Por la violencia, Ecuador vive un 'boom' en la industria de la seguridad
Los altos índices de violencia e inseguridad que vive Ecuador ha provocado un auge de la industria de la seguridad, que ofrece chalecos antibalas y blindajes.
Mecánicos trabajan para blindar un vehículo en el taller de la empresa de seguridad Auto Express en Quito, el 15 de agosto de 2023.
AFP
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Una fábrica de Quito no da abasto para atender a las decenas de autos que esperan su turno para ser transformados en acorazados de vidrios oscuros. Sus dueños pagaron para blindarlos ante la violencia del narcotráfico que crece a la par de la industria de seguridad en Ecuador.
En su mayoría camionetas de alta gama llegan al taller, donde los trabajadores las desbaratan y refuerzan hasta el último rincón. Utilizan materiales especializados para resistir balazos.
A mano y con máquinas, cubren cualquier orificio por el que se pueda colar un proyectil y acabar con la vida del conductor o sus pasajeros, como sucede con cada vez mayor frecuencia en Ecuador.
La demanda de seguridad crece en el país de 18,3 millones de habitantes. Políticos de todas las corrientes espantados por las amenazas y los atentados, empresarios que temen ser secuestrados con fines extorsivos, medios de comunicación, entre otros.
Dado "el nivel de inseguridad que vivimos ahora (...) la gente está buscando esta alternativa", dice Nicolás Reyes, un fabricante de autos blindados.
Desde hace poco más de un año inauguró su planta de producción en la capital, nuevo foco del terror que impone el narcotráfico. Esto, tras años en los que la violencia golpeaba sobre todo al puerto de Guayaquil, en el Pacífico.
"No estamos seguros en ninguna parte, esa es una constante ahora en el país (...) Depende también de nosotros cuidarnos", se queja Cristian Bravo, un profesional en comercio exterior de 46 años.
'Boom' llegó con el magnicidio
"Al menos en nuestra ciudad, aquí en Quito, este último año se ha duplicado o triplicado" la venta de blindados, dice el también empresario Fernando Sánchez.
El boom coincide con el brote de violencia que asedia a la capital en la antesala de las elecciones del 20 de agosto de 2023. Once días antes, un sicario colombiano mató a tiros al candidato presidencial Fernando Villavicencio cuando se acababa de subir a su camioneta sin blindaje.
Lejanos son los tiempos en los que la nación era un baluarte de paz en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de coca. Ahora sus puertos son cruciales para la exportación de la droga, mientras crece la corrupción en organismos estatales, de acuerdo con expertos.
Al día siguiente del magnicidio, las llamadas de clientes llovían pidiendo cotizaciones, cuenta Sánchez. El ritmo frenético de fabricación lo ha llevado a ampliar las instalaciones de su empresa por falta de espacio.
Sin que existan cifras oficiales, para Carla Álvarez, experta y académica en temas de seguridad, "hay un boom" de esa industria. Se trata de una repuesta "natural ante la percepción" de desprotección de los ecuatorianos.
La encuestadora Gallup reveló a inicios de este año que Ecuador fue el país con mayor sensación de inseguridad en América Latina (62% de los encuestados) para 2022.
Más seguridad
Los blindajes más económicos para automóviles rondan los USD 20.000, en un país con un salario mínimo de USD 450.
"La gente que vive en zonas de élite se siente muy vulnerable", explica Álvarez. Pequeños negociantes sin ese poder adquisitivo recurren a otras alternativas para enfrentar la pesadilla del crimen.
Christopher Eggeling, quien comercializa equipos de seguridad, asegura cada día vende más cascos y chalecos antibalas, desde USD 280. "Nos ha comprado mucha gente, médicos, profesores, nos han comprado también en el sector camaronero, lo que son transportadores, inclusive transporte pesado", dice.
En Guayaquil, los camaroneros van pasos más adelante y han formado sus propios cuerpos de seguridad para mantener a salvo los crustáceos de ladrones. Ecuador es el principal productor y exportador de camarón del mundo.
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