% de los encuestados tienen estos temas entre sus prioridades de gasto.
Una vez que la emergencia sanitaria finalice, los cambios en el consumo se mantendrán, según el reporte.
El 86% de la clase media dice que seguirá considerando a la alimentación como el gasto de mayor prioridad, mientras que el 57% afirma que las vacaciones se mantendrán como algo poco urgente.
Nuevos hábitos
Los cambios en el consumo han significado nuevos hábitos, entre ellos los lugares que frecuenta la clase media, así como los medios que usa para trasladarse.
Para el 74% de los encuestados el supermercado se convirtió en el sitio más visitado para abastecerse durante la emergencia. Le siguen la tienda de barrio y la farmacia.
Los restaurantes y licorerías pasaron a estar entre los lugares menos frecuentados para obtener alimentos y bebidas.
Para trasladarse, el 74% de las personas han optado por hacerlo con un vehículo propio, mientras que el 33% ha preferido hacerlo a pie si se trata de distancias cortas.
En el futuro los cambios en la movilidad de la clase media de Quito se mantendrá, según el reporte. El 77% de los encuestados dicen que lo harán en su propio automóvil, mientras que el 14% afirma que se trasladará en bus.
Si bien la penetración de aplicaciones de entrega a domicilio se ha incrementado en los últimos meses, el 44,6% de la clase media en Quito dice no haber utilizado estos servicios.
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