Indecisión de autoridades provoca más pérdidas para el turismo
El cierre del 33% de los negocios turísticos y la pérdida de 25.000 empleos son las primeras consecuencias de la pandemia de Covid-19, según la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo (Fenacaptur).
Locales cerrados en la playa de Manta, el 5 de agosto de 2020.
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La falta de precisión sobre quién toma las decisiones y los cambios de última hora de parte de las autoridades han representado más pérdidas para el sector turístico de Ecuador, uno de los más golpeados por la crisis acentuada por la pandemia de Covid-19.
Un ejemplo de este vaivén de decisiones fue el cambio de fechas para la apertura de las playas en el país. Un anuncio que se hizo tres veces (29 de junio, 20 de julio y 3 de agosto) y las dos primeras fechas previstas se revirtieron a último momento.
El tercer anuncio fue el 3 de agosto y dejó en manos de cada COE cantonal la decisión de abrir las playas el 5 de agosto. Eso se tradujo en que apenas seis playas lograron autorización para recibir a turistas este feriado.
"Los negocios gastaron y se abastecieron para atender a los turistas que ya habían reservado para el 10 de agosto, pero por las instrucciones ambiguas de las autoridades eso se transformó en pérdidas", dice Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha.
El Hotel Poseidón, en Manta, es uno de los establecimientos que dice registrar pérdidas por "la falta de seriedad en las decisiones de las autoridades".
"Con el primer anuncio del COE de reactivar las playas recibimos reservas por lo que nos abastecimos de alimentos, implementos de bioseguridad y contratamos a trabajadores que habían sido desvinculados", dice Esteban Fiallos, propietario del hotel y de la operadora de turismo Hola Aventura.
Lo que luego se transformó en un problema.
El anuncio del 20 de julio, de aplazar la reactivación de las playas hizo que "recibamos llamadas de clientes pidiendo la devolución del dinero que ya habíamos invertido. Es una doble pérdida", sostiene Fiallos.
Los mismo se repite en otras provincias y ciudades, según García, porque de la noche a la mañana se cambian el color de los cantones y los horarios de toque de queda.
Existe demanda
Los representantes del sector están conscientes de que la llegada de extranjeros este año será difícil por la pandemia, pero consideran que el turismo interno es una oportunidad para la reactivación.
"USD 1.800 millones gastaron los ecuatorianos que salieron del país en 2019, un valor que puede resultar muy atractivo para el turismo interno", dice García.
En eso coincide Norman Bock, presidente de la Asociación de Hoteles Quito Metropolitano. Bock agrega que sí hay personas que ya están viajando internamente por trabajo o por turismo, aunque lo hacen a lugares cercanos a sus sitios de residencia.
En el caso de la Sierra, las personas están yendo a haciendas en busca de atractivos naturales. Por eso negocios en Cotopaxi e Imbabura reportan alrededor de 12 visitantes cada fin de semana.
Los restaurantes, hoteles y operadores de turismo están conscientes que por la emergencia sanitaria no pueden llenar sus instalaciones, por eso están dispuestos a atender al 30% de su capacidad, que "es mejor que no vender nada", afirma García.
Las oportunidades que aún encuentra el sector turístico, han llevado a ciudades como Riobamba a obtener el sello de viaje seguro, que lo entrega el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés).
"Al darnos cuenta de que en el futuro la bioseguridad iba a ser importante para los viajeros empezamos a buscar mecanismos y certificaciones que nos permitieran declarar que la ciudad es un territorio seguro", explica Renato Dillon, director de Gestión de Turismo de Riobamba.
Para eso las autoridades de la ciudad tuvieron que acompañar y asesorar a las empresas del sector con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los protocolos.
Con ese trabajo Riobamba se convirtió, el 12 de junio de 2020, en la primera ciudad en Ecuador y Latinoamérica en obtener el sello.
Un sector de luto
Si bien el sector ve oportunidades, en los últimos días se declaró en luto por el golpe asestado por la pandemia y por la falta de acción de las autoridades.
Por eso, la noche del 5 de agosto de 2020, varios hoteles de Quito mostraron un lazo en sus fachadas, con tela o con luces prendidas en las habitaciones, para expresar su preocupación por la crisis.
El impacto de la crisis actual se refleja en el cierre del 33% de los negocios y la pérdida de 25.000 empleos en el sector, según la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo (Fenacaptur).
En ese contexto, los gremios piden al Gobierno concretar una mesa de crisis, porque "el Ministerio de Turismo no tiene ningún plan", dice Bock.
En eso coinciden otros representantes y empresarios, quienes afirman que la autoridad toma decisiones sin saber la situación del sector.
Los representantes de las cámaras de turismo han solicitado una mesa de crisis desde marzo, para:
- Buscar mecanismos de financiamiento que se ajusten a sus necesidades, con menores tasas de interés.
- Disminuir el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) en los locales formales, como lo que se hizo en Manabí y Esmeraldas en 2016 por el terremoto.
- Aplazar el pago de tributos.
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