Cinco factores permitieron bajar las cifras de desempleo en el país
En tres meses la tasa de desempleo en Ecuador pasó de 13,3% a 6,6% es decir una reducción de 6,7 puntos porcentuales, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Una persona lustra los zapatos de un hombre en Cuenca, el 6 de octubre de 2020.
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Entre junio de 2020 y septiembre del mismo año, 486.963 personas dejaron de estar desempleadas, según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
¿Cómo en tres meses el desempleo en el país se redujo en casi la mitad? Cinco factores ayudarían a explicar ese inusual fenómeno, entre ellos la opción de emprender por subsistencia.
"El INEC no dice que la persona que ya no está desempleada tiene un empleo adecuado. Puede ser una persona que vende jugos en la calle porque necesita ganarse la vida y trabaja, pero en condiciones precarias", dice José Hildago, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes).
PRIMICIAS solicitó al INEC y al Ministerio de Trabajo una explicación sobre la salida de casi 500.000 personas del desempleo, pero hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta.
1. Reactivación económica
La caída del empleo en el país ocurrió principalmente a la crisis económica agravada por la pandemia de Covid-19, que obligó a la suspensión de la jornada laboral presencial y al establecimiento de restricciones de movilidad.
Eso desembocó en una crisis de liquidez para las empresas que tuvieron que despedir gente e incluso cerrar. Pero, con el inicio de la flexibilización de las medidas sanitarias, a partir de mayo de 2020, el consumo y la economía del país se empezaron a reactivar, lo que significó trabajo.
Por eso, entre junio y septiembre de 2020 la tasa de empleo de sectores como la construcción y servicios subió 13,3 puntos porcentuales y 6,4 puntos porcentuales, respectivamente.
2. Crecimiento de sectores
El inicio de la reactivación económica, sumada a la reconfiguración de los hábitos de consumo, hizo que algunos sectores experimentaran mayor demanda de sus bienes o servicios en los últimos meses. Lo que también generó más empleo.
Es el caso de la agricultura, en la que se han celebrado 54.889 nuevos contratos laborales entre enero y septiembre de 2020.
Desde el 16 de marzo, cuando se declaró el estado de excepción por la pandemia de Covid-19, y hasta el 1 de octubre 198.425 nuevos contratos se han creado en el país, según el Ministerio de Trabajo.
Mientras que si se cuenta desde el comienzo del año, el número de nuevos contratos es 287.994.
3. Subsistencia
Con la flexibilización de las medidas establecidas para evitar contagios quienes se quedaron sin trabajo salieron a vender frutas, fundas de basura, accesorios, o productos por catálogo.
Es decir: "según la estadística del INEC, esas personas tienen un empleo. Pero no se trata de creación de trabajos formales con inversión privada”, dice Roberto Castillo, exdirector del INEC.
Se trata de personas que dejaron el desempleo por necesidad y no gracias a un trabajo adecuado, en que el que se trabaja 40 horas a la semana o se obtiene el salario básico. Tampoco están afiliadas a la seguridad social.
En el país cinco de cada 10 empleados se encuentran en la informalidad.
"La gente que pierde el trabajo se refugia en la informalidad".
Roberto Castillo, exdirector del INEC.
La creación de negocios por necesidad se evidencia en la contracción del desempleo oculto en 4,5% entre junio y septiembre de 2020.
Se considera que una persona es parte del desempleo oculto cuando no tiene un trabajo y no hace gestiones concretas para conseguirlo o para establecer algún negocio. Por una serie de razones, entre ellas que piensa que no le darán trabajo.
No solo la falta de oportunidades ha motivado a las personas a crear emprendimientos por subsistencia, la ausencia de medidas sociales también lo hace, dice Castillo.
En eso coincide Hidalgo, quien especifica que "en un país sin seguro de desempleo es muy difícil esperar que la tasa de desempleo se mantenga en 13%. Los ecuatorianos tienen que sobrevivir por su cuenta".
Desde 2016 en el país existe un seguro de desempleo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que, actualmente, es válido para los afiliados bajo relación de dependencia.
Para obtener ese beneficio la persona afiliada debe tener registradas, como mínimo, 24 aportaciones.
4. Nuevos modelos contractuales
Según el ministro de Trabajo, Andrés Isch, la recuperación del mercado laboral en los últimos tres meses también se debe a:
- La aplicación de la Ley Humanitaria, publicada en el Registro Oficial el 22 de junio de 2020.
- La ampliación del contrato por obra, desde el 30 de julio de 2020.
"Gracias a la Ley Humanitaria hemos salvado 72.000 plazas de trabajo hasta la fecha y se han creado cerca de 200.000 contratos”, dijo Isch, durante la presentación de la Enemdu, el 15 de octubre de 2020.
En la Ley Humanitaria se contemplan los acuerdos laborales, el contrato especial emergente y la reducción emergente de la jornada de trabajo.
Sobre el contrato por obra, Isch afirmó que "en este momento es la tercera modalidad de contrato más utilizada en el país. Son más de 10.000 empleos formales creados con afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)".
El contrato celebrado bajo esa modalidad se firma por el tiempo que dure la ejecución de la obra o el proyecto, es decir que no es indefinido.
5. Reconfiguración de la fuerza laboral
"Lo que ocurre con la tasa de desempleo por sí misma no es una buena noticia porque hay que leerla en conjunto con lo que pasa con la población económicamente inactiva (PEI) que incorporó casi 700.000 personas en un año", dice Roberto Castillo, exdirector del INEC.
Esa reconfiguración de la fuerza laboral se dio entre septiembre de 2019 y el mismo mes de 2020.
La PEI está conformada por todas las personas en edad de trabajar que no están empleadas, tampoco buscan trabajo y no estaban disponibles para trabajar.
"Típicamente las categorías de inactividad son rentistas, jubilados, estudiantes, amas de casa", sostiene el INEC.
Según Castillo, ese excedente de personas en la PEI responde a dos motivos:
- Se trata de personas que dejaron de buscar un empleo porque no lo encuentran o por temor a un contagio, por eso están en la inactividad.
- Hay mujeres que tienen que destinar gran cantidad de tiempo al cuidado del hogar.
"En otras condiciones esas 700.000 personas estarían buscando un empleo, por lo que habría 1,2 millones de personas en desocupación", afirma Castillo.
Quienes han salido en mayor cantidad de la fuerza de trabajo son las mujeres, lo que se relaciona con la educación de los niños y adolescentes en casa.
"Hace falta un cambio estructural"
Si bien las cifras del INEC mostrarían que "lo peor quedó atrás, la situación sigue siendo grave", sostiene Cordes en una publicación del 15 de septiembre de 2020.
Castillo agrega que "el mérito de la recuperación del mercado laboral es del ciudadano y del sector privado que han visto los mecanismos para respetar las medidas de bioseguridad y reactivar la actividad económica".
En ese contexto, el exdirector del INEC hace una crítica a cómo las autoridades han manejado la situación laboral. "Falta un proyecto de ley por parte del Gobierno y de la Asamblea que cambie realmente algunos temas estructurales del mercado laboral".
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