11 empresas han caído en impagos en el mercado de valores
Dos empresas mantienen deudas por más de USD 7 millones, por lo que fueron suspendidas del Catastro Público del Mercado de Valores.
Imagen referencial de la planta de Sumesa.
Sumesa/Facebook
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En total, 11 empresas han caído en impagos en el mercado de valores, entre enero y octubre de 2022, según el Depósito Centralizado de Compensación y Liquidación de Valores (Decevale).
Dos de ellas mantienen deudas por cerca de USD 7 millones, dice el Decevale, que es la institución encargada de realizar la compensación, la liquidación y la custodia de los valores negociados en las bolsas de valores de Guayaquil y de Quito.
Según los registros del mercado de valores, las empresas impagas son Sumesa, dedicada a la elaboración de alimentos de varias marcas como Ranchero y Fresco Solo; y Molsando Molinos Santo Domingo, firma enfocada en la siembra y comercialización de semillas.
Sumesa registra impagos que superan los USD 5 millones por la emisión de papel comercial y obligaciones.
La deuda de Molsando es de alrededor de USD 1,9 millones, por la negociación de facturas comerciales en bolsa. Las empresas aceptantes de esos papeles fueron Cheval Semilly y la Asociación de Productores Agrícolas Los Ríos APAR.
Empresas suspendidas
En ese contexto, Sumesa y sus papeles fueron suspendidos del Catastro Público del Mercado de Valores, el 20 de julio de 2022. Y la Superintendencia de Compañías decidió extender la medida por 150 días más, es decir, cinco meses, según un comunicado del 24 de octubre.
Entre los valores suspendidos figuran la tercera emisión de papel comercial, la cuarta emisión de obligaciones y la quinta emisión de obligaciones. A ellos se suman la oferta pública secundaria de acciones y las facturas comerciales negociables.
Eso, teniendo en cuenta que la empresa registra impagos en la tercera emisión de papel comercial y en la quinta emisión de obligaciones.
A eso se suma una sanción administrativa de la Intendencia Nacional del Mercado de Valores, el 29 de junio, por la negociación de facturas comerciales, en el mercado de valores, con la empresa relacionada Distsum.
Las transacciones comerciales entre estas dos empresas vinculadas "no tendrían sustancia económica“, según la Intendencia.
Detalla que “Sumesa vende y, posteriormente, recompra el mismo inventario de la compañía Distsum, donde no habría existido la entrega efectiva de los bienes vendidos, por lo que el comprador nunca tuvo el control del activo ni la capacidad para redirigir el uso del mismo”.
La empresa Molsando y sus facturas comerciales también fueron suspendidas por 30 días del Catastro Público del Mercado de Valores, según un comunicado también del 24 de octubre.
La suspensión de un emisor del Catastro Público de Mercado de Valores se da por los siguientes motivos:
- Indicios de que en las negociaciones, objeto de la oferta, el emisor ha procedido en forma fraudulenta.
- Si la información proporcionada no cumple los requisitos de esta Ley, es insuficiente o no refleja adecuadamente la situación económica, financiera y legal del emisor.
Impagos con acuerdos
El 24 y el 26 de octubre, Molsando presentó propuestas de pago a los inversionistas de las facturas comerciales, de las que fueron aceptantes la Asociación de Productores Agrícolas Los Ríos APAR y Cheval Semilly.
"Me permito informar que dichos pagos serán honrados debidamente, pero con cierta demora, en razón de eventos exógenos ajenos a nuestro control", sostiene un comunicado de la Asociación de Productores Agrícolas Los Ríos APAR.
Sumesa también publicó un comunicado, el 15 de octubre, en el que asegura que llegó a un acuerdo con sus acreedores.
"Hemos comunicado (el acuerdo) a la Superintendencia de Compañías, Decevale y al representante de los obligacionistas", dice el comunicado firmado por Jorge García, presidente ejecutivo de Sumesa.
El Decevale dice que ha sido informado sobre ciertos convenios de pago, pero no tiene mayor detalle.
¿Por qué? Debido a que al reestructurar la deuda, el "Decevale deja de ser agente pagador, pues su función se imposibilita, ya que los pagos se realizan de manera directa al inversionista", sostiene la entidad.
Agrega que, en caso de impagos, "es obligación del representante de los inversionistas,
y no de Decevale, velar por los intereses, en concreto el del pago equitativo y oportuno a cada uno".
Concluye que "el Decevale únicamente es agente pagador. Si el emisor cumple con su obligación, Decevale cumple con el pago correspondiente. Si el emisor no cumple, el Decevale procede a reportar al ente de control (la Superintendencia de Compañías, ndr) y a las bolsas de valores del país".
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