El ingreso promedio de las mujeres se deteriora y baja a USD 248
En los primeros siete meses de 2021 el ingreso promedio de las mujeres ha experimentado una baja de USD 123, lo que equivale a una reducción del 33%.
Dos mujeres caminan en el centro histórico de Cuenca, el 18 de agosto de 2021.
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El ingreso laboral promedio en el país llegó a USD 313 en julio de 2021, según la última Encuesta Nacional Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu). Eso significó un alza del 8% frente a junio.
Si se analiza por sexo, el ingreso laboral promedio de los hombres alcanzó los USD 350 en julio de 2021, lo que es igual a un alza de 15% en comparación al mes precedente, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Estos dos datos contrastan con la realidad laboral de las mujeres. El ingreso laboral promedio de las mujeres se ha deteriorado hasta llegar a USD 248 en julio de 2021, la cifra más baja en lo que va del año.
En los primeros siete meses de 2021 el ingreso promedio de las mujeres ha experimentado una baja del 33%, o USD 123.
Por eso el ingreso promedio de las mujeres en Ecuador en julio fue igual al 62% del salario básico, que para 2021 se fijó en USD 400.
Disminuyen las oportunidades
El hecho de que las mujeres tengan un ingreso laboral promedio bajo se debe a una serie de factores, entre ellos:
- Brecha de género.
- Pocas oportunidades laborales.
- Menos horas de trabajo.
Históricamente las mujeres, en el país y en el mundo, han tenido que lidiar con un menor acceso a cargos directivos y un salario inferior por el simple hecho de ser mujeres.
Las brechas de género laborales se han ahondado por el deterioro del mercado laboral por la pandemia, que repercute en que las mujeres tengan menos ingresos.
En Ecuador apenas tres de cada 10 personas con un empleo adecuado son mujeres, es decir que:
- Perciben ingresos laborales iguales o superiores al salario mínimo, que es de USD 400. Trabajan 40 o más horas a la semana, independientemente del deseo y de la disponibilidad de trabajar horas adicionales.
- Ganan un salario mínimo o más por mes y trabajan menos de 40 horas, pero no desean trabajar horas adicionales.
Lo que contrasta con la composición del desempleo, liderado por las mujeres. Casi 6 de cada 10 personas que no tienen un trabajo en el país son mujeres, según el INEC.
"Las mujeres han sufrido una pérdida de empleo e ingresos desproporcionada, debido a su excesiva presencia en los sectores más afectados, como los servicios de alojamiento, de comidas y el sector manufacturero", explica la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A eso se suma que las mujeres han perdido sus empleos por tener que cuidar de los niños, por el cierre de las escuelas, y de otros miembros vulnerables de la familia, para evitar contagios de Covid-19, agrega la OIT.
En promedio las mujeres destinan el triple de tiempo al trabajo no remunerado en comparación con los hombres, dice el informe Brechas de género en el mercado laboral y los efectos de la crisis sanitaria en la autonomía económica de las mujeres, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Menos horas de trabajo
Menos oportunidades laborales significan menos horas de trabajo para las mujeres. En julio, un hombre en el país trabajó en promedio 36 horas a la semana, mientras que una mujer apenas lo hizo 30 horas.
Eso significa que en las mujeres en promedio trabajan 10 horas menos que lo que establece la jornada laboral completa, que es de 40 horas a la semana.
Cambiar la realidad laboral de las mujeres tomará tiempo, ya que la desproporcionada pérdida de empleos e ingresos sufrida por las mujeres durante la pandemia seguirá en el futuro, afirma la OIT.
En ese contexto, la iniciativa Consenso por el empleo, a cargo de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), ha planteado 12 propuestas para generar empleo, entre las que figura la igualdad de género laboral.
La propuesta está compuesto por cinco puntos, que son:
- Prohibición de prácticas discriminatorias por razones de género. Se debe garantizar que los contratos incluyan cláusulas que impidan discriminación.
- Igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, en la formación y en la promoción profesionales, y en las condiciones de trabajo.
- Establecer medidas y sanciones que prevengan acoso sexual laboral y todo tipo de violencia laboral por razones de género. Al país la violencia de género le cuesta al año cerca del 4% de su Producto Interno Bruto (PIB).
- Establecer la obligatoriedad de la igualdad de remuneración en actividades de similar responsabilidad entre hombres y mujeres.
- Determinar licencias compartidas entre la madre y el padre para el cuidado de los hijos y fomentar la corresponsabilidad parental.
La iniciativa espera que las propuestas se tomen en cuenta en la reforma laboral que ha anunciado el Gobierno y que aún no se concreta.
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