Sedimentos de los cuatro afluentes del río Coca, otro riesgo para Coca Codo
La erosión parece acelerarse a lo largo de la Cuenca del río Coca. Cuatro afluentes del río Coca también registran erosión regresiva: Marker, Piedra Fina, Loco y Malo en la provincia amazónica de Napo.
Un morador del barrio San Luis observa el avance de la erosión en el río Coca, el 4 de febrero de 2022.
Cortesía directiva Barrio San Luis.
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La erosión del río Coca se aceleró en su margen izquierda y llegó a los ríos Marker, Piedra Fina, Loco y Malo, que se ubican en la provincia amazónica de Napo.
Ahora en esos ríos, que también son parte de la Cuenca del río Coca, se presenta el mismo problema: la erosión regresiva.
Se trata de un fenómeno natural que provoca el ensanchamiento de los ríos por los derrumbes y los socavones.
Infraestructura en riesgo
En el área de influencia de esos ríos hay infraestructura estatal que corre el riesgo de enfrentar nuevos daños, como la vía Quito-Lago Agrio, dos oleoductos y un poliducto.
También están en riesgo cuatro poblados y dos campamentos: uno del holding estatal Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec) y otro de Sinohydro, empresa china que construyó Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande del país con 1.500 megavatios.
La erosión en los cuatro afluentes también podría ocasionar daños aguas abajo; es decir, en el túnel de descarga de agua turbinada de Coca Codo Sinclair, propiedad de Celec.
El río Coca enfrenta desde febrero de 2020 un extraño fenómeno natural de erosión regresiva, que va socavando el lecho de este río, pero ahora está estancado.
Según un reporte de Celec del 6 de febrero de 2022, la erosión regresiva del río Coca está detenida desde hace 203 días a 7,9 kilómetros de la captación de agua de Coca Codo Sinclair.
La obra de captación es una especie de represa que permite desviar el agua desde el túnel de conducción de la hidroeléctrica hasta las turbinas para generar energía.
Más erosión y sedimentos
Carolina Bernal, PhD en Geomorfología e Hidrosedimentología, explica que la erosión regresiva provocó el hundimiento del río Coca, mientras tanto, en sus afluentes "se genera una especie de grada".
"Esta grada tiene que ser eliminada para que los ríos vuelvan a su equilibrio. Por eso, los afluentes también se erosionan de manera regresiva para quedar al mismo nivel del río Coca", dijo Bernal.
La experta aseguró que la erosión de los afluentes ocasiona un aumento mayor de los sedimentos en el río Coca, especialmente en la zona del túnel de descarga, por donde sale el agua turbinada de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
Por eso, Celec informó que realiza la limpieza de sedimentos, de manera periódica, en la desembocadura del túnel de descarga.
Infraestructura en la mira
Entre esos afluentes, la petrolera estatal Petroecuador tiene registrados nueve puntos vulnerables para su infraestructura, en el caso de que continúe la erosión.
El punto más vulnerable está en el sector de San Luis.
Las variantes del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Poliducto Shushufindi-Quito, de propiedad de la empresa petrolera estatal, están a 150 metros de la erosión lateral del río Coca y a 400 metros del río Piedra Fina.
A través de este ducto estatal se transportan 360.000 barriles de petróleo por día desde la Amazonía hasta la provincia de Esmeraldas, en un recorrido de 497,7 kilómetros.
En la misma ruta de esa zona está el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), de propiedad de la empresa privada del mismo nombre.
El OCP tiene unos 465 kilómetros de longitud e inició operaciones en 2003, con una capacidad instalada para transportar 450.000 barriles diarios, pero utiliza el 43,7% de la misma.
En diciembre de 2021, la erosión ocasionó que OCP y Petroecuador construyeran variantes de los oleoductos ubicados en la margen izquierda de los ríos Piedra Fina y Coca.
Petroecuador analiza la construcción de variantes definitivas para su oleoducto y su poliducto en la margen derecha del río Coca. Esa obra podría costar USD 200 millones.
En ese sector también se registró la destrucción de 500 metros de la carretera estatal Quito-Lago Agrio. En esa zona no hay paso vehicular.
El concejal del cantón El Chaco, Guildo Velasco, dice que la erosión del río Coca también pone en riesgo a los poblados de San Luis, de San Rafael, de San Carlos y del Salado.
Estos poblados, dice Velasco, están a menos de 100 metros de la erosión lateral del río Coca.
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