"Es un día oscuro para la industria nacional", dice fabricante de autopartes de General Motors
La planta de ensamblaje de General Motors en Ecuador produce el 51% de los carros ensamblados en el país. La principal es la Chevrolet D-Max.
Trabajador de Indima, empresa que fabrica autopartes para General Motors OBB.
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El cierre de la planta de ensamblaje de carros de General Motors en Ecuador, GM OBB, previsto para agosto de 2024, es un duro golpe para la industria nacional, que en la última década ha tenido una reducción drástica de su participación en las ventas totales de autos.
De los 21.789 vehículos que ensambló la industria nacional en 2023, el 51% corresponde a GM OBB, con su camioneta D-Max, de la marca Chevrolet, el modelo más vendido del país.
General Motors anunció el 26 de abril de 2024 que sus operaciones en Ecuador y Colombia pasarán a un modelo de compañías nacionales de "comercialización de vehículos y servicio postventa", para "respaldar el lanzamiento de vehículos de nueva generación".
La empresa explicó por medio de un comunicado que esa transformación del modelo de negocio tiene como objetivo enfrentar los "desafíos de la creciente fragmentación de los mercados", así como la subutilización de las plantas, que en el caso de GM OBB está operando apenas al 13% de su capacidad instalada.
Para el presidente de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), David Molina, la decisión de General Motors, industria que emplea a unas 300 personas en Ecuador, es una consecuencia de la realidad del mercado nacional.
"Ecuador se volvió un país muy caro para producir. Y en los últimos gobiernos no ha existido una política pública industrial, solo se ha empujado una agenda de apertura comercial, sin incentivos al sector productivo", considera Molina.
Según el representante gremial, la firma del acuerdo comercial con China, que entrará en vigencia en mayo, cerró cualquier posibilidad de que General Motors produzca otros modelos en el país y aceleró otras decisiones, como el cierre de su planta de ensamblaje.
Con una participación de 36%, los carros chinos son los más vendidos en el país.
Caída en su producción
GM OBB tiene casi 50 años de operaciones en el país. En sus primeros años fue solo Ómnibus BB, pero al poco tiempo se sumó General Motors como accionista.
Al igual que el mercado nacional, esta industria ha visto reducida su producción en el tiempo. En 2010, la planta ensambló 54.174 unidades de los modelos Aveo, D-Max, Vitara, Grand Vitara y Sail.
Pero al 2023, su producción se reducía al modelo D-Max y había caído en casi 80%, con relación a 2010, según datos de la Cinae.
Sin embargo, la camioneta D-Max se ha mantenido como el modelo más vendido del país, entre importados y producidos localmente. Dentro de los ensamblados localmente, le sigue el SUV Sonet, de Kia.
Con la salida de GM del mercado de ensamblaje, ahora la participación de esta industria en las ventas de vehículo se reducirá también a la mitad, del 14,2% con el que cerró en 2023 a posiblemente un 8%, estima Molina.
"Pero, hay que mirar cómo reacciona el mercado, quizás otro actor de la cadena esté pensado en ensamblar, pero para eso se requiere una política de incentivo por parte del Gobierno, si no los autopartistas empezarán a cerrar", añade el director de Cinae.
Toda la cadena afectada
En el país existen alrededor de 50 empresas fabricantes de autopartes, que proveen a la industria ensambladora, de los cuales al menos unos 25 son proveedores directos de GM OBB, calcula Molina. Pero, aclara que también hay otros proveedores indirectos que se verán afectados.
Indima provee a General Motors de los sistemas de escape y partes de la carrocería, como la barra de protección de carga, para la D-Max.
La venta de estas piezas para todas las D-Max representan entre 40% y 50% de las ventas anuales de Indima, explica Juan Bermeo, gerente de la compañía, que tiene su planta en el sector de Carcelén Industrial, al norte de Quito, muy cerca de GM OBB.
En Indima laboran 70 personas, una nómina que se ha visto reducida en más de la mitad en los últimos cinco años por la misma situación del mercado.
Bermeo considera que la salida de GM OBB pone en riesgo a toda la industria de ensamblaje y autopartistas, con la previsible pérdida de talento y tecnología.
"La base industrial de autopartistas es muy moderna, de alta tecnología; ahora, está en riesgo de desaparecer. Algunos autopartistas ya han cerrado sus plantas por reducción del mercado. Es un día oscuro para la industria ecuatoriana", dice Bermeo.
Un sector con 4.500 empleados
El gerente de Indima, empresa que también provee a otras ensambladoras y al mercado de repuestos, aclara que no existe en el país otra empresa que pueda absorber lo que el sector de autopartistas proveía a GM OBB.
"El mercado de reposición no alcanza a utilizar toda la capacidad instalada de nuestra planta", añade. No obstante, la planta de Indima ya está subutilizada por la reducción de la industria ensambladora. De una capacidad instalada para producir 90.000 sistemas de escape al año, solo llegan a entre 12.000 y 15.000 piezas.
La industria de autopartes emplea a unas 4.500 personas. Una parte de este sector se enfoca en el mercado original de ensamblaje de vehículos y otros también producen para el de reposición, como neumáticos y baterías.
El director de la Cinae considera que una de las políticas que debería impulsar el Gobierno para contrarrestar la afectación que sufrirá este sector es un plan de incentivos arancelarios a los concesionarios para promover la incorporación de piezas locales en la reposición de piezas y post venta.
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